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Es conocido a nivel mundial que la prevalencia de micotoxinas tanto en materias primas como en los alimentos ha ido incrementándose en los últimos años y esto ha producido un aumento, no sólo en la investigación acerca del impacto a nivel del rendimiento productivo en las aves, también ha crecido el interés por los productores en poder analizar y controlar este tipo de toxinas que hace un tiempo relativamente corto se han convertido en nuevos desafíos.
En la siguiente gráfica, podemos observar en el tiempo el aumento de determinaciones de micotoxinas realizadas por nuestro laboratorio.
Figura 1. Cantidad de micotoxinas analizadas mensualmente por año
Las micotoxinas son metabolitos secundarios de algunas especies de hongos filamentosos y existen más de 200 especies que las producen. Dentro de las principales causantes de daños en el metabolismo y en consecuencia pérdidas económicas en la producción de proteína animal, se encuentran
Aflatoxina B1
Zearalenona
Ocratoxina
Fumonisina
Tricotecenos como el Deoxinivalenol
T2 dentro del grupo que afectan en el caso de los animales monogástricos como pollos y cerdos.
Está comprobado científicamente que la presencia de micotoxinas, ya sea por partidas con altos niveles o por ingesta acumulativa de las mismas , provoca efectos negativos en las aves afectándolas no sólo de forma subclínica. Se pueden llegar a presentar también hematomas y hemorragias, afecciones en ciertos órganos como el hígado y el riñón, inmunosupresión, lesiones orales, alteraciones en la digestión, absorción o alteraciones en el metabolismo de los nutrientes y un aumento notable en la morbilidad y la mortalidad.
Claro está que todas estas consecuencias provocarán pérdidas de resultados técnicos y, en consecuencia, económicas.
Desde nuestro lugar, siendo meros observadores de la realidad, al analizar los datos de los distintos productores vemos que, en muchas ocasiones, la teoría puede no coincidir con los resultados obtenidos. Existen casos en dónde los altos niveles de toxinas afectan a unos más que a otros o simplemente algunos no evidencian síntomas que provoquen bajas en los resultados.
Por éstas razones nos pueden surgir preguntas tales como: ¿Estamos midiendo correctamente? ¿La cantidad y el tipo de análisis que realiza una empresa, están acordes con el desafío del momento? ¿La producción de cereales en distintas zonas del país presenta niveles parecidos en un mismo período? ¿Cuáles son mis límites máximos de tolerancia o riesgo de micotoxinas ante distintos desafíos?
Por ejemplo, podemos observar como la producción de cereales en distintas zonas del país (Argentina) puede llegar a presentar niveles de micotoxinas más variados y con una frecuencia mayor dependiendo la ubicación de las mismas.
Gráfica 2. Comparativa de niveles de micotoxinas en dos zonas productivas diferentes
UN CASO PRÁCTICO
La idea de poder observar, analizar y contar éste caso nace debido a que los resultados productivos de una integración avícola argentina en ésta época del año, en donde la variable climática baja su incidencia en los mismos, han sufrido una baja considerable y atípica.
Si bien el desafío de micotoxinas ha sido más elevado para éstos meses en relación a las mismas fechas del año pasado, se ha observado que en otros momentos del año el desafío ha sido similar pero no ha causado un impacto tan severo en el desempeño de los animales. Esto nos conduce a tratar de entender cuáles fueron (o son) las diferencias en ambos casos.
Para realizar el análisis, graficaremos los niveles de micotoxinas totales encontradas, expresadas como suma de éstas para poder visualizar mejor el impacto y a su vez se mostrarán variaciones en los índices de conversión tanto de la integración como una de las granjas modelo para poder descartar variables que puedan distorsionar los resultados.
Gráfica 3. Niveles de micotoxinas y relación con el índice de conversión
Gráfica 4. Niveles de micotoxinas y relación con el índice de conversión
Al comparar ABR23 con ABR24, podemos observar un empeoramiento en el índice de conversión de 2,1% para la integración y de un 7,7% para la granja modelo.
