Historia de un intoxicación accidental
¿Dónde ocurrió?
El caso se desarrolló en una explotación de vacuno de carne de 100 cabezas en régimen extensivo de alta montaña, ubicado en la provincia de León.
Las zonas de pastoreo delimitadas por pastor eléctrico incluían zonas de pradera, de brezo y otras de robledal.
¿Qué se observó?
- A finales de octubre de 2014 aparecieron 10 animales con mal pelaje, apatía, anorexia y diarrea sanguinolenta de intensidad variable, siendo los más afectados los menores de 1 año (3 del total). También apareció 1 novilla de 8 meses muerta.
- Los 3 animales más enfermos se aislaron, administrandoles de inmediato una alimentación controlada basada en forraje seco de alta calidad de veza-avena y agua limpia ad libitum.
- Asimismo, se realizaron análisis coprológicos, sin ningún hallazgo significativo.
- El resto del rebaño, fue transportado a otra zona de pasto.
- Al cabo de dos días los animales afectados evolucionaron positivamente, por lo que no se tomaron más medidas sobre ellos.
- Transcurrida una semana comían con normalidad apreciándose una mejoría notable.
- Por el contrario, en los 3 animales aislados (1 macho y 2 hembras) los signos aparecieron con gravedad variable, más acusados en el macho.
-
¿Qué tratamiento de choque se realizó?
- El tratamiento administrado, basado en la sintomatología, fue el siguiente:
1) Suplemento de aminoácidos
2) Rehidratante y electrolitos
3) Carbón activado
4) Pauta antibiótica con Ampicilina (200 mg) + Colistina (1.025.000 UI) e injectable de colemicina
5) Rehidratante
- Al cabo de dos días, las hembras se estabilizaron, pero el macho empeoró muriendo al día siguiente.
- A la semana mejoraron, normalizándose la ingesta y desapareciendo los síntomas por lo que fueron devueltas con el resto del grupo.
- La necropsia realizada reveló lesiones renales y ulceraciones en diversos puntos del tracto digestivo.
- Estos hallazgos, unido a la sintomatología, la época del año y la presencia de bellotas en la explotación, eran compatibles a juicio del clínico con una intoxicación por taninos, cuadro provocado por la ingestión de gran cantidad de hojas, brotes tiernos y/o bellotas procedentes de árboles como el roble o el encino (u otras especies del género Quercus spp.)
Pero ¿qué son los taninos?
Son compuestos fenólicos presentes en árboles, frutas, leguminosas forrajeras e incluso cereales.
Algunos de ellos son considerados antinutrientes, porque disminuyen la eficacia del alimento (inactivan la amilasa), aumentan el nitrógeno fecal y forman complejos con proteínas.
Tipos de taninos
Dependiendo de su estructura química, los taninos se dividen en condensados y en hidrolizables.
1/ Taninos hidrolizables
- Son los responsables de las intoxicaciones que abundan en las bellotas jóvenes y tiernas, las más ingeridas por los rumiantes.
- Este tipo de sustancias son degradadas en el rumen y absorbidas en el intestino, causando el cuadro de intoxicación sistémica.
2/ Taninos condensados
- Se encuentran en especies vegetales de importancia forrajera que posee taninos condensados en forma natural son las de los géneros Lotus y Sorghum.
- Estos taninos secuestran las proteínas a nivel ruminal, aunque pueden ser utilizadas a nivel abomasal o intestinal.
- Son sustancias de alto peso molecular que no pueden ser degradadas por los microorganismos ruminales por lo que no son tóxicos salvo que estemos ante un consumo excesivo, provocando una acción irritante en el intestino.
↳ Aun así, la administración de bajas cantidades de taninos en la dieta, con cifras inferiores al 4% MS, se considera que ejercen efectos beneficiosos, pues previenen infecciones, y aumentan la cantidad de nitrógeno no amoniacal y de aminoácidos esenciales.
La figura 1 muestra las diferencias entre ambas formas.
¿Qué factores desencadenan en intoxicación por taninos?
Existen una serie de factores necesarios para que se desencadene esta intoxicación, entre los que destacamos:
Cantidad ingerida
- No hay acuerdo unánime en cuanto a las cantidades mínimas para el desarrollo de la intoxicación.
- La mayoría de los autores señalan que cantidades por debajo del 4% de MS estarían dentro del rango de seguridad.
Estado previo del animal
- Factores como la edad de los animales y el estado de salud de éstos deben tenerse en cuenta.
- Se ha observado que en animales jóvenes, estresados, desnutridos o enfermos tienen una mayor susceptibilidad y sufren el cuadro de forma más grave.
- El detrimento en la cantidad y/o calidad del pasto disponible, aparte de mermar la condición corporal, predispone al consumo de bellotas, agravando considerablemente el cuadro.
Sobreexplotación de los pastos
- Estos problemas aparecen básicamente en condiciones climáticas adversas y cuando existe una sobreexplotación de los recursos.
- En situaciones de sobrepastoreo los animales se ven obligados a consumir grandes cantidades de bellotas para compensar la falta de otras fuentes de alimentación.
Cuadro clínico y lesiones asociadas
⇉ Síntomas
Este tipo de intoxicaciones se caracterizan por:
- Empieza con hipotonía ruminal, estreñimiento y tenesmo, siendo las heces duras y oscuras con presencia de moco.
- Conforme avanza el proceso la diarrea se convertirá en maloliente y sanguinolenta, con mayor presencia de sangre y fibrina, procedente de las úlceras digestivas, muy dolorosas para el animal.
- Aparición de poliuria, polidipsia, proteinuria, glucosuria y en ocasiones hematuria.
- Si se realiza un análisis de sangre hallaremos aumento en las concentraciones de urea y creatinina (azotemia), útil para conocer el estado del proceso y establecer el pronóstico.
No obstante hay que recordar que la sintomatología clínica variará principalmente según la cantidad de taninos ingeridos y el estado sanitario previo, pudiendo agravarse hasta provocar la muerte.
⇉ Lesiones
Podemos encontrar:
- Grave tubulonefrosis. Los riñones apareceran aumentados de tamaño, con un color más claro y posibles petequias en la superficie y al corte, un intenso olor a urea.
- Edemas y ascitis. Debido a que los taninos hidrolizables provocan alteraciones en la permeabilidad vascular al disminuir la presión oncótica.
- Ulceraciones digestivas. en diferentes localizaciones y provocadas por el síndrome urémico derivado del daño renal y la acción directa de los taninos hidrolizables.
¿Qué hacer una vez detectada la intoxicación?
La medida inmediata y crucial a tomar será controlar la alimentación de los animales, como se hizo en el caso expuesto.
En los afectados, se deberá administrar un tratamiento sintomatológico para restaurar rápidamente la funcionalidad digestiva y renal.
Es básico restablecer la contractibilidad ruminal, refaunar el rumen y evitar sobrecargar un órgano ya de por sí muy afectado, además de administrar carbón activado como readsorbente en casos de diarrea y antibióticos vía oral.
En casos menos graves se pueden proporcionar compuestos que protejan la mucosa gastrointestinal y favorezcan la diuresis.
Asimismo se recomienda la administración de fluidoterapia, para la recuperación del equilibrio hidroelectrolítico.
Los animales que se recuperan pueden presentar lesiones fibrosas en el riñón, aunque en la mayoría de los casos con funcionalidad normal.
Es posible la recuperación sin intervención médica, siempre y cuando descienda o cese el consumo de bellotas y/o brotes verdes, tal como ocurrió con los animales menos afectados en este caso y sobre los que no se efectuó ningún tratamiento.
Lo importante es la prevención
Como señalamos anteriormente, la buena gestión de los pastos es fundamental para prevenir esta patología. Para ello podremos seguir las siguientes pautas:
- Mantener una alimentación regular durante todo el año.
- Elegir una carga ganadera adecuada al territorio, y utilizar una suplementación adecuada en caso de que éste sea deficitario.
- En explotaciones con cargas ganaderas muy bajas y una gran extensión de terreno la manera más eficiente de aprovecharlo es mediante divisiones en el mismo, dejando que los animales pasten unas zonas mientras otras se recuperan.
» Aquí es donde deberemos tener en cuenta las zonas de robledal o encinas de la explotación.
Lo más aconsejable es que si estas zonas suponen una gran proporción del territorio total disponible se hagan divisiones entre ellas, incluyendo, junto con las zonas arbóreas, áreas con otro tipo de vegetación.
Si la cantidad de bellota en el terreno es muy elevada hay que impedir el paso de los animales a esas zonas, bien sea mediante el uso de cierres perimetrales o pastores eléctricos.
En conclusión…
La ingestión de taninos no tiene porqué ser considerada nociva, habiéndose demostrado poseer efectos beneficiosos siempre y cuando no se supere el porcentaje de riesgo en la dieta.
Aun así, en explotaciones extensivas con robledales o árboles de la familia Quercus spp. es un cuadro clínico que ha de estar presente en la mente del veterinario con el fin de adoptar medidas urgentes en caso de que aparezca y lo que es más importante, saber evitarlo.
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