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Insectos ¿Son realmente una alternativa para la alimentación de los animales?

Escrito por: Carolina Valenzuela , Constanza Avendaño , Manuel Contreras - DVM, MS, Diplomate ACPV Director técnico veterinario

Insectos ¿Son realmente una alternativa para la alimentación de los animales?

La creciente población mundial ha generado un aumento en la demanda de alimentos de origen animal, incrementando la producción animal, lo que genera una alta presión sobre el medio ambiente, los recursos hídricos y la biodiversidad.

Por esto se requieren nuevas estrategias para la producción de alimentos; así las soluciones sugeridas son:

Reducir el consumo de carne

Migrar a sistemas productivos sustentables

O cambiar las dietas, incluyendo alimentos que requieren menos recursos para producirlos

La producción de insectos se considera una estrategia viable que podría convertirlos en los alimentos del futuro (Shockley y Dossey, 2014) tanto para animales como para humanos.

Sin embargo, a pesar de varios beneficios ambientales, nutricionales y sociales del uso de insectos en la dieta humana, en los países occidentales la mayor parte de la población rechaza la idea de consumirlos, por razones culturales y por considerarlos desagradables y nocivos.

Otros aspectos que hacen dudar del uso de insectos para alimentar animales y humanos es el tema legislativo y si realmente se pueden producir a gran escala para satisfacer la alta demanda (Van Huis y col., 2013; DiGiacomo y Leury, 2019).

 

Características nutricionales de insectos comestibles

Los insectos se consumen de forma entera, triturada o como harina.

Las proteínas representan el componente principal en la composición nutricional de los insectos y su contenido es alto y variable.

Al comparar el perfil de aminoácidos de los insectos con alimentos para animales, son similares a las harinas de carne (Batal y Dale, 2011).

Al compararlos con la harina de pescado, ninguna de las especies estudiadas de insectos tiene un nivel de lisina superior a este insumo (Sanchez y col., 2014).

La fracción de ácidos grasos poliinsaturados se encuentra entre 16-40% (WHO/FAO/UNU, 2017), siendo los principales:

Ácido linoleico (C18:2)

Ácido linolénico (C18:3)

Ácido araquidónico (C20:4 n6)

La principal diferencia entre los insectos terrestres y acuáticos es la presencia de ácido eicosapentaenoico (EPA, C20:5 n3) y docosahexaenoico (DHA, C22:6 n3) y la ausencia de C20:4 n6.

El rango de fibra cruda es ampliamente variable, el mayor contenido lo presenta Latebraria amphipyrioides, un tipo de polilla del orden Lepidoptera, la cual contiene un 29% de fibra cruda, y el contenido más bajo se encontró en una larva de Aegiale hesperiaris, insecto que pertenece al mismo orden, la cual presenta un 0,12% de fibra cruda (Belluco y col., 2013).

Los carbohidratos en los insectos están representados principalmente por quitina y glucógeno.

Las cenizas de los insectos van de 3% a 26%. En general los insectos presentan en su exoesqueleto altas cargas de minerales como calcio y fósforo y algunos presentan más hierro que la carne bovina (Durst y col., 2010).  También contienen cobre y zinc (Christensen y col., 2006).

 

En cuanto a las vitaminas, se ha descrito que los insectos son ricos en riboflavina, ácido pantoténico, biotina y tiamina.

En el caso de pigmentos antioxidantes, algunos insectos presentan altas cantidades de zeaxantina y b-carotenos en su exoesqueleto (Mark, 2015).

La alta variabilidad entre los distintos componentes nutricionales de los insectos se explican por:

Diferencias entre especies

Estado de desarrollo, ya que existen grandes diferencias entre los distintos estadios como huevos, larvas, pupas y adultos

Alimentación que reciben

Forma de crianza, ya que difieren si fueron recolectados en condiciones silvestres o fueron criados en mini-granjas (Makkar y col., 2014; Sanchez y col., 2014).

 

El insecto como ingrediente

Se han desarrollado diversas tecnologías para transformar a los insectos en ingredientes alimentarios y mejorar su inocuidad.

La tecnología más utilizada para aumentar la vida útil de los insectos es el secado, que reduce el contenido de humedad, minimizando las reacciones degradativas enzimáticas y microbiológicas.