Para la línea que representa el nivel de micotoxinas (Gráfica 3), en el mes de Abril 2024 contamos con el pico más elevado en la gráfica. Es decir, la cantidad de micotoxinas halladas en ése mes es el mayor para todo el período evaluado. Además, si miramos a partir de Enero 2024 podemos notar que los niveles son ascendentes a medida que transcurren los meses a diferencia de lo que ocurre en el 2023.
Para poder analizar con mayor precisión lo ocurrido con el índice de conversión, deberemos revisar la mortandad para descartar que éste parámetro no sea el principal causante de la variación en el IC.
En ambos casos, tanto para la Integración como la granja modelo, la mortandad se ha reducido un 15,4% y un 15% respectivamente.
Esto nos muestra que, si bien puede llegar a existir mortandad consecuencia de altos niveles de micotoxinas, el alto nivel de las mismas no se corresponde con un aumento de mortandad de forma lineal para éste caso y en consecuencia no logra justificar un incremento en los índices de conversión.
Gráfica 5. Niveles de micotoxinas y relación con la mortalidad
Ahora bien, volvamos a la Gráfica 3 y evaluemos los resultados en los meses de Julio y Agosto del 2023. En estos meses, la suma de micotoxinas no son despreciables, de hecho representan 2 de los 4 picos más elevados en la gráfica.
Si analizamos la variación en los índices de conversión para éstos meses observaremos que ésta es positiva e indica mejores índices que otros momentos del período como es el caso de Abril 2024, pero además en ésta ocasión el factor climático juega negativamente debido a que estamos en pleno invierno con temperaturas muy frías.
Por lo tanto, ¿a qué se debe que los índices de conversión y sus respectivos pesos sean mejores en éstos meses a pesar de tener niveles de micotoxinas elevados tal como lo fue en Abril 2024?
Una de las hipótesis de esto podría estar relacionada con el consumo.
A menudo en granjas avícolas, se han observado lesiones a nivel de cavidad oral, las cuales afectan el consumo de las aves y a los parámetros productivos por la disminución de este consumo de alimento. Las apariencias de estas lesiones, que consisten en la presencia de erosiones y úlceras, generalmente son atribuibles a micotoxinas del género Fusarium como los tricotecenos.
En un análisis realizado recientemente con un N de 4.575 datos, se muestra la alta correlación entre el consumo medio diario y la ganancia media diaria
Gráfica 6. Correlación entre el consumo medio diario y la ganancia media diaria
Por lo tanto, procederemos a evaluar cómo estuvo el consumo durante los distintos períodos en nuestro caso…
Gráfica 7. Niveles de micotoxinas y relación con el consumo medio diario
Se destacan las diferencias de consumos entre los períodos Jul/Ago 2023 y Abril 2024, pero también se hace mención específica a la disminución del mismo entre Abril 2023 y Abril 2024.
Esto induce a preguntarnos: ¿Se podría suponer que ante un mismo nivel elevado de desafío de micotoxinas el mayor consumo redujo la pérdida de performance?, o ¿el blend de micotoxinas prevalente encontrando fue distinto al período Abr24 y no ocasionó pérdidas de consumo?
CONSIDERACIONES A EVALUAR A TRAVÉS DE LO OBVERVADO
No cabe duda que los altos niveles de micotoxinas provocan pérdidas en los rendimientos productivos generando así pérdidas económicas.
Luego de haber analizado y contado lo sucedido, consideramos conveniente que cada empresa reevalúe sus controles de calidad, su frecuencia de análisis, la estrategia de uso de aditivos y cada uno de los miembros de un equipo interdisciplinario trabaje en conjunto cuestionándose y analizando todo aquello que genere incertidumbre para luego poder definir la estrategia de límites máximos de micotoxinas convenientes para cada empresa dependiendo del momento que se esté transitando.
Las preguntas para realizar un buen análisis de datos pueden ser: