Según un nuevo análisis de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos, los cultivos transgénicos son inocuos para la alimentación y no son nocivos para el medioambiente. No obstante, lo que no se ha determinado es si esa tecnología ha logrado aumentar la producción de los cultivos.
El informe de este grupo, publicado la semana pasada, se da a conocer justo cuando el gobierno de Estados Unidos revisa cómo regular los cultivos biotecnológicos y grandes compañías de alimentos empacados como Campbell Soup y General Mills han comenzado a mencionar en las etiquetas que sus productos se elaboraron con transgénicos, a fin de acatar una nueva ley del estado de Vermont.
El informe también indica que las nuevas técnicas, que consisten en hacer pequeños cambios genéticos en las plantas mediante la edición genómica, están reduciendo la diferencia entre lo transgénico y el mejoramiento convencional, lo cual vuelve insostenible el sistema regulatorio existente en Estados Unidos.
El informe realiza una llamada a que se desarrolle un nuevo sistema que preste mayor atención a los atributos del cultivo, en lugar de la forma en que se creó.
La Organización de Innovación Biotecnológica de Estados Unidos, que representa a compañías que venden semillas transgénicas, dijo sentirse “complacida” de que el estudio haya descubierto que “la biotecnología agrícola tiene muchos beneficios demostrados para los agricultores, los consumidores y el medioambiente”.
Sin embargo, Michael Hansen, uno de los principales científicos de la organización Consumers Union, que critica los cultivos, señaló la ausencia de un aumento significativo en la producción.
“A pesar de los argumentos de la industria, queda claro que estos cultivos no son la respuesta al hambre en el mundo”, dijo en una declaración.
Tal vez por lo delicado y complejo del tema, muchas de las conclusiones del documento se limitan a advertencias.
Fred Gould, un profesor de entomología en la Universidad Estatal de Carolina del Norte y presidente del comité que recopiló el informe escribió en el prefacio: “Recibimos solicitudes urgentes de darle a la gente una respuesta sencilla, genérica y fidedigna sobre los cultivos orgánicos. Dada la complejidad de los temas relativos a los transgénicos, no consideramos que fuera adecuado”.
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