Dicha barrera está formada por componentes físicos, químicos, microbiológicos e inmunológicos y sirve de filtro entre el ambiente de la luz intestinal y la necesaria homeostasis del intersticio del cuerpo.
Animales eficientes = Buen funcionamiento del tracto intestinal
Para obtener producciones animales eficientes, así como un alto bienestar animal, es necesario alcanzar un buen funcionamiento del tracto intestinal de los animales.
A día de hoy, el buen funcionamiento del tracto intestinal es cada vez más importante, ya que, sobre todo, en el caso de los monogástricos, los ritmos de crecimiento alcanzados por la mejora genética son cada vez más altos.
Debido a esta situación, es imprescindible conseguir un desarrollo y salud del tracto gastrointestinal saludable, con una población microbiana balanceada y secreciones enzimáticas adecuadas.
Además, si conseguimos una buena salud intestinal, no sólo conseguiremos una mejor utilización de nutrientes, sino que también reduciremos de manera significativa el uso de antibióticos, objetivo que va tomando cada vez más relevancia en producción animal, debido tanto a presiones internas del sector como de la sociedad en general.
Cómo definir el tracto gastrointestinal
Podríamos definir el tracto gastrointestinal como el conjunto de órganos que forman un ecosistema dinámico y complejo que varía según especies, pero que en todos los casos consumen y digieren alimentos para extraer energía y nutrientes, y más tarde, expulsan lo residuos que el organismo no puede utilizar.
El tracto gastrointestinal además de realizar funciones esenciales tales como la digestión y la absorción de nutrientes, también actúa como barrera de protección frente a diversos microorganismos patógenos y toxinas.
Dicha barrera está formada por componentes físicos, químicos, microbiológicos e inmunológicos y sirve de filtro entre el ambiente de la luz intestinal y la necesaria homeostasis del intersticio del cuerpo.
Además hay que tener en cuenta que la mayor parte de la respuesta inmune se encuentra en el sistema digestivo.
Qué significa salud o integridad intestinal
Definir salud o integridad intestinal no resulta fácil, ya que es el resultado de la interacción de factores físicos, químicos e inmunológicos intrínsecos al animal con factores externos como la flora bacteriana, la alimentación y las condiciones ambientales de cada explotación.
Sin embargo, podríamos definirla como el funcionamiento óptimo del tracto intestinal, el cual maximiza el desempeño productivo y rentabilidad de los animales.
Será entonces importante asegurar un desarrollo temprano y completo del aparato digestivo, para asegurar así, una buena absorción de nutrientes, y en consecuencia, unos buenos índices de crecimiento y de conversión.
Cómo evaluar la integridad intestinal
Para evaluar la integridad intestinal podremos hacerlo:
A nivel de campo, mediante :
A nivel de laboratorio, mediante :
Factores que influyen en la salud intestinal
Los principales factores que influyen en la salud intestinal son:
Dentro del organismo se establece un equilibrio entre la dieta, la mucosa intestinal y la microbiota que puede verse afectado de manera negativa por factores como situaciones de estrés o el ataque de diversos patógenos.
A lo largo del tracto intestinal se establecen microhabitats donde conviven flora microbiana de tipo indígena y otra flora compuesta por microorganismos potencialmente patógenos.
Cualquier alteración de dichos microhabitats que conlleve pérdidas de la flora microbiana de tipo indígena puede conllevar a que microorganismos transeúntes, potencialmente patógenos, tomen posesión de los nichos vacíos dejados por las bacterias indígenas.
Para evitar dicha pérdida de equilibrio las células del aparato gastrointestinal se han diferenciado para permitir de manera selectiva el paso de nutrientes y al mismo tiempo restringir el acceso de agentes patógenos.
La mucosa intestinal está compuesta por una capa de células epiteliales, una lámina propia subyacente y la mucosa muscular. Para el transporte se utilizan dos rutas, la transcelular y la paracelular.
La ruta paracelular es la que realiza principalmente la función de barrera intestinal.
Garantizando una buena salud intestinal
Durante los últimos años, el sector de la nutrición animal se ha esforzado por buscar alternativas a los antibióticos que garanticen una buena salud intestinal.
Actualmente, existen diversas alternativas a los antibióticos en la industria de la nutrición animal dentro de la categoría de “mejoradores de la salud intestinal” que pueden agruparse principalmente en pre-bióticos, pro-bióticos, extractos botánicos, ácidos orgánicos y metabolitos nutricionales.
Pre-bióticos
Los pre-bióticos promueven la proliferación de algunas bacterias benéficas o son ingredientes que promueven cambios beneficiosos para el animal en la microflora intestinal.
Pro-bióticos
Además engañan a las bacterias patógenas para que se adhieran a sus oligosacáridos reduciendo los patógenos del tracto intestinal. Los pro-bióticos son organismos vivos que se agregan al pienso garantizando una cierta cantidad de UFC (Unidades Formadoras de Colonias) por gramo de pienso.
Actúan por exclusión competitiva consiguiendo una menor adherencia de bacterias patógenas a la mucosa intestinal.
Ácidos orgánicos
El uso de ácidos orgánicos y sus sales ha ido en aumento tanto en el pienso como en agua de bebida, ya que mejoran la integridad intestinal de los animales, traduciéndose en mayores crecimientos y mejores producciones.
Pueden incluirse en la dieta durante todo el período productivo, pero son especialmente útiles en períodos estresantes para los animales (destetes, épocas de calor, inicio de puesta, etc.).
