Suplementación de lisina al final de la gestación en cerdas primerizas para estimular el desarrollo mamario de cerdas primerizas –
El sector porcino se enfrenta al problema de que las cerdas actuales no producen suficiente leche para mantener un crecimiento óptimo de sus camadas. Esto es especialmente difícil hoy en día teniendo en cuenta los avances que se han hecho en la selección genética para producir camadas de mayor tamaño.
Aunque la producción de leche de las cerdas ha aumentado a lo largo de los años, esta se ha visto contrarrestada con creces por el aumento del número de lechones vivos al nacimiento, siendo imperativo desarrollar estrategias para aumentar la cantidad de leche disponible para los lechones lactantes. |
La lisina es más importante al final de la gestación, cuando se produce la mayor parte del crecimiento fetal y mamario.
En el Centro de Investigación y Desarrollo de Sherbrooke (Agriculture and Agri-Food Canada’s Sherbrooke Research and Development Centre) se llevaron a cabo dos proyectos para determinar el impacto de un aumento del 40% de la ingesta de lisina entre los días 90 y 110 de gestación sobre el desarrollo mamario de cerdas primerizas y multíparas. |
Incremento de la cantidad de tejido sintetizador de leche para mejorar el rendimiento lácteo
El número de células mamarias presentes al inicio de la lactación es un factor clave que determina el potencial de producción de leche de la cerda (Figura 1). Por ello, todas aquellas medidas destinadas a intentar aumentar el número de células epiteliales mamarias tendrán efectos beneficiosos sobre el rendimiento durante la lactación.
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Estos periodos de rápido desarrollo mamario ocurren en tres momentos distintos en la vida de una cerda:
- Entre los 90 días de edad hasta la pubertad.
- Desde los 90 días de gestación hasta el parto.
- A lo largo de la lactación.
La nutrición al final de la gestación es muy prometedora para aumentar el número de células sintetizadoras de leche antes de que comience la lactación. |
Aumentar el aporte de lisina al final de la gestación podría significar más leche
Para evaluar el impacto de una alimentación con un 40% más de lisina al final de la gestación se alimentó a cerdas primerizas con 2,65 kg de una dieta convencional de maíz y harina de soja que proporcionaba:
A) 18,6 g de lisina digestible ileal estandarizada (SID)/día (según las necesidades estimadas).
B) 26 g de lisina SID/día (↑40%) (la lisina adicional se obtuvo añadiendo más harina de soja a la dieta).
Si bien es cierto que la composición del parénquima mamario no se vio afectada por el tratamiento dietético, las cantidades totales de cada componente tisular, como proteína y grasa, eran mayores debido al mayor peso del tejido.
Estos resultados indican que aumentar en un 40% la ingesta de lisina en cerdas primerizas al final de la gestación mejora el desarrollo de su tejido sintetizador de leche.
→ Por tanto, se puede concluir que el aumento de la cantidad de harina de soja para proporcionar un 40% más de lisina a las cerdas jóvenes durante el último tercio de la gestación podría ser beneficioso para la producción de leche en la siguiente lactación.
Más lisina al final de la gestación no se traduce en más leche en cerdas multíparas
Cuando se realizó un ensayo similar con cerdas multíparas (paridades 2 y 3), los resultados fueron diferentes.
Entre los días 90 y 110 de gestación, se alimentó a las cerdas multíparas con 2,6 kg de una dieta convencional de maíz y harina de soja que aportaba:
A) 14,8 g de lisina SID/día (según las necesidades estimadas).
B) 20,8 g de lisina SID/día (↑40%) (la lisina adicional se obtuvo añadiendo más harina de soja a la dieta).
A diferencia del ensayo con las cerdas primerizas, al analizar el tejido mamario el día 110 de gestación, no se observaron diferencias en la cantidad o composición del tejido sintetizador de leche.
→ Esto indica que la paridad afecta a la respuesta a la lisina suplementaria, observándose efectos beneficiosos para el desarrollo mamario en las cerdas primerizas, pero no en las multíparas. |
Las recomendaciones actuales no son suficientes para las cerdas primerizas
Los resultados de estos estudios ponen de manifiesto que las recomendaciones actuales de incluir lisina al final de la gestación en las dietas de las cerdas jóvenes están infravaloradas, pero son adecuadas para las dietas de las cerdas multíparas.
Aportando un 40% más de lisina en la dieta, con adición de harina de soja, los productores pueden estimular eficazmente el desarrollo del tejido sintetizador de leche durante la primera gestación, lo que conduce a una mejor producción de leche. |