La producción animal se apoya en cuatro pilares: la genética, la sanidad, el manejo y la nutrición, y estas cuatro disciplinas están interconectadas y se condicionan entre ellas.
Como nutricionistas, debemos enfocar nuestra actuación no desde una visión restrictiva de nuestra especialidad sino teniendo en cuenta el resto de disciplinas de la producción porcina.
El principal objetivo de la producción animal moderna es ofrecer un alimento de origen animal sano, con determinados requisitos de calidad, producido atendiendo las demandas de la sociedad y a un precio asequible.
Así pues, en cada fase de la producción porcina se nos presentan diversos retos.
Retos en la fase de los lechones destetados
En la llamada Fase I, producción de lechones destetados, recientemente ha habido cambios en el sistema de producción que han condicionado la nutrición. Por ejemplo:
Cerdas hiperprolíficas
Con la mejora genética se han obtenido cerdas hiperprolíficas, que han conseguido un mayor número de óvulos fértiles en cada gestación. Sin embargo, debemos gestionar adecuadamente esta característica para que estos óvulos lleguen a buen término, con el fin de obtener un mayor número de lechones de peso y vitalidad adecuados en el parto. Es ahí donde la nutrición debe jugar un papel esencial para favorecer ese potencial.
Hay que tener en cuenta también que la producción de calostro y de leche han mermado respecto al número de lechones nacidos. Esto puede comprometer la transmisión de inmunidad pasiva a través del calostro o el aporte diario de nutrientes por lechón a través de la leche y, con ello, la capacidad de defensa a enfermedades y el peso del lechón al destete.
Debemos ofrecer una alimentación más ajustada a esas nuevas necesidades para favorecer la transmisión de inmunoglobulinas en el calostro y la máxima producción lechera.
Normas de bienestar animal
La aplicación de las normas de bienestar animal (directiva 2008/120/CE relativa a las normas mínimas para la protección de los cerdos) ha determinado cambios en el manejo de las cerdas al obligar el alojamiento en grupo de las mismas a partir de la cuarta semana de su cubrición.
Esta normativa, sin embargo, nos ha permitido poder formular y aplicar fácilmente en las granjas dos tipos de piensos de gestación, anterior y posterior a los 40 días post-cubrición, atendiendo a las distintas necesidades de cada período.
Retos en la fase de los lechones desde destete a entra...