Reflexiones sobre los requisitos de vitamina D3

Intentaremos exponer varias cuestiones que pueden llevar a la reflexión sobre este hecho.

FUNCIONES NO CLÁSICAS DE LA VITAMINA D3

1 . Además del efecto conocido sobre la homeostasis calcio-fósforo, existen evidencias de un efecto pleiotrópico. Los VDR y la enzima 1α-hidroxilasa (transformación en 1,25-dihidroxivitamina D3) se expresan en varios tipos celulares además del hueso y el riñón, como intestino, plaquetas, páncreas, paratiroides, médula ósea, ovario, hueso y músculo fetales y próstata, entre otros. Esto revela su implicación en otras funciones del organismo.

2 . En las últimas décadas, destacan los estudios en la prevención de enfermedades cardiovasculares, de diversos tipos de cáncer y trastornos autoinmunes (diabetes mellitus tipo 1, esclerosis múltiple, otros), el desarrollo y diferenciación celular (hematopoyesis y sistema inmunitario, desarrollo mamario, etc.) en medicina humana y veterinaria.

3 . Regulación de la salud intestinal

Figura 1. Efectos de la vitamina D en el sistema inmunitario innato y la microbiota intestinal (adaptado de Sassi et al, 2018).

> Una deficiencia de vitamina D3 puede reducir la expresión génica de proteínas de uniones estrechas como ZO1, ocludina y claudina (Su et al., 2016) y aumentar la permeabilidad a endotoxinas bacterianas (Assa et al., 2014).

> La vitamina D3 puede inhibir la replicación de rotavirus y aliviar los síntomas en lechones (Zhao et al., 2014)

> La ausencia de VDR provoca una mayor carga bacteriana y mortalidad tras la infección por Salmonella typhimurium en ratones (Wu et al., 2015) y una mayor mortalidad y susceptibilidad a la endotoxemia inducida por LPS (Froicu et al., 2007)

> Una deficiencia de vitamina D en broilers deprime la respuesta inmunitaria celular y aumenta la incidencia de problemas de E.coli (Huff et al., 2002).

4 .El papel de la vitamina D3 sobre el sistema inmune es inmunoregulador y tiene un efecto significativo en el control de procesos inflamatorios: participa en la capacidad de mantener inmunotolerancia, tiene un rol supresivo en la autoinmunidad y ayuda en el desarrollo de inmunidad protectora (Figura 1).

> Una correcta suplementación de vitamina D puede prevenir algunas enfermedades infecciosas (Lang et al., 2015).

> La administración oral de vitamina D3 a lechones al nacer y al destete, inoculados con virus PRRS al destete, aumentó el nivel de anticuerpos frente a PRRS, lo que indica un efecto positivo en la respuesta inmunitaria a ciertas enfermedades (Petersen et al.).

5 .Las células epiteliales respiratorias tienen la habilidad de regular la producción de 1,25 D3 durante infecciones virales. Mediante este mecanismo se aumenta la producción de péptidos antimicrobianos como la catelicidina y de CD14, que son parte de la respuesta inmune.

6 .Regulación del desarrollo y contracción de la musculatura esquelética: implicación en las contracciones uterinas necesarias para un parto normal.

> Cuando se agotan las reservas uterinas de calcio, como puede suceder en camadas grandes, se detiene la expulsión de los lechones y se aumenta la duración del parto, con consecuencias negativas para la cerda y los lechones.

> En cerdas, debido a su papel en el desarrollo de la musculatura esquelética, la vitamina D participa en desarrollo muscular fetal y una alteración fetal in útero puede afectar al desarrollo de la musculatura postnatal (número de fibras musculares) (Endo et al., 2003).

7 .Efectos sobre la reproducción: la influencia general de la vitamina D3 en la capacidad reproductiva parece estar relacionada con mecanismos independientes del calcio. Su efecto en la implantación y/o placentación puede deberse a sus efectos inmunomoduladores o a la regulación de genes diana específicos asociados con la implantación.

> En la gallina, el aporte de vitamina D3 influencia su contenido disponible en la yema para el desarrollo del embrión (Stevens et al, 1985). En caso de deficiencia, se reduce la incubabilidad con muerte embrionaria hacia los 18 – 19 días.

CUESTIONES SOBRE LOS REQUERIMIENTOS: FACTORES ASOCIADOS AL PIENSO

» Las dietas a base de grano y soja no contienen prácticamente vitamina D, por lo que la vitamina D3 es, junto a la vitamina B12, la que más probablemente puede ser deficiente para cerdos y aves.

» La presencia de hongos en el pienso puede interferir con la vitamina D3 (Cunha, 1977). Por ejemplo, micotoxinas del género Fusarium reducen la absorción de vitamina D3 en el tracto intestinal en broilers.

