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El agua es el nutriente más importante en producción porcina, aunque pareciera que se analiza poco y no se le da el lugar que le corresponde dentro de un perfil nutricional.
Representa el 80% de peso vivo de un animal joven y el 60% de un animal adulto.
Se localiza en 3 diferentes compartimientos a nivel fisiológico:
Espacio extracelular
Espacio intracelular (fracción más abundante)
Espacio sanguíneo
El agua cumple las siguientes funciones en el organismo de un cerdo
Durante la ingesta de comida, el agua ayuda en la deglución de los alimentos. En un animal que no consume agua, la deglución se vuelve un proceso difícil de realizar y el alimento se acumula en el esófago.
El agua ayuda a hidratar el bolo alimenticio a nivel estomacal; el alimento ingerido por los animales puede llegar a contener hasta un 85% de materia seca.
Esa materia seca, debe de hidratarse ya que las paredes del estómago no tienen la capacidad de hidratar el alimento que recibe del esófago.
El agua puede representar entre el 60% al 90% del volumen celular. Por eso constituye un componente primordial en la estructura de cualquier célula del organismo.
Figura 1. En la figura de arriba se observan los organelos de una célula. En la figura de abajo, lo resaltado en celeste es el citoplasma, constituido por un alto porcentaje de agua.
El agua tiene una alta capacidad calorífica, lo que significa que puede absorber y liberar grandes cantidades de calor sin experimentar cambios drásticos en su temperatura. Esta característica ayuda a mantener la homeostasis térmica.
La temperatura ambiental puede llegar a fluctuar durante el día. Si se incrementa, como la imagen del lado derecho, el cerdo debe de termoregularse para mantener la temperatura corporal. La evaporación resulta ser el mecanismo más eficiente para disipar ese incremento de calor corporal.
Por lo tanto, incentivar la ingesta de agua en época de calor es la estrategia más importante a implementar.
Figura 2. Termodinámica en el cerdo
El agua también desempeña un papel central en la homeostasis ácido-base. El pH del agua es 7, muy cercano al pH fisiológico ideal de la mayoría de los tejidos. Además, el agua es una parte integral del sistema tampón de bicarbonato, por el cual el CO2 y el H2O están en equilibrio con el H+ y el HCO−3:
De esta manera, el agua participa en el mecanismo responsable de excretar la mayor cantidad de ácido producido por el metabolismo normal en el cuerpo, es decir, a través del CO2. El sistema del bicarbonato, en asociación con la hemoglobina en la sangre, apoya la eliminación de una molécula que de otro modo sería tóxica, el CO2, con poco daño a los tejidos y pocos cambios en el pH venoso.
En este sentido, el agua desempeña dos papeles, el químico ilustrado anteriormente y el de soluto que transporta las moléculas a todo el cuerpo.
Como disolvente, el agua es el principal medio de transporte para el intercambio de nutrientes, energía química, metabolitos y productos de desecho entre células y entre órganos. También favorece el movimiento de las hormonas desde su lugar de producción o liberación hasta las células u órganos diana o ambos.
Su éxito como disolvente radica en su estructura química única, es decir, el carácter dipolar de la molécula.
Por ejemplo, la sal simple se disuelve fácilmente en agua, pero es casi insoluble en otros líquidos como el benceno o el cloroformo (Lehninger, 1982).
El agua también la encontramos en líquidos extracelulares cumpliendo diferentes funciones.
El líquido sinovial, el cual lo encontramos en las articulaciones, funciona como lubricante.
El líquido cefalorraquídeo se localiza en el sistema nervioso central, funciona como un medio para amortiguar los movimientos del sistema nervioso con las paredes del cráneo.
El agua es la base de las reacciones químicas del organismo, como la oxidación y la hidrólisis. La oxidación interviene en la degradación de los aminoácidos dietéticos que no se utilizan en los procesos sintéticos, y de los carbohidratos y lípidos dietéticos que no se depositan directamente en el organismo.
Dado que aproximadamente dos tercios de las proteínas dietéticas no se retienen en el organismo y la mayor parte de los carbohidratos dietéticos se oxidan, esto representa una fuente sustancial de agua metabólica, la cual se estima en un alrededor del 12% del balance hídrico diario total en el cerdo en crecimiento.
Calidad de Agua
El agua es un recurso muy importante dentro de la producción porcina. Puede ser el medio por el cual lleguen bacterias indeseables o minerales que pueden producir efectos negativos en la producción. Es por eso que la calidad de agua se divide en tres categorías:
Física
Las características físicas son el aspecto macro como se observa el agua a simple vista. Esta inspección se divide en:
1) Turbidez
La turbidez es más un atributo estético que de calidad. Una turbidez alta puede representar simplemente material coloidal suspendido, como limo o arcilla. En niveles bajos, esto significa muy poco para la producción.
Sin embargo, también puede representar microorganismos suspendidos, que pueden ser de gran importancia. Por lo tanto, la turbidez es una medida que puede considerarse más cualitativa que cuantitativa.
Si tiene una turbidez de menos de 5 unidades de turbidez nefelométricas (NTU), entonces probablemente sea aceptable para los cerdos. Si la turbidez es superior a 5 NTU, entonces se deben realizar mediciones adicionales del contenido químico y microbiológico del agua para determinar su causa.
2) Color
El color, medido en unidades de color verdadero (TCU), no es una preocupación para el agua potable suministrada al cerdo, a menos que se deba a un contaminante indeseable. Otros análisis serán de mucho mayor valor para el cerdo que el color, y estos incluyen sólidos disueltos totales, sulfato, dureza y microbiología.
3) Olor
El olor, se mide en número umbral de olor (TON). El agua dulce debe estar casi libre de olores. Si están presentes, la causa de los olores desagradables puede ser de importancia, por lo que se justifica un análisis más profundo. La causa más probable es la contaminación microbiológica o la presencia de compuestos orgánicos.
Química
Este análisis hace referencia a los componentes del agua y los niveles aceptables de estas variables para evitar alguna alteración en la producción.
1) Sólidos disueltos totales
Los SDT son utilizados como medio para determinar la idoneidad del agua potable para los cerdos. Los sólidos disueltos totales se deben principalmente a la presencia de bicarbonato, cloruro y sales de sulfato de sodio, calcio y magnesio.
En general, si los SDT son bajos (es decir, inferiores a 1000 mg/L), la contaminación mineral no puede ser un problema y no se requieren más pruebas.
Si los TDS están entre 1000 y 3000 mg/L, pueden causar diarrea transitoria, en particular en cerdos jóvenes. Esto sería particularmente cierto si el anión predominante en el agua es el sulfato.
Los sólidos disueltos totales entre 3000 y 5000 mg/L probablemente sigan siendo aceptables (NRC, 1974), pero deben vigilarse con cuidado.
Valores superiores a 5000 mg/L deben examinarse cuidadosamente antes de administrarse a los cerdos.
2) Dureza
La dureza es una medida de los cationes multivalentes presentes en el agua, principalmente calcio y magnesio en forma de carbonatos, bicarbonatos, sulfatos y cloruros.
La dureza no tiene ningún impacto conocido en la salud de los animales, pero sí perjudica el lavado debido a una mayor necesidad de jabón o detergentes.
También puede provocar la acumulación de sarro en los equipos de suministro, tratamiento y calentamiento del agua.
Por lo tanto, la dureza del agua puede provocar problemas con los calentadores de agua, bebederos de tetina y filtros.
3) Sulfato
El sulfato es una sal que se encuentra de forma natural en la mayoría de las fuentes de agua subterránea, pero que suele estar en una concentración lo suficientemente baja como para no causar problemas.
Sin embargo, en algunos casos, los sulfatos pueden superar los 1000 mg/L, que generalmente se considera el umbral aceptable para el agua potable de los cerdos. Aunque el tracto intestinal del cerdo está bien provisto de transportadores que pueden absorber sulfatos, a menudo estos se vuelven a secretar en el intestino grueso, lo que provoca diarrea osmótica.
