Desde hace tiempo los esfuerzos de los nutricionistas se dirigen a mejorar y reforzar la estructura del tracto intestinal.
Sucesivas reglamentaciones a nivel europeo han ido introduciendo mayores complicaciones en la formulación de las aves, debido a :
– la prohibición del uso de promotores de producción
– la limitación de uso de las harinas de origen animal
– o sucesivas normativas en lo referente al bienestar.
En todos los casos, el sector productivo ha sabido ir ajustándose a las nuevas circunstancias, de modo que actualmente nadie se acuerda de los sucesivos momentos de estrés vividos.
Una nueva problemática a afrontar
Actualmente, y en apariencia, las cosas están estables, pero nos encontramos con una nueva problemática, la cual nos debe hacer de nuevo reflexionar sobre cómo debemos comportarnos en el nuevo escenario.
La problemática es la progresiva reducción del uso de antibióticos en campo (perfectamente justificada por las ya conocidas razones de resistencias bacterianas).
Frente a esta situación nueva, cabe preguntarse cuál puede ser la relación entre la salud intestinal y este nuevo desafío.
• Se sabe desde hace algún tiempo que alguno de los procesos patológicos más característicos de los pollos de carne, como cierto tipo de cojeras (específicamente la espondilolistesis) o celulitis y lesiones dérmicas se asocian con la presencia de gérmenes de origen intestinal, tales como son enterococos, clostridios, estreptococos y/o algunos otros.
• Por otra parte, y aunque hasta la fecha se ha considerado que la mayoría de los procesos septicémicos (como las infecciones por E. Coli) se originaban por procesos respiratorios, más o menos complicados, dada la relativamente baja capacidad de atravesar el medio intestinal de estas bacterias.
Personalmente no lo tengo tan claro, pues en amplias zonas del país estamos prácticamente libres de problemas respiratorios desde hace tiempo, y sin embargo se siguen presentando casos de septicemias que obligan a mediaciones extensas en el campo (que es precisamente lo que se pretende evitar).
Consultados algunos técnicos de importantes integraciones españolas, me indican que en la mayoría de las ocasiones, el uso de antibióticos en campo está relacionado con problemas entéricos o con septicemias de origen posiblemente intestinal. En ciertas empresas se dan valores cercano al 65 a 70% de los casos (evidentemente, depende de la zona del país analizada)
Con todo esto, quiere decir que parece que los problemas intestinale...