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La alimentación adecuada tanto de las cerdas que integran el hato reproductor como de los verracos es fundamental para garantizar la salud y el rendimiento reproductivo en la producción porcina. Sin embargo, el creciente uso de grasas oxidadas en la dieta del hato reproductor con el supuesto objetivo de reducir costos en la alimentación genera incertidumbre por sus repercusiones en la salud y la reproducción.
GRASAS OXIDADAS Y ESTRÉS OXIDATIVO EN LA SALUD REPRODUCTIVA DE LAS CERDAS
En el procesamiento y almacenamiento de los alimentos, especialmente aquellos ricos en lípidos, se puede inducir reacciones de oxidación en las grasas (Factores que ya fueron abordados en ediciones anteriores de porciNews Latam). Estudios han demostrado que el consumo de grasas oxidadas puede tener efectos adversos en la salud reproductiva de los animales.
Por ejemplo, la oxidación de lípidos puede provocar estrés oxidativo en los tejidos, lo que se asocia con daño celular y disfunción reproductiva (Yang et al., 2023).
El estrés oxidativo en los tejidos de cerdas reproductoras, asociado al consumo de grasas oxidadas, se debe a la producción excesiva de especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) y a la disminución de los niveles de antioxidantes endógenos (Figura 1; Su et al., 2017).
Figura 1. Niveles de Vitaminas E y C, glutatión peroxidasa (GPx) y superóxido dismutasa (SOD) total en cerdas reproductoras de acuerdo con el tipo de aceite y adición de antioxidantes. Modificado de Su et al., 2017.
Los lípidos oxidados en la dieta pueden aumentar los niveles de peroxidación lipídica en los tejidos de las cerdas, lo que conduce a la acumulación de productos de oxidación y daño en las membranas celulares (Luo et al., 2018), repercutiendo directamente en:
Además, el estrés oxidativo puede afectar la función endocrina de las cerdas, alterando la producción y liberación de hormonas reproductivas.
La exposición a grasas oxidadas puede alterar la expresión génica relacionada con la síntesis hormonal y función metabólica en las cerdas, lo que puede comprometer más su salud reproductiva (Valle et al., 2009).
Estos hallazgos resaltan la importancia de evitar el uso de grasas oxidadas en la alimentación de cerdas reproductoras para preservar su salud reproductiva.
IMPACTO DE LAS GRASAS OXIDADAS EN LA FERTILIDAD DE LAS CERDAS
En el proceso de oxidación de las grasas se producen compuestos tóxicos, como aldehídos y peróxidos, que pueden interferir con varios procesos fisiológicos, incluida la reproducción. Para tal caso, existe una asociación entre el consumo de grasas oxidadas y una disminución en la tasa de concepción en cerdas (Zeng et al., 2023).
Las cerdas alimentadas con dietas ricas en grasas oxidadas tienen una tasa de concepción significativamente menor en comparación con aquellas alimentadas con dietas elaboradas con grasas de buena calidad (no oxidadas).
Varios mecanismos pueden explicar cómo los compuestos tóxicos generados por la oxidación de las grasas afectan la fertilidad de las cerdas, entre ellos se destacan:
Figura 2. Desempeño productivo de la cerda y el lechón durante la lactancia y calidad de la leche de las cerdas de acuerdo con el tipo de aceite y adición de antioxidantes. Modificado de Su et al., 2017.
IMPACTO DE LAS GRASAS OXIDADAS SOBRE LA CALIDAD DE LA DESCENDENCIA
La calidad de la descendencia es crucial para el éxito de la producción porcina, y la alimentación materna juega un papel fundamental en su desarrollo.
El consumo de grasas oxidadas por parte de las cerdas reproductoras tiene repercusiones en la calidad de la descendencia, tanto en términos de viabilidad como de rendimiento productivo.
Se ha reportado (Xu et al., 2021) que la exposición prenatal a grasas oxidadas puede afectar el desarrollo fetal y la viabilidad neonatal en cerdos, por:
El aumento en la incidencia de malformaciones congénitas y disminución en el peso al nacer en las camadas de cerdas expuestas a dietas con grasas oxidadas (Gao al., 2023).
Alterar la expresión génica y la función metabólica en la descendencia, lo que puede tener efectos a largo plazo en su salud y rendimiento productivo (Zeng et al., 2023).
Dichas afectaciones de la calidad de la descendencia de cerdas que consumieron dietas ricas en grasas oxidadas se pueden asociar en parte a:
GRASAS OXIDADAS EN LA SALUD REPRODUCTIVA DE VERRACOS
El consumo de grasas oxidadas puede tener varios efectos adversos en la salud reproductiva de los verracos, afectando la calidad del semen y la función testicular (Zeng et al., 2023).
Los mecanismos detrás del efecto negativo del consumo de grasas oxidadas en verracos aún no se comprenden completamente, pero se han reportados sus efectos debido a:
El estrés oxidativo en el organismo afecta la salud celular y la función de los órganos reproductivos.
Afectación de la síntesis hormonal y la función testicular, lo que resulta en una reducción en la producción y la calidad del semen.
La oxidación de las grasas puede afectar la síntesis de lípidos esenciales para la integridad de las membranas celulares, lo que afecta la función espermática.
IMPLICACIONES PARA LA INDUSTRIA PORCINA
El estrés oxidativo inducido por el consumo de grasas oxidadas en la dieta de las reproductoras y los verracos induce una menor eficiencia reproductiva y productiva para la industria porcina.
Por lo que, se destaca la necesidad de una mayor atención a:
La calidad de la grasa implementada en las dietas.
Almacenamiento adecuado de la materia prima.
Adecuada formulación de los alimentos para reproductores.
Es crucial implementar la suplementación de antioxidantes más allá de reducir la oxidación en el alimento, sino en aminorar reacciones oxidativas en el animal producidas por otros factores estresantes.
Por lo que, se requieren más investigaciones que aumenten la comprensión de los mecanismos detrás de los efectos adversos de las grasas oxidadas sobre indicadores reproductivos de las cerdas y verracos, así como el desarrollar estrategias efectivas para mitigar estos efectos.
CONCLUSIONES
El uso de grasas oxidadas en la alimentación de cerdas reproductoras y verracos puede tener importantes repercusiones en la salud y comportamiento reproductivo, así como en la calidad de la descendencia en la producción porcina.
Los efectos adversos incluyen la disminución de la tasa de concepción, mayor incidencia de abortos y trastornos reproductivos, así como el impacto negativo en la viabilidad y el rendimiento de la descendencia.
Por lo tanto, es crucial adoptar prácticas alimentarias que minimicen la exposición de los reproductores a grasas oxidadas, garantizando así la salud y el éxito reproductivo.