Así lo ha puesto de manifiesto Pedro Cordero, director general de Nanta en España, quien ha afirmado que “nuestro compromiso con este reto surge de la necesidad de aportar nuestro conocimiento y experiencia para contribuir a reducir el avance de las resistencias antimicrobianas y ofrecer modelos alternativos de producción que garanticen un buen estado de salud del ganado al tiempo que reducen el uso de antimicrobianos”.
Cristina Muñoz, de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), ha destacado que este asunto está presente ya en la agenda internacional. “De hecho -ha recordado-, la Organización Mundial de la Salud y Naciones Unidas han hecho un llamamiento alertando de que el aumento de las resistencias antimicrobianas ocasionará la muerte a cerca 10 millones de personas en 2050 si no logramos adoptar medidas que frenen estas resistencias, reduciendo el consumo de antibióticos y fomentando la búsqueda de nuevas moléculas”.
Muñoz ha incidido en la necesidad de reforzar el Plan de Vigilancia para la sanidad animal contemplado en la Estrategia Comunitaria de reducción de resistencias, que cuantifica la cantidad de antibióticos administrados a las distintas cabañas ganaderas, para establecer un perfil por subsectores y países que permita comparar y adoptar medidas correctivas en casos de consumos excesivos.