El papel de los
pre-iniciadores
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El uso de dietas especiales al principio de la vida del pollo parece relacionarse también con un mejor rendimiento de la canal y un incremento de su calidad.
Tradicionalmente se le ha dado cierta importancia al empleo de dietas especiales de pre-inicio en los pollos de carne.
Aunque no fuese más que por estas apreciaciones, la importancia de un alimento de arranque quedaría plenamente justificada.
El papel de los
pre-iniciadores
Pero otro condicionante es que, además, los procesos fisiológicos que tienen lugar durante el periodo de arranque del pollo no se han modificado.
Si antes decíamos que el pollo precisa de entre 7 y 10 días para completar su desarrollo intestinal y su producción de enzimas, estabilizar su flora bacteriana intestinal y completar su desarrollo del sistema inmune esto es igualmente válido ahora, sólo que le tiempo de reacción posterior se ha reducido sensiblemente.
Pero nuevos desafíos han aparecido en este tiempo, relacionados con el uso de antibióticos y con la calidad de canal. El gran desarrollo del pollo, con elevadas tasas de consumo y crecimiento, genera una serie de problemas fisiológicos que incrementan la gravedad de ciertos problemas de calidad de canal (en los últimos tiempos, sobre todo de calidad de carne de pechuga). Esto supone una nueva oportunidad para los alimentos preiniciadores que trataremos de explicar.
Orientados al aumento del peso corporal
Los trabajos realizados anteriormente con el uso de este tipo de alimento se orientaban al aumento del peso corporal de los pollos al sacrificio.
Se observó entonces que dietas de preestarter aseguraban un mejor peso corporal a los 7 y 14 días, de forma estable y significativa en casi todos los casos.
Desafortunadamente, esta diferencia se iba diluyendo conforme se incrementaba la edad de los animales, de modo que a los 45 o 50 días la diferencia, si bien numéricamente era positiva (o incluso estadísticamente significativa), no resultaba rentable en términos de coste para las empresas.
Esto hizo que muchas de ellas redujesen su uso o incluso que, en aras de una mayor flexibilidad logística, en muchas desapareciera como alimento especial.
Pre-iniciadores, mejoran la calidad de la carne
Pero algunos trabajos recientes parecen indicar que el uso de alimentos de preinicio especiales mejoran algunos aspectos de calidad de carne (como la pechuga de madera o el White Striping) o pueden ayudar a incrementar el rendimiento de canal. Y esto sí sería de interés desde un punto de vista económico.
Esto sin contar con que un incremento de peso a los 14 días puede ser ahora mucho más trascendente en relación al peso final que hace algunos años.
Diseño de los alimentos pre-inicio
No está de más, por tanto, recordar alguno de los elementos de diseño de los alimentos de pre-inicio de los pollos de carne.
1.-PRESENTACIÓN FÍSICA:
El principal problema de los pollitos en los primeros días no es tanto QUÉ comen, sino más bien CUÁNTO comen.
Asegurar un elevado consumo de los pollitos es esencial, y esto pasa sobre todo por un buen manejo y unas correctas instalaciones, pero también por la presentación física del pienso.
Vigilar la presentación de la migaja, evitando las muy grandes, o muy pulverulentas, o muy duras, o el alimento en harina.
La dureza de la miga es uno de los factores más determinantes a la hora de limitar el consumo de los pollito, que tienen un pico extraordinariamente delicado en estos primeros días.
El uso de alimento en gránulo fino y corto es extraordinario para incrementar el consumo, aunque su efecto se diluye rápidamente salvo que los siguientes piensos sean también en gránulo.
Tabla 1. Efecto de la presentación física sobre el peso del pollo a los 7 y a los 42 días (diferencia entre alimento pre-iniciador en migaja o en gránulo fino; Nutreco PRC)
También el uso de piensos coloreados, puede mejorar el resultado, en términos de consumo y peso, particularmente el color rojo. Si bien es cierto que los aditivos autorizados en la UE limitan muchísimo su uso por precio. En pruebas realizadas en su momento se observaron mejoras en el entorno del 2% de peso final.
