La alimentación representa el principal coste de producción en una ganadería de leche.
Un aspecto determinante de dicho coste es el precio de las materias primas, sobre el cual no siempre puede influir el ganadero, especialmente en el caso de los mercados internacionales de cereales y leguminosas, y los fenómenos meteorológicos extremos.
Sin embargo, en otras ocasiones, el ganadero sí puede influir gracias a:
- La capacidad de negociación, de compra y de almacenamiento.
- La reducción de mermas en los forrajes almacenados.
- La elección de los cultivos y las prácticas agrícolas que aseguren unos rendimientos adecuados.
Coste por vaca
Donde verdaderamente puede influir el ganadero es a través de una alta ingesta en sus vacas y de la eficiencia con la que se transforma la ración diaria en leche, pudiendo tener estos aspectos mayor repercusión en el Coste por vaca presente de la alimentación que el precio de los alimentos.
¿Qué acciones determinan el aumento de la ingesta?
- Mejorar la calidad de los forrajes
- La elección del momento adecuado para la distribución y el arrimado continuo de la ración
- Protección de los comederos de las inclemencias del tiempo
- Evitar calentamientos
- Mejorar el procesado del tamaño de las partículas para que no haya selección
- Evitar que se generen problemas metabólicos en las vacas, vigilando la salud en general y la podal en particular
- Mejorar el bienestar de las vacas
- Selección genética
El problema es que si un aumento de la ingesta no se traduce en un incremento de la leche, tenemos un problema económico muy serio, aunque luego las vacas nos las paguen mejor.
Eficacia de la alimentación
La mejora en el manejo de la granja que suponen todas las medidas anteriores debe ir acompañada no solo por un aumento de la ingesta, sino también por una mejora de la eficacia de la alimentación.
La eficacia de la alimentación se mide de dos formas:
- Eficacia de la ingesta: nos indica cuántos kg de leche conseguimos producir por cada kg de materia seca que ingiere la vaca.
- Eficacia proteica: calcula la cantidad de proteína que produce una vaca en la leche por cada 100 kg de proteína que ha ingerido con la ración.
La evolución que ha tenido la eficacia proteica desde 2010 ha sido espectacular para una ganadería media del Programa de Eficiencia Productiva:
con una producción de 1.312 t de leche/año, pasar de un 27,4 % de eficacia proteica a un 29,9 %, valor medio de 2017, por lo que le supone dejar de consumir 30 t de harina de soja 44 al año, con un coste de unos 11.000 €, además de todas las repercusiones medioambientales que veremos más adelante.
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