» Parece existir una interacción competitiva entre las vitaminas A y D3 y las vitaminas E y D3. El mecanismo supuesto de la interacción con la vitamina A es la disminución de la PTH sérica bioactiva y la 1,25D3 en situaciones de hipervitaminosis A.

La vitamina C interviene en la conversión de colecalciferol en 1,25D3.

» Existen otros factores que influyen en los requisitos de vitamina D3 como la cantidad y forma física o química de calcio y fósforo, la cantidad de fitatos, la presencia de otras vitaminas o la calidad de la vitamina D3. Además, la suplementación puede no ser siempre la adecuada debido a:

» Mezcla inadecuada en pienso o separación después de la mezcla.

» Inestabilidad del contenido vitamínico del corrector.

» Almacenamiento inadecuado del corrector o pienso en condiciones de temperatura elevada, humedad o contacto con oligoelementos como el sulfato ferroso o el óxido de manganeso (pérdidas de actividad del 10% al 30% después de cuatro o seis meses de almacenamiento a 22°C).

CUESTIONES SOBRE LOS REQUERIMIENTOS: FACTORES ASOCIADOS AL ANIMAL

» La mejora genética hacia mayores niveles de producción (carne, huevos y leche), y una mejor eficiencia alimentaria, resultan en una menor ingesta de vitaminas por unidad de producción, especialmente en avicultura. Esta reducción puede ser de un 1% anual por huevo producido y de un 0,6-0,8% por kg de peso en broilers.

» La alteración de la función renal ligada a la edad provoca una reducción de la excreción de calcio por una peor filtración, pero también reduce la actividad de la 1α-hidroxilasa, por lo que el resultado es una mayor pérdida de calcio además de una peor absorción intestinal.

En la gallina, esto supone una pérdida de capacidad de mantener el peso de la tibia o la calidad de la cáscara.

Los síntomas de deficiencia en ponedoras aparecen a las cuatro semanas (Tsang et al., 1990). El primer síntoma es un adelgazamiento de la cáscara del huevo.

Una deficiencia de vitamina D3 en reproductoras puede afectar al desarrollo óseo de los pollitos, independientemente de los niveles de vitamina D3 en su dieta.

Además, el mal funcionamiento del hígado limita la producción de las formas activas de la vitamina, los trastornos intestinales reducen su absorción (parásitos, diarrea, etc.) y alteraciones del sistema endocrino pueden afectar al sistema de regulación de la 1α-hidroxilasa.

» Los lechones nacen con niveles plasmáticos bajos de vitamina D3 y su absorción intestinal de calcio no depende de la vitamina D3 hasta la cuarta semana de vida. La suplementación del pienso “creep feed” con vitamina D3 puede proporcionar cantidades adecuadas esta vitamina cuando la regulación de la absorción de calcio se convierta en dependiente de vitamina D3.

En el lechón destetado, el nivel plasmático de vitamina D3 es menor en confinamiento que al aire libre, lo que plantea la cuestión de si podría ser necesario un suministro adicional de vitamina D3 para mantener un crecimiento normal y una correcta respuesta inmune (Dal et al,. 2018).

> En cerdos, la deficiencia de vitamina D3 causa pérdida de crecimiento, rigidez, cojera, caídas o parálisis posterior, fracturas, huesos frágiles, deformidades óseas, agrandamiento y erosión de las articulaciones (Cunha, 1977).

> Se ha demostrado que la cifosis aparece en cerdos jóvenes cuando las cerdas sufren déficit de vitamina D3 durante la gestación y la lactación (Rortvedt and Crenshaw, 2012).

» En un resumen de casos de raquitismo dependiente de vitamina D3 (Laboratorio de Diagnóstico Veterinario de la Universidad de Iowa), desde enero de 2010 hasta marzo de 2012, el diagnóstico se basó en la presentación clínica y los niveles muy bajos de vitamina D3 en suero. Los signos clínicos iniciales fueron a menudo muerte súbita con temblores y/o convulsiones sin antecedentes de enfermedad infecciosa. La edad de los cerdos osciló entre 9 y 17 semanas o de 23 a 68 kg (corresponden a un período de rápido crecimiento).

CONCLUSIÓN

A pesar de no conocer con exactitud los requerimientos de vitamina D3 en las genéticas actuales, existen suficientes evidencias como para plantear dudas razonables sobre la necesidad de suplementar con vitamina D3 en situaciones determinadas más allá de los máximos establecidos.

El uso adicional de la forma activa 1,25-dihidroxivitamina D3 en forma de glucósido vegetal es una óptima herramienta a tener en cuenta en estas fases más críticas.