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Por Anna Fernández Oller , veterinaria y redactora / nutriNews, Grupo de Comunicación agriNews S.L.
Hasta 45 elementos minerales se han detectado presentes en concentraciones variables en los organismos vivos. De ellos solamente 22 se reconocen como esenciales para la vida animal. Los 23 minerales restantes están presentes pero sus requerimientos y funciones están por demostrar.
Aunque , al igual que las vitaminas no aportan energía al organismo, los minerales suponen de un 4 a un 5% del peso corporal total y son componentes necesarios para el crecimiento y mantenimiento fisiológico del animal.
Aquellos minerales que se requieren en cantidades superiores a los 70 mg/kg de peso vivo son denominados macrominerales principales son (7) : calcio (Ca), Fósforo (P), Potasio (K), Sodio (Na), Cloro (Cl), Magnesio (Mg) y Azufre (S).
Y los que se precisan en muy pequeñas cantidades (menos de 70 mg/kg de peso vivo) son los microminerales, oligoelementos o elementos traza (8, principales) : Cobalto (Co), Cobre (Cu), Yodo (I),Hierro (Fe), Manganeso (Mn), Molibdeno (Mo), Selenio (Se) y Zinc (Zn), aunque también debemos citar Cromo, Fluor estaño, Vanadio, Silicio, Níquel, Arsénico.
Los minerales en el organismo tienen tres funciones principales:
-Estructural proporcionan rigidez, dureza y estabilidad a los tejidos como hueso, cartílago y dientes.
-Reguladora, regulan la transmisión neuromuscular, la permeabilidad de las membranas celulares, el balance hidroelectrolítico y el equilibrio ácido-base.
-Actividad catalítica como integrantes de enzimas y compuestos biológicos activos.
Como componentes de sistemas enzimáticos regulan el metabolismo, contracción muscular, sistema nervioso, coagulación de la sangre, etc. Por todo ello, el mantenimiento de una concentración normal de minerales en los líquidos corporales es vital para el organismo.
Los minerales desempeñan un importante papel en el buen funcionamiento del organismo. Las necesidades diarias de minerales son muy pequeñas, sin embargo, su deficiencia puede ser el principio de un sinfín de enfermedades. El consumo de cantidades suficientes de minerales hace a los organismos más resistentes a enfermedades ordinarias.
Los minerales están en el organismo en muy pequeñas cantidades pero además se desenvuelven en unos márgenes muy estrechos. Algunos minerales se mantienen en niveles constantes durante toda la vida del animal, otros en cambio están escasos al principio y su tasa va aumentando con la vida del animal como el caso del Ca y P (50% en juventud). Los niveles en el medio interno están regulados por homeostasis, por el contrario hay otros cuyos niveles dependen de la cantidad ingerida.
Los minerales que ingresan en el organismo dependen del aporte de:
-Concentrados y forrajes, a su vez la cantidad que contienen depende de múltiples factores: especie, suelo, estado vegetativo, climatología, abonado, …
-Suplementos vitamínico-minerales
-Agua de bebida.
La absorción se realiza en forma de iones en el intestino delgado o en los primeros tramos del intestino grueso. En rumiantes también existe la posibilidad de que se absorban a través de las paredes del rumen.
La excreción se realiza según la especie animal preferentemente por heces u orina. Por ejemplo los rumiantes tienden a excretar Ca y P por las heces mientras que los monogástricos lo hacen por la orina.
Las deficiencias se suelen manifestar por una serie de síntomas externos, retraso del crecimiento, peor uso y eficacia de los alimentos, y trastornos de fertilidad.
Los excesos se manifiestan por síntomas de intoxicación, bien por alta mortalidad o por situaciones intermedias crónicas.
Los desequilibrios se pueden producir entre los mismos minerales o bien con otras sustancias orgánicas. En el primer caso está el ejemplo clásico del exceso de P que precipita al Ca, en el segundo se puede poner como ejemplo la formación de quelatos, compuestos solubles entre un compuesto orgánico y un ion metálico.
Para prevenir las deficiencias y desequilibrios se suele recurrir a:
-Administración de concentrados que contengan minerales o incluir correctores vitamínico-minerales comerciales.
-Poner a disposición del ganado bloques con mezclas minerales para lamer.
-Administración junto al agua de bebida.
-Inyecciones.
-Prevención indirecta por administración de fertilizantes al pasto.
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