¿Qué es la Inversión o depresión en la grasa láctea?
Para leer más contenidos de NutriNews LATAM Octubre 2018
La nutrición y el manejo de la alimentación que optimizan la función ruminal contribuyen a aumentar la producción de leche, los porcentajes y rendimiento de los componentes lácteos (Stokes et al., 2000).
El Dr. Barbano de la Universidad de Cornell ha estudiado la relación entre la nutrición, las funciones ruminales y la composición de la leche, enfocando el estudio inicialmente en el muestreo de la leche en los tanques de frio.
¿Qué es la Inversión o depresión en la grasa láctea?
La producción de grasa y proteína se encuentran alta y positivamente correlacionadas entre sí, los niveles de producción de proteína corresponden aproximadamente al 80-85% de la grasa producida en vacas Holstein.
Cuando la producción de proteína se hace mayor que la de grasa, se presenta lo que se ha dado en llamar una inversión grasa/proteína o depresión en la grasa láctea, lo que indica la existencia de una alteración en la relación normal entre ácido acético: propiónico en el rumen y, por tanto, una acidosis ruminal.
Factores de la depresión en grasa láctea
Dos de los factores que pueden desencadenar esta situación son:
Los ácidos grasos de “novo” son los ácidos grasos (AG) sintetizados en la glándula mamaria.
Grasa láctea . ¿qué la compone?
La grasa láctea está compuesta en más del 95 % de su peso en triglicéridos y el resto de ésteres de colesterol, ácidos grasos libres y fosfolípidos.
En general, provienen de tres fuentes:
Frase destacada: Los ácidos grasos de novo explican casi la mitad de la variación en el porcentaje de grasa láctea.
Estos ácidos grasos de cadena corta y media (C4 a C14) comprenden aproximadamente 20-30% de los ácidos grasos totales de la leche y reflejan el funcionamiento del rumen: especialmente la fermentación de la fibra productora de ácido acético y butírico.
Por lo tanto, la cantidad relativa de ácidos grasos de novo en el total de la grasa de la leche, podría ser un barómetro de cómo se deben alimentar las vacas para obtener unafermentación ruminal ideal.
El origen del ruménico (ácido linoleico conjugado CLA) puede ser el rumen (7%) o la síntesis de novo (93%) en el retículo endoplasmático de la MEC, a partir del TVA (Trans Vaccénico, C18:1 trans-11) que proviene del rumen.
Este proceso es conocido como desaturación y es llevado a cabo por medio del complejo enzimático Δ9 desaturasa conocido también como Stearoil CoA Desaturasa o SCD que lleva a cabo la formación de los ácidos miristoleico (C14:1), palmitoleico (C16:1), y oleico (C 18:1 cis- 9), utilizando como sustratos el ácido mirístico (C14:0), palmítico (C16:0), y esteárico (C18:0), respectivamente.
¿Dónde se encuentra y cuál es la función de lipoproteína lipasa (LPL)?
A partir de estudios inmunohistoquímicos y bioquímicos, se ha encontrado que la enzima lipoproteína lipasa (LPL) está localizada tanto en la superficie y dentro de las células de los principales tejidos, como en la superficie luminal de las células endoteliales vasculares. Sin embargo, aún no hay claridad del lugar exacto en la glándula mamaria.
Por lo tanto, se cree que posiblemente esta enzima es producida en los adipocitos, secretada y transportada a través de la MEC tanto hacia los capilares endoteliales como hacia el sitio de secreción de leche en la MEC.
Una vez la LPL realiza el corte de AG en los capilares mamarios, estos deben atravesar lateralmente la bicapa lipídica de la membrana del capilar, luego cruzar células adyacentes que se encuentran entre el capilar y la MEC, para finalmente alcanzar la MEC y realizar sus funciones.
Medición de los AG de la leche
Se puede lograr una medición rápida de los ácidos grasos de la leche utilizando la tecnología NIRS – Espectroscopia de infra-rojo cercano – y al mismo tiempo tendríamos una idea bastante buena sobre el tipo y la intensidad de la fermentación ruminal (Barbano y Melilli, 2016).
Investigaciones actuales intentan definir la relación óptima entre estos tres grupos de ácidos grasos que resulte en la mayor producción de los componentes de la leche.
