El efecto sinérgico de las micotoxinas y endotoxinas

El tracto gastrointestinal de los animales de producción está colonizado por gran cantidad de microorganismos, entre ellos una enorme cantidad de especies bacterianas que forman la mayor población de la microbiota intestinal. Por lo tanto, las endotoxinas son especialmente abundantes en el intestino de los animales de producción y, en este caso, el alimento no es la fuente principal. Una vez que las endotoxinas atraviesan la barrera intestinal, desencadenan una respuesta inflamatoria, que consumirá energía y nutrientes destinados al crecimiento y la producción.

ENDOTOXINAS Y EL ALTO COSTO DE LA INFLAMACIÓN 

La inflamación tisular y sistémica impide una eficiencia productiva óptima y una producción animal económicamente rentable, ya que se caracteriza por una disminución de la producción, una utilización ineficiente del alimento, una reproducción deficiente y un aumento de los costos sanitarios.

Una fuente importante de inflamación son las endotoxinas o lipopolisacáridos (LPS). Las endotoxinas son reconocidas por los receptores tipo Toll (TLR), en particular TLR4, lo que provoca la activación del sistema inmunitario.

Un sistema inmunitario activado necesita una mayor cantidad de energía y nutrientes que un sistema inmunitario en reposo. Para satisfacer esta necesidad, la energía y los nutrientes se desvían de los fines de crecimiento, producción y reproducción para sostener la respuesta inmunitaria. Además, esto conduce a la supresión del apetito, con la consiguiente reducción del consumo de alimentos.

Los animales de producción están continuamente expuestos a endotoxinas a lo largo de su ciclo de vida y su presencia se asocia a múltiples trastornos metabólicos. Por lo tanto, proteger a los animales de producción contra sus efectos tóxicos debería ser una prioridad para todos, desde el alimento hasta la granja.

CÓMO LAS MICOTOXINAS AGRAVAN LOS EFECTOS DE LAS ENDOTOXINAS 

Efecto sobre la función de barrera intestinal

Las micotoxinas aumentan la permeabilidad intestinal al reducir la producción de mucinas (A) y destruir las uniones estrechas (B), favoreciendo la filtración de endotoxinas y micotoxinas.

Las micotoxinas influyen negativamente en la integridad intestinal, que actúa como barrera física impidiendo el paso de patógenos y toxinas. Micotoxinas como DON, FUM y T-2 pueden disminuir la producción de mucinas (A) y dañar las uniones estrechas (B). Además, las micotoxinas afectan a la viabilidad de las células intestinales y reducen la proliferación celular, lo que reduce la capacidad del intestino para repararse y reponerse.

Este aumento de la permeabilidad de la capa epitelial intestinal favorece la filtración de micotoxinas y endotoxinas a la circulación. Una vez en la circulación, las micotoxinas aumentan la sensibilidad a las endotoxinas y viceversa, reduciendo la dosis mínima necesaria para generar una respuesta inflamatoria y ejercer efectos tóxicos en diferentes órganos.

Efecto sobre el sistema inmunitario

Las micotoxinas ejercen sus efectos inmunotóxicos a través de varios mecanismos, como dañar la barrera intestinal, alterar el desarrollo y la funcionalidad de diferentes órganos inmunitarios y reducir las respuestas inmunitarias. 

Como consecuencia, esta inmunosupresión inducida por las micotoxinas provoca una desactivación inadecuada de las endotoxinas y una respuesta inflamatoria más fuerte contra las endotoxinas, lo que se traduce en una reducción de la salud y el rendimiento de los animales de producción.

Las micotoxinas inducen una inmunosupresión que provoca una desactivación inadecuada de las endotoxinas. a: célula dentrítica, b: macrófago, c: Célula B, d: Célula T.

Efecto en la microbiota intestinal

Las micotoxinas afectan a la microbiota intestinal provocando un desequilibrio o disbiosis en la población bacteriana.

La microbiota intestinal es un extenso grupo de microorganismos que incluye bacterias, virus y hongos que residen predominantemente en el intestino posterior. Una microbiota sana y equilibrada es fundamental para la salud de los animales, ya que contribuye a la integridad intestinal, la digestión de nutrientes y el sistema inmunitario. 

Las micotoxinas afectan a la microbiota intestinal provocando un desequilibrio o disbiosis en la población bacteriana. Disminuyen la población bacteriana beneficiosa y aumentan la población bacteriana patógena. Como consecuencia de esta disbiosis y del aumento de la población de bacterias Gram negativas, se liberan más endotoxinas en la luz intestinal.

Efectos sobre la salud del hígado

El hígado es un órgano vital que apoya a todos los demás órganos y sistemas del cuerpo. Interviene, entre otras cosas, en la digestión de nutrientes, el metabolismo de carbohidratos, proteínas y lípidos, la síntesis y degradación de hormonas y el almacenamiento de glucosa y vitaminas. 

Además, el hígado también es una parte clave del sistema inmunitario e importante en la detoxificación de moléculas tóxicas, como las endotoxinas. Micotoxinas tales como ocratoxina A, tricotecenos, aflatoxinas y fumonisinas dañan el hígado y comprometen su capacidad de detoxificación frente a las endotoxinas, aumentando el riesgo de endotoxemia.

Las micotoxinas dañan el hígado y comprometen su capacidad de desintoxicación frente a las endotoxinas.

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