4) Hierro y manganeso
No se conocen problemas de salud directos asociados con niveles elevados de hierro y manganeso en el agua potable, pero pueden causar problemas de manipulación.
Ambos minerales tienden a existir en las aguas subterráneas en su forma reducida y, por lo tanto, son solubles. Sin embargo, a medida que se extrae agua del pozo y se expone al oxígeno, se oxidan y se vuelven insolubles.
El hierro oxidado tiene un tono marrón rojizo típico, mientras que el manganeso tiende a ser más oscuro, casi negro. Si están presentes en el agua, se pueden ver en la decoloración persistente de inodoros y lavabos, pero lo que es más crítico, recubren los elementos de los calentadores de agua, bebederos, cloradores y otros.
El hierro en el agua no debe superar los 0,3 mg/L, aunque pueden producirse manchas en niveles tan bajos como 0,1 mg/L (Chinn, 2009). El nivel de manganeso no debe superar los 0,05 mg/L (Chinn, 2009).
El hierro también puede contribuir al crecimiento de bacterias.
5) Nitratos y nitritos
Los nitratos y nitritos son una preocupación particular en el agua potable para humanos porque los bebés son particularmente susceptibles al síndrome del “bebé azul”, llamado así porque los nitratos y nitritos se unen a la hemoglobina, reduciendo su capacidad de transportar oxígeno y formando metahemoglobina.
El ganado vacuno es mucho más susceptible a los nitratos que los cerdos porque las bacterias del rumen convierten los nitratos en nitritos, mucho más peligrosos. Garrison et al. (1966) informaron que 200 mg de nitratos/L perjudicaban la tasa de crecimiento y el metabolismo de la vitamina A.
Sorensen et al. (1994) alimentaron a cerdos con niveles aún más altos de nitratos, hasta 2000 ppm, desde el destete hasta el mercado y no observaron efectos adversos en ningún criterio de rendimiento de crecimiento ni en los niveles de hemoglobina o metahemoglobina en la sangre.
6) Sodio
El sodio no es un problema en el agua por sí solo. Sin embargo, los cationes como el sodio están asociados con un anión en el agua.
Si este anión es sulfato, provocará diarrea ya que el sulfato de sodio es un potente laxante.
Si el catión es cloruro, no hay motivo de preocupación y si el catión es carbonato o bicarbonato, el agua puede tener un pH más alto.
Es importante tener en cuenta que los ablandadores de agua simples de intercambio iónico reemplazan el calcio y el magnesio con sodio y, por lo tanto, elevan los niveles de sodio en el agua.
7) Magnesio
Por sí solo no representa un problema en el agua. Como se mencionó anteriormente, contribuye a la dureza del agua. Además, está asociado con un anión que lo contrarresta; si el anión es sulfato, tiene un potente efecto laxante en el cerdo.
8) Cloruro
Normalmente, el cloruro no se encuentra elevado en las aguas subterráneas ni en las superficiales. Si es elevado (> 400 mg/L),
le dará un sabor metálico al agua, que hasta ahora no parece afectar negativamente al cerdo.
Calidad microbiologica
La calidad microbiológica suele considerarse el tema principal en las discusiones sobre la calidad del agua. La presencia de organismos patógenos en el agua puede provocar brotes de enfermedades en el rebaño y hacer que sea casi imposible lograr el máximo nivel de rendimiento.
Las aguas superficiales corren el mayor riesgo debido a la mayor probabilidad de contaminación.
Por ejemplo, el agua puede contener bacterias como salmonella, shigella y campylobacter; virus como enterovirus; y protozoos como cryptosporidium y giardia. Además, ciertas algas en el agua pueden provocar gastroenteritis.
Conclusiones
El agua es el nutriente más importante de la dieta, con un marcado efecto en la nutrición y composición de tejidos. Es por eso que es imprescindible el conocimiento de su calidad, para así poder tomar las medidas correctivas en caso de ser necesarias, y volverla apta para la producción ganadera.
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