El documento, titulado “Contribución de los alimentos de origen animal terrestre a una dieta sana para mejorar la nutrición y la salud» tiene una extensión de más de 260 páginas, y es considerado el más completo escrito sobre el tema. Para su confección, los equipos de la FAO consultaron a más de 500 estudios científicos.
“Las especies y razas ganaderas contribuyen a una alimentación sana, sobre todo en zonas poco o nada aptas para la producción agrícola” señalan al inicio del informe María Helena Semedo y Máximo Torero, directora general de la FAO y economista jefe de la organización, respectivamente.
Concretamente, señala que la carne, los huevos, y la leche, aportan nutrientes que no pueden obtenerse fácilmente en alimentos de origen vegetal. Dichos nutrientes, son especialmente importantes en determinados momentos de la vida humana, como el embarazo, la lactancia, la infancia, la adolescencia, y la vejez. |
Macronutrientes como las proteínas, las grasas y los hidratos de carbono, y micronutrientes como el hierro o la vitamina A, son difíciles de encontrar en cantidad y calidad adecuadas en una dieta netamente vegetal.
El informe también se hace eco de las diferencias en el consumo de estos productos a lo largo del globo, y cita ejemplos de cada uno:
Cuestión medioambiental
El documento incluye algunas cuestiones relacionadas al medio ambiente. María Helena Semedo, directora adjunta de la organización, hace un llamamiento al sector ganadero a «contribuir a hacer frente a una serie de desafíos», entre los que menciona a la deforestación, las emisiones de CO2, el uso indebido del agua y la tierra, y la contaminación en general.
Por otro lado, se menciona la importancia del correcto uso de los antimicrobianos, y del correcto manejo del ganado en cuestiones sanitarias, en búsqueda de minimizar los riesgos de enfermedades zoonóticas.
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