Importancia de los minerales para perros y gatos y sus efectos durante el proceso de extrusión y la vida útil
Para que un alimento sea considerado completo y balanceado, debe contener todos los nutrientes esenciales para satisfacer las demandas nutricionales específicas de cada especie.
→ Los macronutrientes incluyen proteínas, carbohidratos, grasas y fibras; → Los micronutrientes están representados por los minerales y vitaminas. |
Además, un alimento puede contener en su formulación ingredientes con propiedades funcionales, proporcionando beneficios extras a los animales.
Desde el punto de vista nutricional, los minerales son elementos inorgánicos esenciales para el desarrollo y mantenimiento del organismo.
Pueden clasificarse según su papel biológico y/o contenido presente en los tejidos animales, siendo responsables de ejercer diversas funciones importantes para el organismo, como:
→ La manutención y regulación de los tejidos corporales;
→ Actuación en los sistemas musculoesquelético, enzimático y endocrino;
→ Contribución a la digestión y absorción de nutrientes;
→ Además del mantenimiento del sistema nervioso central.
De acuerdo con la necesidad, los minerales se dividen en macroelementos y microelementos. Los macroelementos son requeridos por el organismo animal en mayor cantidad, mientras que los microelementos son necesarios en menor cantidad. |
Los macroelementos incluyen Calcio, Fósforo, Potasio, Magnesio, Sodio, Cloro y Azufre, mientras que los microelementos están compuestos por Hierro, Cobre, Cobalto, Yodo, Manganeso, Zinc, Selenio, Molibdeno y Flúor.
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En el contexto de la comida para mascotas, es crucial considerar la calidad y las fuentes de los minerales para determinar la cantidad disponible para absorción y utilización, es decir, su biodisponibilidad.
♦ Además, es importante tener en cuenta los efectos de los minerales durante el proceso de fabricación del alimento, como en el caso de la extrusión.
La biodisponibilidad de los minerales se refiere a la cantidad de un mineral presente en una forma química específica que está disponible para la absorción y utilización por el organismo.
Este proceso está influenciado por diversos factores, incluyendo la tasa de absorción intestinal, que depende de elementos como el contenido del mineral, la matriz alimentaria, la interacción con otros nutrientes, la forma química y el procesamiento.
Existen divergencias en cuanto al grado de disponibilidad de minerales en las formas orgánicas e inorgánicas, especialmente en el caso de minerales traza como Mercurio, Plomo, Cadmio y Arsénico. |
♦ La respuesta a esta disponibilidad está influenciada por el mineral en cuestión, las condiciones dietéticas y el estado fisiológico del animal.
♦ Las fuentes de minerales más comúnmente utilizadas en la nutrición animal son en forma inorgánica, incluyendo óxidos, sulfatos, cloruros, carbonatos y fosfatos.
En los sitios de absorción en el tracto digestivo, ocurren competencias en las cuales los macro y microelementos están sujetos (Figura 1).
Figura 1. Absorción intestinal de minerales inorgánicos y orgánicos
Las investigaciones indican que la biodisponibilidad de los minerales puede mejorarse cuando están ligados a moléculas orgánicas, como aminoácidos o péptidos, resultando en lo que se denomina minerales orgánicos o quelatados.
Los minerales quelatados han sido ampliamente estudiados debido a su mayor biodisponibilidad en comparación con las fuentes inorgánicas.
En un estudio realizado por França et al. (2008), al probar diferentes fuentes de zinc para gatos adultos, se observó que la fuente de zinc orgánico presentó una mayor deposición en el pelaje en comparación con la fuente inorgánica de óxido de zinc.
El procesamiento de ingredientes o del alimento también puede afectar la biodisponibilidad de los minerales. |
Un tratamiento térmico excesivo puede reducir la biodisponibilidad de ciertos minerales, y la interacción con otros ingredientes en la formulación puede interferir en la absorción de minerales. |
Durante los 12 meses de vida útil en el estante, los alimentos para mascotas suplementados con la fuente inorgánica presentaron 8,413 mEq/100g de peróxido, mientras que la fuente orgánica registró 4,816 mEq/100g de peróxido (Figura 2).
Figura 2. Curvas del índice de peróxidos durante la vida útil de 360 días en las dietas Control (CD), Minerales Inorgánicos (MI-1 y MI-2) o Minerales Orgánicos (MO-1 y MO-2).
⇒ Este índice refleja los productos primarios de la oxidación lipídica, lo que indica que el uso de fuentes orgánicas puede prevenir la oxidación lipídica durante la vida útil en el estante.
Los autores también observaron, a los 360 días, una tendencia a la reducción de los ácidos grasos (Figura 3), con una menor retención cuando se utilizó la fuente inorgánica 2 veces la recomendación (74,4%).
Las pérdidas fueron más pronunciadas en los ácidos grasos poliinsaturados debido a su estructura lipídica más susceptible a la oxidación.
Además, la retención de antioxidantes después de 360 días de vida útil en el estante varió del 29,8% al 42,3%, con una tendencia al efecto del tratamiento, mostrando una mayor retención cuando los minerales se suministraron en forma orgánica 2 veces la recomendación.
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Figura 3. Retención total de ácidos grasos poliinsaturados y antioxidantes sintéticos BHA y BHT tras 360 días de conservación en las dietas Control (DC), Minerales Inorgánicos (MI-1 y MI-2) y Minerales Orgánicos (MO-1 y MO-2).
Notablemente, las fuentes orgánicas en forma de proteinatos, en comparación con la suplementación de hierro, cobre y zinc en forma de sulfato, contribuyeron a una mayor estabilidad oxidativa del alimento.
En resumen, al formular una dieta, es crucial buscar fuentes de buena calidad para garantizar una mejor biodisponibilidad. |