A diferencia de los rumiantes, los taninos se han considerado tradicionalmente como factores «antinutricionales» en la alimentación de los monogástricos con efectos negativos sobre:
- el consumo de alimento
- la digestibilidad de los nutrientes
- y el rendimiento productivo (Butler, 1992, Redondo et al., 2014).
Por lo tanto, es casi una práctica común en la industria de la alimentación reducir al mínimo el uso de alimentos que contienen taninos en las dietas de cerdos y aves o tomar medidas para reducir sus concentraciones en la dieta si se utilizan dichos alimentos.
La información disponible hasta la fecha parece sugerir que la acción promotora del crecimiento de los taninos en animales monogástricos se basa en [registrados] el equilibrio entre sus efectos negativos sobre la palatabilidad del alimento y la digestión de nutrientes a través de la complejación de proteínas y enzimas y los efectos positivos sobre la promoción del estado de salud del ecosistema intestinal a través de su actividades antimicrobianas, antioxidantes y antiinflamatorias.
El impacto final de los taninos en el desempeño animal depende de:
- el tipo de animales y su estado fisiológico
- la alimentación
- el tipo de taninos y sus concentraciones en las dietas
Esto probablemente se deba a la hipertrofia de la glándula parótida y la secreción en la saliva de proteínas ricas en prolina que se unen y neutralizan los efectos tóxicos de los taninos (Cappai et al., 2014).
Las fuentes de taninos utilizadas para los animales monogástricos son bastante limitadas y, hasta el momento, solo unas pocas han sido estudiadas y mostraron potencial como aditivo para los alimentos:
Taninos de castaña
Los taninos hidrolizables de la castaña (Castanea sativa Mill.) se han evaluado recientemente como aditivos alimentarios para animales monogástricos de producción.
Aunque los estudios in vitro mostraron fuertes actividades contra los parásitos y patógenos que residen en el tracto digestivo de los animales (Chung et al., 1998, Athanasiadou et al., 2000, Butter et al., 2001), las evaluaciones in vivo arrojaron resultados inconsistentes para el rendimiento animal.
En las concentraciones de 0,11 % a 0,45 % en las dietas porcinas, se encontró que los taninos de castaña:
- Mejoraron la eficiencia alimenticia
- Tendieron a aumentar los recuentos de lactobacilos en el yeyuno
- Y redujo las concentraciones cecales de amoníaco, ácido isobutírico e isovalérico
pero no tuvo efecto sobre:
- Los recuentos cecales bacterianos
- La excreción fecal de Salmonella
- O la colonización de los intestinos (Biagia et al., 2010).
Por otra parte, el aumento de la concentración del 0,71 % al 1,5 % redujo la eficiencia alimenticia, aunque el consumo de alimento, el crecimiento y el peso de la canal no se vieron afectados (Bee et al., 2016).
- Los resultados mostraron que la inclusión de hasta un 0,20% de tanino de castaña aumentó el consumo diario de alimento y la ganancia diaria promedio.
- Sin embargo, aumentar su concentración al 0,25 % pareció tener efectos negativos, ya que todos los parámetros medidos fueron los más bajos.
También se ha demostrado que los suplementos de taninos de castañas en niveles de 0,45 % y 0,5 % aumentan la ganancia de peso vivo y el consumo de alimento de los conejos (Maertens y Štruklec, 2006, Zoccarato et al., 2008).
Taninos de uva
Los extractos de semilla de uva (Vitis vinifera) y el orujo de uva contienen una cantidad significativa de taninos (Choy et al., 2014), que han sido evaluados para su uso como aditivos naturales para la producción de alimentos para animales monogástricos.
Choy et al. (2014) informaron que agregar un 1 % de extracto de semilla de uva a las dietas de los cerdos aumentó el conteo de Lachnospiraceae, Clostridium, Lactobacillus y Ruminococcaceae en el microbioma fecal.
Descubrieron que los oligómeros del tanino de uva solo se metabolizaban parcialmente por la microbiota intestinal, lo que producía metabolitos fenólicos que se sabe que se absorben más fácilmente.
- Estos compuestos fenólicos pueden haber contribuido a que las poblaciones bacterianas ejercieran así los efectos beneficiosos sobre el colon.
Wang et al. (2008) encontraron que los taninos de semilla de uva en concentraciones dietéticas de 5 a 80 mg/kg en la dieta de pollos de engorde:
- Disminuyó significativamente la excreción fecal de Eimeria tenella
- Mejoró el estado antioxidante
- Redujo la mortalidad
- Aumentó el rendimiento de crecimiento de pollos infectados con E. tenella
Varios estudios que evaluaron los efectos del orujo de uva en el rendimiento de cerdos y aves indicaron que la adición de dicho producto rico en taninos hasta el 10% de la dieta no tuvo efecto en el rendimiento de crecimiento de los pollos de engorde, pero mejoró el estado antioxidante y aumentó las poblaciones intestinales de bacterias beneficiosas (Brenes et al., 2008, Chamorro et al., 2015).
Otras fuentes de taninos
Algunos estudios evaluaron varias otras fuentes de taninos para animales monogástricos. Iji et al. (2004) informaron que la adición de extracto de tanino de mimosa (Mimosa pudica) a las dietas de pollos de engorde en niveles de 0,5%, 1,5%, 2,0% y 2,5% redujo el consumo de alimento y la ganancia de peso corporal, pero mejoró la eficiencia alimenticia en niveles menores al 1,5%.
Cappai et al. (2014) encontraron que la suplementación con taninos de bellota (Quercus pubescens Willd.) no afectó el consumo de alimento, pero mejoró la eficiencia alimenticia.
Se evaluaron los taninos de quebracho rojo (Schinopsis lorentzii) por sus efectos en la disminución de la coccidiosis en pollos de engorde (Cejas et al., 2011).
- Aumentó la ganancia de peso corporal de las aves desafiadas
- Aumentó la proporción de criptas:vellosidades del intestino
- Disminuyó la excreción de ooquistes
Este estudio sugiere que los taninos de quebracho podrían ser un potencial agente profiláctico anticoccidial♦
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