nutrición terneras
En la Parte I de esta serie sobre alimentación de terneras, se describieron de manera esquemática las etapas clave de la cría y recría, desde el nacimiento hasta el primer parto (destete, pubertad, servicio).
Recordamos a nuestros lectores, que el objetivo principal que perseguimos con el manejo de la alimentación de las terneras es lograr que las terneras tengan su primer parto a los 24 meses, con un desarrollo corporal y mamario adecuado.
Como se ha señalado previamente, hay dos aspectos críticos en la crianza de terneras que por su importancia volvemos a destacar:
1. Un calostrado adecuado durante las primeras horas de vida
2. Recordar las limitaciones enzimáticas y digestivas que condicionan la alimentación en los primeros días, que nos obligan a suministrar leche o sustituto lácteo de excelente calidad.
Además, se ha enfatizado en que es esencial mantener una relación óptima entre proteína y energía en la dieta durante toda la fase de cría y recría, para garantizar un desarrollo mamario apropiado, y esquematizamos estas relaciones para distintos biotipos y edades de terneras.
En esta segunda parte, profundizaremos en manejos alimenticios durante la cría orientados a mejorar el desempeño posterior de ese animal y a aliviar el momento crítico de la etapa de transición de pre-rumiante a rumiante.
Entre las prácticas de alimentación durante la etapa de lactancia, ha ganado popularidad la llamada “cría acelerada” (Kertz et al., 2017). Este método consiste en administrar una mayor cantidad de leche o sustituto lácteo en comparación con la cría tradicional, con el objetivo de estimular un crecimiento más rápido durante esta fase inicial de la vida.
En general, mientras que los sistemas de cría tradicional proporcionan una cantidad de lácteo equivalente al 10% del peso vivo (PV), los sistemas de cría acelerada duplican esta proporción (20% del PV).
Por ejemplo, en terneras Holstein de 40 kg al nacimiento, esto se traduce en un consumo diario de 4 litros en el método tradicional frente a 8 litros en el acelerado. Con este enfoque, se busca que las terneras alcancen el doble de su peso inicial a los 60 días de vida.
Muchos se preguntan si este sistema realmente resulta ventajoso, especialmente considerando su mayor costo durante la etapa de lactancia. A continuación, exploraremos sus ventajas, inconvenientes y los retos clave que enfrenta su implementación.
Impacto de la cría a...