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En las vacas, el desarrollo fetal en etapas tempranas es influenciado por factores exógenos tales como:
En las últimas décadas se ha incrementado la producción de leche, en parte por mejoras en la alimentación de las vacas y, en parte, por selección genética de vacas mejores productoras que a su vez, daban una descendencia que lograba superar la producción materna (Berry y col., 2008).
Puesto que, por efecto de la programación fetal, el desarrollo no será el mismo para un individuo que es gestado en un ambiente con un adecuado aporte de nutrientes, que un feto en cual su madre está produciendo altas cantidades de leche o tiene una pobre nutrición. |
Berry y col. (2008) sugieren que las condiciones prenatales que experimenta el feto bovino podrían afectar el desempeño productivo y la salud en el animal adulto.
Figura 1. Curva de producción láctea
Se ha descripto que la morfogénesis de la glándula mamaria comienza durante el desarrollo fetal y que continúa en la pubertad, en la preñez y en las sucesivas lactancias con sus involuciones (Rijnkels y col., 2010). Estos cambios morfogénicos pueden ser afectados por las condiciones que enfrenta el feto dentro del útero (Berry y col., 2008). [registrados]
El objetivo de este trabajo fue evaluar qué efecto genera en la primera lactancia de la descendencia:
Materiales y métodos
Se realizó un estudio retrospectivo en una base de datos que posee registros productivos y reproductivos de las lactancias reportadas por 1131 tambos de la Provincia de Buenos Aires (Argentina) nucleadas en ARPECOL (Asociación de la Regional Pampeana de Entidades de Control Lechero), entre los años 1981 y 2011.
Para cada lactancia se calculó la producción de leche acumulada a los 150 DEL mediante la fórmula de los trapezoides. Con el fin de que las comparaciones entre lactancias sean válidas, el valor de los litros de leche en cada registro de control lechero fue estandarizado a 3,5% GB.
Como indicador reproductivo se calculó el intervalo parto-concepción (IPC), expresado en días, y se estimaron los cuartiles:
Cuartil 1 <77 DEL
Cuartil 2 entre 77 y 115 DEL
Cuartil 3 entre 116 y 190 DEL
Cuartil 4 >190 DEL
Por tanto, se analizaron las lactancias en las que se pudo calcular indicadores productivos y reproductivos (73.921 madres, 84.749 lactancias), como así también, en las lactancias sucesivas de las crías hembras nacidas en la lactancia considerada (85.019 hijas).
Resultados
La producción de leche acumulada a los 150 DEL de las hijas disminuyó cuadráticamente a medida que aumentaba el número de gestaciones de la madre (P <0,01, Figura 2).
Las hijas de vaquillonas primerizas produjeron cerca de 36 litros más que las hijas de vacas con 2 gestaciones.
Las hembras que fueron concebidas después de los 150 DEL produjeron más que las que fueron concebidas en promedio en los días 100 y 50. A partir de los 150 DEL no hubo diferencias significativas en las producciones (Figura 2).
Finalmente, la energía secretada en leche no tuvo efecto sobre la producción acumulada hasta los 150 días de las hijas (P >0,1).
Figura 2. Producción de leche acumulada en 150 días en vaquillonas nacidas desde la primera a la octava gestación.
Figura 3. Producción de leche de vaquillonas que fueron concebidas a los 50, 100, 150 o más de 150 días en leche.
Discusión
En este trabajo se demostró que las hembras que fueron concebidas en ausencia de la lactancia materna produjeron más leche durante su primera lactancia que aquellas cuyas madres se encontraban lactando en el momento de la concepción.
Aquellas terneras gestadas durante la lactancia de la madre, podrían competir con la glándula mamaria por los nutrientes y de esa forma no recibir el aporte necesario de nutrientes para su normal desarrollo.
La capacidad de una vaca gestar una cría está dada por la forma en la cual ella distribuye los nutrientes para sostener el desarrollo del feto y la producción de leche o su propio crecimiento (Banos y col., 2007).
Las evidencias de este estudio podrían sugerir que el aporte de nutrientes hacia el feto se ve más limitado en el caso de una vaca lactando en contraste con una vaquillona que continúa creciendo.
Probablemente, el hecho de que aquellas madres primíparas den una descendencia con una mejor producción se deba a que la gestación se desarrolla en un ambiente uterino intacto, el cual no sufrió las injurias propias del parto incluyendo la potencial contaminación bacteriana.
Gonzalez-Recio y col. (2012) demostraron que las hembras que fueron concebidas por vacas no lactantes tuvieron mayor vida útil que aquellas cuyas madres estaban lactando; además, la concentración de proteína y grasa en leche fue superior en las primogénitas.
Conclusión
Queda claro entonces que el estado fisiológico y metabólico que esté atravesando la vaca durante la gestación tiene una gran repercusión en la vida productiva de la cría.
La producción de las madres parece no ser tan importante en este sentido, como sí lo es la cantidad de gestaciones previas y los días en leche en el cual se encuentran al momento de la concepción.
En este estudio no se proveyó evidencia de potenciales cambios genéticos en los fetos relacionados con la edad de las madres y futuros estudios deberían abordar esta hipótesis.
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