Desde hace años a menudo se les aconseja a los productores lecheros que dividan su rebaño de vacas lecheras en varios grupos. El agrupamiento o lotificación deberá ser eficiente y en todos los aspectos de la explotación. Sin embargo, hay algunos casos en los que la lotificación puede no ser económicamente rentable.
Los ganaderos deben comprender las ventajas y las desventajas del sistema, para ver si esta sería una opción lógica para su granja. El manejo en grupos nutricionales (NG) mejora, por lo menos de manera teórica, la precisión nutricional de las dietas.
Debería reducir las pérdidas de nutrientes, y aumentar los “ingresos sobre los costes de alimentación” (ISCA) en el sector lácteo.
Los ganaderos pueden agrupar a sus vacas en grupos nutricionales y/o grupos de manejo.
En los nutricionales, las vacas de cada grupo son alimentadas con una ración separada y diferente, se trata de satisfacer las necesidades de nutrientes de las vacas en diferentes etapas de lactancia.
Una desventaja clara es el aumento de la mano de obra para administrar y ejecutar el programa de alimentación, al mezclar una alimentación diferente para cada lote, otra puede ser las posibles confusiones entre lotes.
Por otro lado, existe desde siempre el uso de grupos de manejo, que son similares a los grupos nutricionales, aunque no requieren mano de obra adicional para mezclar una ración separada, ya que habitualmente tienen la misma alimentación excepto las vacas secas y novillas.
Este tipo de organización puede separar grupos, como novillas del rebaño de vacas adultas, inseminadas de corrales con toros para monta directa, vacas enfermas, vacas preñadas, vacas recién paridas y vacas de lactancia temprana en la cadena de ordeño, vacas más lentas en el ordeño, etc.
Estas separaciones, en general, nos permiten monitorear la condición corporal, preñez y estado de salud, de manera más sencilla.
Lotificación por manejo
Los grupos de manejo pueden potencialmente disminuir la competencia en el comedero y la cantidad de tiempo que las vacas pasan en el corral de espera del ordeño.
Estos grupos también requieren un poco de mano de obra adicional para mantenerlos y administrarlos.
Por lo tanto, agrupar a las vacas lactantes en varios corrales es una práctica común en las granjas lecheras. Sin embargo, la nutrición, por lo general, no se tiene en cuenta.
Contreras-Govea et al. (2015) encontraron que la fertilidad, el consumo de materia seca, el estado sanitario y la producc...