Figura 1. Efecto sinérgico de los ácidos orgánicos y los aceites esenciales en la inhibición de bacterias patógenas en pH alto
En general las bacterias son sensibles a la acción de los ácidos orgánicos, ya que además de la disminución del pH, a menudo tienen un efecto antibacteriano. Sin embargo, no todas las bacterias son igual de susceptibles a todos los ácidos, por lo que es recomendable usar productos que incluyan una mezcla de ácidos orgánicos que actúe contra el mayor número de bacterias posible.
El Grupo PH-Albio, con una trayectoria de más de 10 años en el uso de ácidos orgánicos, comercializa como producto de referencia BiCidal®, que además de una mezcla de ácidos orgánicos, incorpora bioflavonoides y aceites esenciales seleccionados que provocan un efecto sinérgico y una eficacia antimicrobiana extraordinaria.
Los aceites esenciales se han usado siempre en medicina humana pero su uso en alimentación animal es relativamente reciente. Son metabolitos secundarios de las plantas que normalmente ejercen una función de defensa contra agresiones externas (organismos patógenos, desecación, radiación ultravioleta, etc.).
Hoy en día existen numerosos estudios que demuestran que lo aceites esenciales tienen un potente efecto antimicrobiano además de propiedades antioxidantes, antifúngicas, etc.
El beneficio de usar conjuntamente ácidos orgánicos y aceites esenciales o bioflavonoides reside en que a niveles de pH neutro o básico (como es el caso en algunos tramos del sistema digestivo de los monogástricos) los ácidos orgánicos se disocian (COO- y H+) y los iones no pueden entrar en las células bacterianas, la presencia de algunos aceites esenciales y bioflavonoides sigue permitiendo que la pared celular sea permeable a los aniones de los ácidos orgánicos, que así pueden llevar a cabo su acción destructora dentro de la bacteria independientemente del pH del medio.
Dentro de los ácidos orgánicos que pueden resultar de interés para preservar la salud intestinal, encontramos también algunos ácidos grasos de cadena corta como el acético, el propiónico y el ácido butírico, que se producen de forma natural en el intestino de mamíferos, aves y peces.
Sin duda, el ácido butírico ha sido el más estudiado y el que mejores resultados ha obtenido a nivel de salud intestinal. El Grupo PH-Albio, comercializa tributirinas (Prophorce™SR), ácido butírico esterificado de alta concentración.
Hasta hace poco el principal problema del ácido butírico residía en su difícil manejo por su desagradable olor y su baja estabilidad. Para solventar dicho problema existen productos donde se han protegido las sales de ácido butírico con grasa, pero el resultados son productos menos olorosos y más estables pero también con un muy bajo punto de butírico y más caros.
La última generación de productos a base de butírico solventa el problema del olor y la estabilidad sin disminuir el punto de butírico del producto a través de la esterificación con glicerol.
Compuestos derivados de plantas
Por último, es importante mencionar los compuestos derivados de plantas, ya que cada vez más estudios afirman que muchos de ellos tienen un papel beneficioso en la salud e integridad intestinal, y sólo se ha estudiado un pequeño porcentaje de los compuestos que pueden ser efectivos como sustitutos de los antibióticos en cuanto a salud intestinal se refiere.
Ya hemos hablado de las propiedades antibacterianas de los aceites esenciales y bioflavonoides y del interés de su uso conjunto con ácidos orgánicos, pero aparte de dichos compuestos, a día de hoy, hay otras sustancias derivadas de plantas también muy eficaces que han demostrado propiedades antimicrobianas muy fuertes.
Lo más deseable sería, que además de ser activos contra posibles patógenos, tuvieran un efecto positivo sobre la flora benéfica alterando la cantidad y diversidad de microorganismos intestinales.
El mecanismo de acción de muchos derivados de plantas todavía no es bien conocido por lo que a la hora de elegir un aditivo para la dieta de nuestros animales, es importante contar con información contrastada y estudios in vivo con animales.
Desde el Grupo PH-Albio, hemos desarrollado un nuevo producto llamado Afex®, se trata de una mezcla de fitoquímicos cuyo mecanismo de acción está perfectamente estudiado y con una eficacia antimicrobiana y anti protozoaria probada.
Su efectividad radica en su actividad antimicrobiana directa (interacciona con ácido nucleico inhibiendo el crecimiento celular), reduce la adherencia de las bacterias a la superficie de la mucosa intestinal, inhibe la acumulación de líquido intestinal y secreción de iones, reduce la motilidad intestinal, reduce la inflamación y refuerza las uniones intercelulares del epitelio intestinal ya que tienen la capacidad de modificar las TJ.
En conclusión, podemos decir, que es innegable que el mantenimiento de una buena salud intestinal en los animales de producción es necesario para obtener unos rendimientos productivos competitivos. Con el fin de mantener una buena salud intestinal sin depender del uso de antibióticos, la industria de la nutrición animal lleva investigando durante años varias alternativas con muy buenos resultados. Algunas de estas alternativas están ya muy instauradas en la industria, como en el caso de los ácidos orgánicos, y otras empiezan a aparecer y cada vez suenan con más fuerza por sus prometedores resultados, como en el caso de los derivados de plantas. Será importante elegir en cada caso particular la alternativa que más convenga para asegurar un alto rendimiento y bienestar animal de la explotación.
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