La invasión de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022 generó inmediatas repercusiones en el mercado internacional de commodities agrícolas. La interrupción de las vías de comercialización, alteró la disponibilidad de materias primas de origen agrícola, provocando una disparada de los precios internacionales. Ambas partes del conflicto bélico son jugadores de peso en el mercado agrícola, representando, por ejemplo, el 30% de las exportaciones mundiales de trigo.
El acuerdo venció el 17 de noviembre de 2022, y fue renovado sin mayores complicaciones hasta el 17 marzo del corriente año. Las incertidumbres llegaron cuando semanas previas al segundo vencimiento, versiones extraoficiales especulaban con que Rusia no renovaría el acuerdo. El principal motivo, es que Moscú considera que el acuerdo prioriza las vías comerciales que más interesan a Ucrania, y deja en un segundo plano a las de su interés.
Finalmente, y con la mediación de Rebeca Grynspan, de la Agencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, el acuerdo fue prorrogado, aunque no hay de momento precisiones acerca de su duración. Fuentes ucranianas aseguran que la prórroga es por 120 días, mientras que del lado ruso hablan de 60.
«La Iniciativa de Granos del Mar Negro, firmada en Estambul el 22 de julio de 2022, ha sido prorrogada» confirmó el portavoz del secretario general de la ONU.
Desde Naciones Unidas indicaron que gracias a los 8 meses del acuerdo, pudieron exportarse 23 millones de toneladas de granos, que en un 55% tuvieron como destino países en vías de desarrollo.
Actualmente, los precios internacionales de los granos están volviendo a los valores previos a la irrupción de la guerra. Según los analistas, el acuerdo en cuestión es una de las razones que explican este fenómeno.
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