Las micotoxinas son metabolitos fúngicos secundarios que se pueden encontrar en una amplia gama de materias primas utilizadas en la alimentación humana y animal.
Aunque hay cientos de micotoxinas, los límites reglamentarios o las pautas de niveles máximos tolerados en alimentos solo se han establecido para unas pocas. |
El reconocimiento de que las micotoxinas afectan la salud y la productividad en la cría de cerdos y aves de corral ha llevado a legislar niveles máximos tolerados (directivas) para las aflatoxinas y lineamientos regulatorios (niveles de tolerancia recomendados) para las ocratoxinas y una pequeña cantidad de fusariotoxinas.
Los límites varían según:
- el tipo de micotoxina
- la especie animal
- el uso previsto
- las materias primas
- el alimento y la dieta
- y, también, según la organización reguladora o el país
Análisis de micotoxinas
Cualquiera que sea el método de análisis utilizado, la concentración de micotoxinas generalmente se expresa en µg/kg sobre la base del material seco. Los resultados positivos son aquellos observados en muestras que están por encima del límite de detección (LOD) y los resultados cuantificables son aquellos que están por encima del límite de cuantificación (LOQ).
Factores que afectan la contaminación por micotoxinas
Las micotoxinas son producidas por hongos, por lo que prácticamente todos los factores que tienen un impacto en el desarrollo de hongos pueden afectar la producción de micotoxinas.
Un enfoque simplificado para el desarrollo de hongos y la producción de micotoxinas es separar los hongos en dos grupos:
- Los que invaden las plantas antes de la cosecha, comúnmente llamados hongos de campo
- Los que invaden después de la cosecha, llamados hongos de almacenamiento
El sustrato, es decir, la materia prima, es el principal factor que influye en la producción de micotoxinas por parte de los hongos, el clima, es decir, precipitaciones, temperatura y humedad ambiente, es el segundo factor más importante que se sabe que establece qué tipo de hongos se va a desarrollar.
- Por ejemplo, en condiciones subtropicales y tropicales cálidas y húmedas, las mazorcas de maíz son colonizadas por especies de Aspergillus flavus y A. parasiticus, lo que da como resultado la formación de aflatoxinas.
- Por el contrario, en las regiones templadas, el maíz es un sustrato adecuado para la colonización por Fusarium y la producción de fumonisinas, deoxinivalenol y otras micotoxinas de la familia de los tricotecenos.
- Por ejemplo, existe una estrecha relación entre el daño causado por insectos y la infección del maíz por F. verticillioïdes y las concentraciones de fumonisina.
- La resistencia del huésped y el manejo del cultivo también pueden afectar el nivel de micotoxinas en el maíz (Cary et al., 2011).
Finalmente, la importancia relativa del año de análisis, las precipitaciones y las temperaturas sobre los contenidos de micotoxinas es un dato importante a tener en cuenta a la hora de realizar un análisis.
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Exposición a cerdos y aves de corral
Dado que la exposición de los animales a las micotoxinas se produce principalmente a través del alimento, y la contaminación de las materias primas utilizadas para la formulación del alimento varía considerablemente, el riesgo de exceder las pautas reglamentarias variará según la micotoxina, la formulación y el origen geográfico de las materias primas utilizadas.
Se pueden utilizar diferentes métodos de evaluación del riesgo y diferentes escenarios de exposición.
Los requerimientos de nutrientes varían con la edad y el animal en cuestión y estas variaciones tienen consecuencias para la formulación del alimento.
La exposición a micotoxinas vinculada al suero de leche deshidratado, los aminoácidos sintéticos y las vitaminas se evaluó como nula. La probabilidad de que el alimento esté hecho de diferentes materias primas, todas con el máximo nivel de contaminación, es muy baja, por lo tanto, a mayor cantidad de ingredientes en un alimento, menor será la posibilidad de exponer a los animales a altos niveles de micotoxinas.
Las consecuencias para los niveles de micotoxinas en el alimento de reemplazar la soja con materias primas que son fuente de proteínas variarán dependiendo de las materias primas utilizadas:
- Debido a que se ha demostrado que la contaminación de la harina de semilla de uva, canola y girasol por micotoxinas es baja, su uso en el alimento como sustituto de la harina de soja no tendrá un efecto importante en los niveles totales de micotoxinas en el alimento.
- Además, como se ha observado anteriormente en lechones, el uso de proteínas de origen animal reduce el nivel de micotoxinas en el alimento.
Por el contrario, debido a que se descubrió que la harina de semilla de algodón estaba altamente contaminada con aflatoxinas, al menos en algunas áreas del mundo, se debe tener cuidado al considerarla como un posible reemplazo de la harina de soja.
El riesgo de sobrepasar los límites establecidos en las directrices sobre micotoxinas en los alimentos para cerdos y aves es mayor para las aflatoxinas en las dietas a base de maíz, y este riesgo aumentará si la harina de soja se reemplaza por harina de semilla de algodón.
- Por el contrario, el uso de trigo redujo el nivel calculado de aflatoxinas en las dietas de cerdos y aves.
- Se observaron niveles calculados de zearalenona por encima del máximo recomendado en dietas para cerdos a base de maíz, pero es inesperado un efecto beneficioso de reemplazar el maíz por trigo para esta micotoxina.
Conclusiones
Aunque la toxicidad de las micotoxinas en cerdos y aves se conoce desde hace varios años y existen directrices reglamentarias para varios de estos compuestos, no hay datos a nivel mundial que permitan comparar los niveles de micotoxinas en los diferentes alimentos utilizados en las diferentes etapas de producción.
El cálculo de los niveles teóricos utilizando datos de contaminación de las principales materias primas utilizadas en los alimentos reveló diferencias en función de las materias primas utilizadas, su origen geográfico y su uso previsto.
La elección de las materias primas utilizadas durante la formulación del alimento tiene importantes consecuencias para la exposición a las micotoxinas y debe analizarse con cuidado, especialmente en las dietas para cerdos.
Son necesarios datos complementarios sobre niveles de micotoxinas en materias primas que no se usan comúnmente para evitar cualquier riesgo de sobreexposición cuando se usan sustituciones de alimentos inusuales♦
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