Barbano y Melilli (2016) expusieron, en la Conferencia de Nutrición de la Universidad de Cornell, que:
Los rebaños de Holstein necesitan alcanzar una concentración de ácidos grasos de novosuperior a 0,85 g / 100 g de leche para mantener una grasa superior al 3,75% y una proteína verdadera mayor Superior al 3.10%. Asimismo, los ácidos grasos mixtos deben superar los 1,40 g / 100 g de leche.
Rumen pH, composición de la leche
Varios factores nutricionales desempeñan papeles bien conocidos en la alteración de la composición de la grasa de la leche:
(resumido en Woolpert et al., 2016a).
Sin embargo, el papel del manejo de la alimentación queda menos claro.
Muchos factores influyen en la digestión de las fibras del rumen y en la producción de proteínas microbianas.
El pH del rumen tiene un gran impacto en la fermentación de la fibra y en factores nutricionales tales que un exceso de almidón rumen fermentable disminuirá el pH y disminuirá tanto la velocidad de paso de la partícula a través del rumen, como la cantidad de la degradación ruminal de la fibra.
Recientemente se ha puesto de manifiesto que las prácticas de alimentación o de manejo que degradan el ambiente del rumen -especialmente todo lo que reduce el pH- resulta en un cambio en la biohidrogenación ruminal a una vía alternativa y el ácido linoleico conjugado trans-10, cis-12 (CLA); teniendo la acumulación de este isómero CLA en pequeñas cantidades un gran efecto en la reducción de la grasa de la leche (Harvatine y Bauman, 2011).
Incluso pequeños cambios en el pH ruminal pueden influir en la grasa de la leche. Reducciones tan pequeñas como una de 0,10 en el pH ruminal puede provocar una disminución de 0,10 en la grasa de la leche, asociada con el cambio en la producción de isómeros CLA (Jenkins y Prokop, 2013).
Nutrición, manejo y manejo de alimentación
Por lo tanto, hay una pregunta básica que conviene hacerse sobre Nutrición, manejo y manejo de alimentación:
¿Qué prácticas de manejo de la alimentación mejoran las condiciones ruminales, y como se reflejan contenido de ácidos grasos de la leche?
Woolpert et al. (2016b) analizando datos obtenidos en granjas en el norte de Nueva York y Vermont, evaluaron qué prácticas de manejo de la alimentación modificaban la composición de leche en los tanques de frío.
Los rebaños fueron categorizados como altos o bajos en ácidos grasos de novo.
Los factores nutricionales y de manejo que se asociaron con los mayores contenidos en ácidos grasos de leche de novo y en general un mayor contenido de grasa de la leche, fueron los siguientes:
1/ Densidad de los animales en los establos. Los rebaños con un mayor espacio en los comederos de al menos 46 cm por vaca y el 110% de vacas respecto de los cubículos para descansar tuvieron un mayor contenido de ácidos grasos de síntesis de novo.
Un trabajo reciente del The Miner Institute (Campbell y Grant, 2016) encontró que la sobrepoblación tiene un mayor efecto negativo sobre el pH del rumen que los niveles de fibra neutro en detergente (FND).
2/ Frecuencia de alimentación. Las granjas con estabulación libre con un reparto de alimentación de por lo menos dos veces al día tienen niveles hasta 5 veces más altos los niveles de AG de novo que las granjas con alimentación única.
En las granjas con el sistema de animales atados la diferencia aumentaba siendo hasta 11 veces más la síntesis de novo cuando la alimentación se dividía varias veces al día.
3/ Fibra neutro detergente efectiva. Los rebaños alimentados con “ración total” con un contenido superior al 21% de FND efectiva (como porcentaje de materia seca) tuvieron hasta 10 veces más alto el contenido en AG de novo, era lo esperado dada la relación entre la fibra efectiva, el pH ruminal, la fermentación de la fibra y la síntesis de proteína microbiana.
Conclusiones
Parece claro que el contenido de ácidos grasos de novo de la leche en los tanques frio de las granjas lecheras comerciales, está correlacionado positivamente con el nivel de grasa total de la leche y la producción de proteína verdadera.
En el futuro, la tecnología NIRS se utilizará para monitorear rutinariamente la leche para las proporciones de ácidos grasos de novo, mixtos y preformados.
Los establos con un exceso de animales por espacio de comedero y un número mayor de vacas que cubículos, la frecuencia de alimentación menor a dos veces por día y la fibra neutro detergente efectiva insuficiente se asocian con síntesis reducida de ácidos grasos de novo.