– Sin embargo, esta presenta ciertas desventajas como:

Alteraciones funcionales de las proteínas

Oxidación de lípidos

Variaciones en el color (Purschke y col., 2018)

La liofilización también se ha usado para tratar los insectos, logrando reducir la acción microbiana y la degradación oxidativa.

 

Aplicaciones en nutrición animal

El uso de insectos para alimentación animal data desde hace mucho tiempo, para el caso de las aves, es común que éstas pastoreen y consuman larvas de mosca, lombrices y otros insectos.

La harina de insectos es el producto más producido, pero también la harina de insecto desgrasada, que se caracteriza por un mayor contenido de proteína (de alrededor del 60% base seca).

Otro producto que ha aumentado su producción en los últimos años es el aceite de insectos, que presentan una alta concentración de ácido laúrico, oleico, palmítico y linoleico.

También se producen larvas deshidratadas y vivas (Makkar y col., 2014; Melgar y col., 2019).

La crianza de insectos consiste en colocar insectos en etapa larvaria dentro de diversos contenedores, los cuales contienen un sustrato como alimento (basado en productos orgánicos como heces, residuos agroindustriales, subproductos de plantas faenadoras y otros).

En la Figura 1 se presenta un esquema general, la crianza y la elaboración de algunos de los productos mencionados.

Figura 1 Esquema que resume el proceso de producción de insectos y la generación de productos finales, que puede ser aplicado a distintos tipos de insectos.

 

Los insectos más utilizados para alimentación animal son larvas de mosca soldado negro y las larvas del gusano de la harina (Bhadouria et al., 2019).

La investigación se ha centrado fuertemente en alimentación de peces como la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss), dorado (Sparus aurata) y la tilapia (Oreochromis niloticus L.), debido al alto precio de la harina de pescado.

Los estudios mostraron que es posible el reemplazo parcial de la harina de pescado por harina de insectos sin comprometer el rendimiento y la calidad del producto (Toriz y col., 2019).

 

En animales terrestres las harinas de insecto también se han usado como reemplazo de concentrados proteicos de origen vegetal, como la harina de soya y harina de pescado.

Los porcentajes de inclusión de las harinas de insectos son variables y para aves van desde el 1 al 28%, sin observarse alteraciones en el rendimiento de los animales (Wang y col., 2007) ni en las características organolépticas de la carne (Finke y col., 1985).

En el caso de las gallinas ponedoras no se han descrito efectos negativos sobre la producción de huevos y calidad de cáscara (Veldkamp y Bosch, 2015). En gallinas hay una oferta más variada que incluye harinas de insectos, larvas deshidratadas y vivas.

Existen pocas publicaciones a la fecha que hayan utilizado harina de insectos en la alimentación de cerdos. Se describió que la harina de larva de mosca soldado negro es un ingrediente adecuado para la etapa de crecimiento de lechones, debido a su alto contenido de aminoácidos, lípidos y calcio (Neumann y col., 2018) y no tuvo ningún efecto negativo en la calidad de la carne (Wang y col., 2007).

Leer también “Harina de insectos: ¿La proteína del futuro en la industria porcina?”

 

Es importante destacar que algunos autores han descrito que no es posible realizar una sustitución completa de las fuentes proteicas en animales monogástricos, debido a la alta concentración de quitina de los insectos, la cual no es energéticamente aprovechada (Ijaiya y Eko, 2009; Melo-Ruiz y col., 2018).

 

La investigación sobre alimentación a base de insectos para rumiantes es menos frecuente y la literatura publicada se basa en experimentos in vitro (DiGiacomo y Leury, 2019).

 

 

Ventajas y desventajas del uso de harinas de insecto en alimentación

En la Tabla 1 se presenta un cuadro comparativo de las ventajas y desventajas del uso de insectos para alimentación animal.

Una de las principales ventajas de la producción de insectos como alimentos es su amplio y diverso número de especies, ya que están presentes en todo el mundo, se reproducen rápidamente y poseen tasas elevadas de crecimiento y conversión de alimentos en proteína y lípidos.

