La suplementación con piensos aromatizados durante los periodos finales de gestación y lactancia aumenta el rendimiento reproductivo y mejora la microbiota fecal de las cerdas. Los investigadores evidenciaron un efecto positivo general sobre la ingesta de alimento de las cerdas y el rendimiento de los lechones.
Un aumento de la ingesta de alimento de las cerdas lactantes podría ser beneficioso para la condición materna, así como para el crecimiento de los lechones. Los aromas alimentarios como potenciadores de la palatabilidad y atrayentes del alimento para aumentar la ingesta se han utilizado ampliamente en las dietas de los cerdos desde la década de 1960.
Como se sabe, el rendimiento de las cerdas juega un papel importante en la productividad de toda la industria porcina. La selección genética moderna para lograr una alta tasa de crecimiento y acumulación de tejido magro da como resultado un menor apetito en las cerdas, ocasionando un efecto negativo en:
Una menor ingesta de pienso durante el periodo de lactación da lugar a una menor producción de leche, lo que podría limitar el crecimiento y el desarrollo de los lechones
Se cree que la microbiota intestinal interactúa con las células del huésped a través de múltiples niveles de mecanismos; regulando el metabolismo, la inmunidad y el desarrollo.
La composición de la microbiota intestinal se ve afectada por:
Se ha informado que la microbiota intestinal experimenta un cambio notable durante los períodos de gestación y lactancia, que podría pasar al feto en desarrollo o a los lechones recién nacidos a través de la placenta o la leche materna, respectivamente. Estudios recientes indican que la microbiota intestinal de las cerdas desempeña un papel importante en el rendimiento de las cerdas y de las crías.
El sabor del alimento, como los potenciadores de la palatabilidad y los atrayentes del alimento, fue ampliamente utilizado en la producción porcina. Pero hasta donde sabemos, no ha habido ninguna investigación sobre el efecto del sabor de la dieta en la microbiota intestinal. Por lo tanto, fue necesario determinar el efecto de la adición de sabor en la comunidad de la microbiota intestinal.
Materiales y métodos
La realización del experimento tuvo lugar en la Universidad de Agricultura de China.
En este estudio 20 cerdas Yorkshire (sanas) fueron inseminadas artificialmente con semen de cerdos Landrace y alimentadas con una dieta basal de soja sin suplementar o suplementada con 1g de sabor/kg de dieta (sabor a leche) desde el día 90 de gestación hasta los 25 días postparto.
Las cerdas fueron alimentadas dos veces al día durante la gestación con un total de 2,7 kg/día de dieta de gestación, y 3 veces al día durante la lactación con un total de 1,5 kg/día de dieta de lactación el día 1 y 2,5 kg/día el día 2. Fueron alimentadas con 0,5 kg más de pienso cada día desde el día 3 al 7, y luego ad libitum desde el día 8 al 25.
Se destetaron los lechones y se analizó el rendimiento reproductivo y la microbiota fecal de las cerdas.
Discusión
La ingesta insuficiente de alimento durante la lactancia dio lugar a una disminución en el suministro de nutrientes para la producción de leche, lo que podría limitar el crecimiento y el desarrollo de los lechones. Se ha informado de que los compuestos de sabor como potenciadores de la palatabilidad y, atrayentes del alimento aumentan la ingesta de alimento de la cerda, correlacionando así, el aumento de la producción de leche y el crecimiento de los lechones.
La suplementación con sabor a un nivel del 0,1% en la dieta materna aumentó la ingesta media diaria de alimento de la cerda, la ganancia de peso de la camada y la ganancia media diaria del lechón. Este resultado fue consistente con informes anteriores que muestran que la adición de sabor en la dieta materna aumentó la ingesta media diaria de alimento, la digestibilidad de la materia seca, la energía bruta, la proteína bruta de la cerda, así como la ganancia media diaria de los lechones.
Durante el final de la gestación y la lactancia, las cerdas experimentan cambios inmunológicos y metabólicos sustanciales. El aumento de la carga metabólica causa un elevado estrés oxidativo sistémico durante los períodos específicos. Terrisporobacter es un patógeno anaeróbico, el aumento de este contribuye a un mayor estrés oxidativo. En este estudio, la suplementación de sabor en la dieta materna disminuyó la abundancia de Terrisporobacter en el día 100 de la gestación, lo que indica que el sabor de la dieta puede aliviar el estrés oxidativo materno durante la gestación y mejorar la salud de la madre.
Además, la abundancia de los géneros Clostridium y Escherichia-shigella, bacterias potencialmente patógenas asociadas a trastornos intestinales, disminuyeron tras la administración del sabor. Se ha informado de que el eugenol y el ácido butírico, 2 componentes del sabor, podrían inhibir la formación de biopelículas y atenuar la virulencia de Escherichia o Clostridium.
Conclusión
La suplementación de sabor en la dieta materna durante la gestación y la lactancia aumentó:
Este efecto beneficioso del sabor se asoció con el aumento de la microbiota beneficiosa y la disminución de las bacterias potencialmente patógenas en el tracto gastrointestinal de la cerda.
Fuente: ScienceDirect. Flavor supplementation during late gestation and lactation periods increases the reproductive performance and alters fecal microbiota of the sows (2021)
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