También ayuda mucho, en términos de mejora de ingesta, el incremento de los niveles de Na en la fórmula:
Gráfica 1. Efecto del empleo de valores altos de Na en dietas de pre-inicio sobre el peso a 7 días (Dr. Mario Penz; 1995)
Evidentemente, el límite del uso de valores altos de Na se situará en la calidad de la cama que se pueda obtener, ya que el incremento de consumo de agua es significativo, y no deberá mantenerse más allá de 5 a 7 días.
2.- NIVELES DE NUTRIENTES:
Los valores de aminoácidos y, por tanto, de proteína de la dieta estás sujetos a continuos cambios y reevaluaciones.
En apariencia, valores de lisina por encima de 1,2% no terminan de proporcionar mejoras evidentes en el peso de los pollitos a los 7 días, salvo que se combinen con incrementos significativos en el nivel de PB del pienso.
Tabla 2. Efecto de diferentes niveles de Lisina y Proteína Bruta en el resultado de pollos de carne (Mohsen Farkhoy, Mehrdad Modirsanei; 2012)
El problema es que incrementar significativamente los niveles de PB pasa por aumentar en proporción la cantidad de soja añadida a la fórmula, y los pollitos en los primeros días no son especialmente eficaces en su digestión, independientemente de la calidad del tratamiento térmico empleado.
Por otra parte, niveles demasiado bajos en proteína pueden significar (especialmente en dietas con base trigo/soja) una cierta deficiencia en glicina o serina, además de otros aminoácidos no esenciales.
Por todo ello, el empleo de materias primas alternativas a la soja, tales como hidrolizados, sojas fermentadas, plasmas, etc puede ser extremadamente útiles con este fin.
3.- CALIDAD DE GRASA
Es un factor de gran importancia, dada la relativa falta de enzimas de los pollitos en los primeros días. Desde este punto de vista, deben valorarse cuidadosamente tanto el origen y tipo de la grasa utilizada (preferentemente más insaturadas) como su calidad, ya que niveles no muy altos de peróxidos condicionan gravemente su disponibilidad.
Según datos publicados, la presencia de un nivel de 7 meq/kg en una dieta de pollos de arranque produce pollos un 11% más livianos que la misma dieta con 0 meq/kg a los 21 días.
Asegurar una calidad de grasa adecuada, independientemente de la cantidad que se incorpora, es fundamental.
En relación con la cantidad, las dietas de pre-inicio suelen ser bajas en EM, pero esto no debe significar piensos muy bajos en grasa, ya que esto puede condicionar la palatabilidad y el consumo del pienso.
4.- MICROINGREDIENTES
Se debe asegurar un nivel adecuado de microminerales y vitaminas, particularmente de aquellas que ayudan a un correcto desarrollo inmunitario.
El empleo de dietas con valores más altos de vit. E y/o Selenio (preferiblemente orgánico) contribuyen a un mejor desarrollo inmunitario y a un mejor desarrollo celular.
5.- ADITIVOS
Aunque la lista de aditivos es muy extensa, y todos ellos tienen una importante misión que cumplir, parece que una buena opción es la combinación de niveles más altos de Betaína con el uso de Butirato, ya que contribuyen al desarrollo intestinal, incrementan el consumo voluntario, reducen el estrés celular y aportan algunos aminoácidos que pueden resultar limitantes.
CONCLUSIONES
Como indicábamos al inicio de este documento, el uso de dietas especiales al principio de la vida del pollo parece relacionarse también con un mejor rendimiento de la canal y un incremento de su calidad.
La explicación a este efecto puede estar en un mejor desarrollo de los tejidos musculares en los pollitos que reciben estas dietas, y un incremento en la cantidad de células disponibles por el tejido.
Esto evitará que posteriormente, en la fase de crecimiento extremo de las masas musculares, están deban realizarse sobre la base de la hipertrofia de las células y los tejidos, ya que esto incrementa el estrés metabólico de los mismos.
Sobre esta base, y tal como parecen indicar experimentos recientes, la idea del uso de los pre-iniciadores no sería tanto el incremento del peso corporal de pollos de más edad, si no la mejora de este peso en los pollos sacrificados a menos días y, sobre todo, el incremento de los valores de rendimiento y/o calidad de canal de los pollos producidos.
Serán necesarias más pruebas y experimentos para comprobar si esta percepción es real, y hasta qué punto justifica el uso de estos alimentos especiales.