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Calostro bovino: clave en la prevención de enfermedades en terneros

Un equipo de investigación del INTA Balcarce, junto con especialistas de la Universidad de Calgary y de la Universidad de Guelph (Canadá), realizó un estudio proteómico sobre el calostro bovino. 

El objetivo central fue profundizar en su composición proteica y comprender cómo varía según el número de partos de la vaca. Este enfoque tiene el propósito de transformar el calostro en una herramienta sanitaria estratégica en la ganadería.

La investigadora Karina Cirone del INTA Balcarce explicó que el calostro es esencial no únicamente por su aporte de inmunoglobulina G (IgG) (responsable de proporcionar inmunidad pasiva al ternero) sino también por la presencia de moléculas bioactivas que modulan tanto el sistema inmune como la salud intestinal.

El análisis comparativo entre calostro de vacas primíparas y multíparas reveló diferencias significativas en su perfil proteico. 

Estos hallazgos resaltan la importancia de diseñar estrategias específicas de extracción y administración de calostro, ajustadas al tipo de vaca, con el fin de maximizar los beneficios sanitarios en los terneros recién nacidos. 

 

Además, los investigadores sugieren su uso como complemento terapéutico en programas preventivos que combinan vacunas y antimicrobianos.

Cirone subrayó: “Un mejor entendimiento de sus componentes bioactivos podría contribuir al desarrollo de alternativas para reducir el uso de antibióticos y fortalecer la sanidad en la producción bovina” 

Este planteamiento cobra relevancia en el marco de políticas sanitarias orientadas a la disminución del uso de antimicrobianos y la prevención de enfermedades en sistemas de producción bovina.

El estudio enfatiza en que se requieren investigaciones complementarias en contextos locales para validar su eficacia y adaptar protocolos de manejo regionales. No obstante, la evidencia inicial ya consolidó al calostro como un recurso sanitario multifuncional: inmunizante, regulador y potencial herramienta terapéutica.

Este trabajo del INTA Balcarce, en colaboración internacional, posiciona al calostro bovino como una pieza fundamental para la prevención neonatal. 

Su potencial va más allá de la transferencia de inmunidad, al incorporar elementos bioactivos claves en el diseño de estrategias productivas más saludables y sostenibles para la ganadería argentina.

Fuente: Calostro bovino: un aliado en la prevención de enfermedades neonatales

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