Los oligoelementos son componentes dietéticos esenciales que los organismos necesitan ingerir en cantidades muy pequeñas. A diferencia de los macroelementos, las concentraciones de oligoelementos específicos dentro del organismo suelen ser <50 mg/kg de peso corporal, con la excepción del hierro (National Research Council, 2005).
Las recomendaciones actuales para la alimentación de animales de granja incluyen concentraciones dietéticas totales de oligoelementos, porque la concentración y la biodisponibilidad de los alimentos de origen vegetal son bastante variables y, a menudo, no son lo suficientemente altas para satisfacer las necesidades de los animales (Suttle, 2010).
Para rumiantes, también hay recomendaciones para Cobalto para abordar el requisito específico de la microbiota del rumen y promover la síntesis de cobalamina.
Durante los últimos años, también se han comercializado formas especiales, de las cuales las más destacadas son las nanopartículas (p. ej., nano ZnO).
En la Unión Europea, los aditivos para piensos requieren la autorización de conformidad con el Reglamento (CE) nº 1831/2003. El procedimiento de autorización debe garantizar que un aditivo para piensos sea seguro para el animal, el personal que manipula el producto, el consumidor de productos de origen animal y el medio ambiente. Esto implica que un suplemento de oligoelementos se utiliza lo suficiente para minimizar las concentraciones dietéticas totales necesarias y, por lo tanto, la acumulación excesiva en animales, productos comestibles y el medio ambiente.
Definición del término «biodisponibilidad»
El término biodisponibilidad se utiliza a menudo como sinónimo de capacidad de absorción o retención. Sin embargo, esto es engañoso ya que implica que los oligoelementos son 100 % biodisponibles siempre que estén presentes como un compuesto químico disponible dentro del tracto gastrointestinal (TGI).
El contenido de oligoelementos esenciales en el organismo está activamente regulado por la barrera intestinal a través de mecanismos de absorción específicos, así como varios mecanismos de absorción y excreción de acuerdo a su estado metabólico (Windisch, 2002).
Por lo tanto, la biodisponibilidad de una fuente de elementos traza se puede definir como su potencial para suplir las funciones fisiológicas que dependen del elemento respectivo dentro del metabolismo del animal (O’Dell, 1984).
Estas funciones fisiológicas están estrechamente relacionadas con el requerimiento total del organismo y la cinética del elemento dentro del cuerpo. Con respecto a la nutrición animal, la estimación de la biodisponibilidad se relaciona, por lo tanto, con la estimación del requerimiento bruto, que comúnmente se expresa como:
«la concentración mínima en el alimento completo que proporciona suficientes cantidades metabólicamente disponibles en condiciones de alimentación ad libitum».
Conceptos básicos del metabolismo de los oligoelementos esenciales
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