 

Otra ventaja importante es el reducido impacto ambiental durante su ciclo de vida. Al hacer la comparación con otros sistemas productivos, los insectos presentan:

una menor huella del agua y carbono

necesitan un menor espacio para su producción, reduciendo el uso de la tierra

emiten menores cantidades de amoniaco y gases con efecto invernadero

su alimentación es de bajo costo, ya que pueden alimentarse de diversos residuos, como los orgánicos y heces, u otros como subproductos de la industria alimentaria por esto son un excelente ejemplo de un sistema de economía circular, ya que se alimentan de residuos y generan alimentos.

 

Tabla 1. Ventajas y desventajas del uso de insectos en alimentación humana y animal 

VENTAJAS DESVENTAJAS
Son alternativas saludables y nutritivas a los alimentos cárnicos básicos. Muchos insectos son ricos en proteínas y grasas buenas y altos en calcio, hierro y zinc. La legislación es escasa para los productos en base a insectos, en muchos países no aparecen en los Reglamentos de Alimentos.
Producen menos gases de efecto invernadero que el ganado (según la FAO, los cerdos producen entre 10 y 100 veces más gases por kilogramo de peso que las moscas soldado negras). Una gran parte de la población rechaza el consumo de insectos.
Las emisiones de amoníaco asociadas a la cría de insectos también son mucho menores que las del ganado convencional, como los cerdos. Patógenos tales como Salmonella, Campylocabter o E.coli pueden contaminar alimentos con insectos no procesados.
Tienen una alta eficiencia de producción (según la FAO, los insectos pueden convertir 2 kg de alimento en 1 kg de masa de insecto, mientras que los bovinos equieren 8 kg de alimento para producir 1 kg de aumento de peso corporal. Las personas alérgicas a los crustáceos pueden ser susceptibles de ser alérgicas a los insectos, por lo que debería etiquetarse en el envoltorio que los insectos pueden causar alergias.
Los grillos necesitan 12 veces menos alimento que el ganado, 4 veces menosque las ovejas, y la mitad de alimento que los cerdos y los pollos de engorde para producir la misma cantidad de proteínas. Es posible que algunos contaminantes estén presentes en los insectos. Sin embargo, se desconocen cuáles son y en qué cantidades, por lo que se requiere mayor investigación.
Los insectos pueden alimentarse de residuos biológicos y agropecuarios para transformarlos en nutrientes de alta calidad. Utilizan menos agua y tierra que el ganado tradicional.
La cría de insectos no es necesariamente una actividad terrestre. Los principales requisitos son alimento y agua. La cosecha y la cría de insectos requieren de inversiones de baja tecnología y capital.
Los insectos pueden procesarse como alimento para humanos y animales con relativa facilidad.
Tienen un riesgo reducido de transmisión de enfermedades zoonóticas, en comparación a los alimentos de origen animal. Y ofrece oportunidades de subsistencia tanto para la población urbana como para la rural. Además su producción requiere poco uso energético y no son una amenaza para la diversidad del ecosistema

El uso de insectos como ingrediente en la composición de raciones y dietas para animales es técnicamente viable, y en diversas partes del mundo ya hay empresas consolidadas que están produciendo altas cantidades de harina de insecto (Purschke y col., 2018).

 

 

Actualmente la cría de insectos se realiza en granjas y se destina a mercados específicos, ésta es técnicamente viable, pero resulta más costosa que la producción de fuentes tradicionales de proteínas para alimentación animal, como la harina de soya.

Sin embargo, en la medida que la producción se tecnifique y se realice en mayor escala, estos costos pueden disminuir.

 

Conclusiones

El consumo de insecto es una práctica común en el mundo, que se ha expandido enormemente en las últimas décadas. Las ventajas del consumo de insectos radican en sus bondades nutricionales, como poseer un alto aporte proteico con aminoácidos de buena calidad y ser alimentos sustentables, principalmente.

En relación a su uso para alimentación animal, la harina de larva de mosca soldado negra se adiciona actualmente en dietas para peces, animales productivos y mascotas, como reemplazo de la harina de soya o pescado. Por lo tanto, los distintos tipos de insectos son una buena alternativa para alimentar a los animales.

Sin embargo, se requieren más estudios y tecnificación de su producción para que se conviertan en ingredientes de costo similar a los concentrados proteicos de uso común y se masifiquen.

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