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Es sabido que las materias primas y los piensos destinados a la alimentación animal pueden ser objeto de contaminaciones microbianas y fúngicas; sin embargo se piensa generalmente que solo afecta a producciones ganaderas como la avicultura y el porcino, y esto no es así.
Cuando los microorganismos de origen fúngico se desarrollan de igual modo en piensos para una especie u otra, y la formación de los metabolitos pueden presentar toxicidad en cualquier animal que los ingieran.
De entre los 300 y 400 compuestos descritos, sólo 30 se relacionan a propiedades tóxicas importantes en ganadería.
Diversos estudios recientes concluyen que cerca del 86% de las muestras analizadas dan lecturas positivas a micotoxinas como Zearalenona, DON (vomitoxina) y Aflatoxinas. Este hecho indica que no se trata de un problema aislado sino que va en aumento, interfiriendo cada vez más en las producciones ganaderas
En cunicultura, en particular, cerca del 30% de las muestras de materias primas enviadas a analizar dan positivo a la presencia de micotoxinas y hoy en día los niveles son superiores a las muestras que se enviaban hace apenas 5 años:
⇒ El efecto tóxico en el caso de conejos se debe:
Por su condición de metabolito secundario derivado de la síntesis de los ácidos grasos, su localización habitual de las micotoxinas en los conejos es en el hígado y los riñones, aunque en intoxicaciones graves se pueden acumular incluso en la musculatura.
La presencia de micotoxinas en el alimento destinado a conejos no implica en ningún modo que afecte a los animales, sino que es necesario que coincidan varios factores simultáneamente para que el proceso les afecte.
Tabla 1. Principales micotoxinas producidas que afectan al conejo, y sus hongos productores
Los conejos parece que tienen una resistencia superior a las micotoxinas y a sus efectos adversos que otras especies animales.
EL GRAN PROBLEMA EN CUNICULTURA ES EL DESCONOCIMIENTO EN NUMEROSOS CASOS DE LA PRESENCIA SIMULTÁNEA DE VARIAS MICOTOXINAS
Únicamente se analizan un número reducido de muestras y para diferentes micotoxinas, y parece ser que el efecto sinérgico de éstas en toxicidad es superior en conejos.
Esto puede ser debido seguramente a la interacción con la flora cecal imprescindible en cunicultura que la presencia de toxinas enmascaradas o no asimiladas dificulta su detección.
Los factores que afectan a la gravedad del proceso en cunicultura no difieren respecto otras producciones ganaderas:
No es habitual diagnosticar a nivel de campo procesos de intoxicación por micotoxinas debido a 4 circunstancias:
Tabla 2. Micotoxinas más habituales y sus efectos en cunicultura
En algunos de los casos diagnosticados de manera más clara, las sospechas han recaído en la poca bioseguridad aplicada en las granjas y derivados del pienso o concretamente de la conservación del pienso, ya que los silos pueden estar durante periodos largos sin la correcta limpieza y desinfección, originándose el problema en el propio silo de la granja, a menudo por piensos que contienen materias primas con riesgo.
» ALIMENTO ENMOHECIDO
Una vez tenemos el alimento contaminado por un crecimiento de moho, aunque eliminemos el moho causante, no solucionamos el problema. Lo único que hacemos entonces es frenarlo, pero las micotoxinas ya están ahí y permanecen en la materia prima.
» CONTAMINACIÓN EN EL SILO
Si la contaminación tiene lugar en el silo de la instalación, la solución es costosa pero inmediata.
Si el problema es el silo, hay que proceder a vaciar totalmente el silo, limpiarlo y desinfectarlo, pasando a continuación a revisar toda la superficie del silo buscando los poros por donde pueda entrar el agua o la humedad y que es uno de los orígenes del problema.
En cuanto al pienso, los métodos de prevención dependen básicamente de la instauración de unos códigos de buenas prácticas tanto en la cosecha como en el almacenamiento de las materias primas en la fábrica así como identificar correctamente el origen de las materias primas de elevado riesgo.
En cunicultura son un riesgo precisamente por el aporte de una gran variedad de micotoxinas de bajo riesgo que suman y acaban por alterar el equilibrio cecal del animal.
Por ese motivo la producción cunícula es una consumidora nata de productos tecnológicos en la prevención de la micotoxicosis, combinando los adsorbentes con antioxidantes que combaten los efectos causados por las micotoxinas mediante:
El uso de aditivos diseñados específicamente para combatir las micotoxinas tienen un coste evidente en el valor del pienso fabricado, y por ello es necesario que ese coste sea rentable.
Apostar por gamas económicas a corto plazo pueden derivar en problemas crónicos, por lo que siempre es preferible equipar a los piensos con todas las medidas posibles de prevención y mediante análisis seriados comprobar la situación periódicamente, aumentando o disminuyendo la inclusión de ellos según sea necesario, teniendo siempre en cuenta que las analíticas habitualmente son lentas y costosas y hay que trabajar siempre avanzándose a las posibles problemáticas.