En la actualidad, la comunidad científica clasifica todas las formas de selenio disponibles para la alimentación animal en tres generaciones distintas. La última generación, la de los llamados productos puros, ha adquirido mayor importancia en la suplementación animal, ya que arroja resultados positivos en comparación con las generaciones anteriores.
Todos los aditivos pertenecientes a esta tercera generación presentan una característica común entre ellos: todo el selenio (Se) disponible en estos productos se encuentra bajo la forma de selenometionina (SeMet), a saber: L-SeMet, OH-SeMet y Zn-L-SeMet.
Dada la escasa disponibilidad de selenio en forrajes, cereales y granos proteicos, la suplementación de este mineral en animales de interés zootécnico es una práctica habitual desde el decenio de los años 70. Durante las últimas décadas, un creciente número de investigaciones sugiere que la forma de selenio en la dieta determina la eficiencia de la misma y, por tanto, influye en el cumplimiento del requerimiento nutricional de los animales.
La principal ventaja de suplementar SeMet a los animales frente a las fuentes inorgánicas es que, debido a la similitud química entre la metionina y la SeMet, la última se absorbe y metaboliza como una molécula de metionina. Cuando se compara con la segunda generación de “selenio orgánico” (selenolevaduras), la tercera generación es capaz de garantizar no sólo el contenido total de selenio orgánico, sino también la concentración constante de Se en forma de SeMet, y con ello asegurar el suministro de Se a los animales en su molécula de mayor valor.
Esta característica conduce a la formación de un depósito inespecífico de Se en las cadenas de aminoácidos corporales (es decir, en las proteínas corporales), que posteriormente pueden ser utilizadas por los animales de forma más eficiente y segura. Por otro lado, todas las demás formas de Se no crean depósitos de Se y, por tanto, cualquier exceso es excretado inmediatamente por los animales para evitar su toxicidad. |
Cuando se compara con la segunda generación de “selenio orgánico” (selenolevaduras), la tercera generación es capaz de garantizar no sólo el contenido total de selenio orgánico, sino también la concentración constante de Se en forma de SeMet, y con ello asegurar el suministro de Se a los animales en su molécula de mayor valor.
Pero, ¿Son equivalentes las fuentes puras de SeMet?
En los últimos meses se dio inicio a un debate sobre las posibles diferencias entre dichas fuentes. Entre ellas, una de las hipótesis comerciales creadas fue que la OH-SeMet, por ser un hidróxi-análogo, presentaría un valor biológico inferior en relación con otras fuentes.
Dada la diversidad de opciones disponibles, la comunidad científica ha buscado formas de evaluar la eficacia de estos diferentes aditivos. Sin embargo, se admite que la mejor manera de evaluar la bioeficacia de las formas puras de SeMet es mediante la comparación de la deposición de Se en los tejidos animales, siendo la deposición en el músculo la referencia más utilizada.
Simon et al. (2013) compararon diferentes fuentes de “selenio orgánico” y concluyeron que la diferencia en la eficiencia de estas fuentes de Se estaría relacionada con sus diferentes contenidos de SeMet.
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En 2017, el grupo dirigido por Jachacz publicó un metaanálisis en el que se recopilaron los resultados de 13 estudios diferentes que comparaban la eficacia de las fuentes de selenio. Se llegó a la conclusión de que, cuando se suplementaba a la misma dosis, la L-SeMet y la OH-SeMet mostraban la misma eficacia (Figura 1).
Figura 1. Efecto de las fuentes y los diferentes niveles de Se en su deposición muscular.
Adaptado de Jachacz et al., 2017.
Sin embargo, para confirmar la igualdad entre las fuentes de tercera generación, se llevó a cabo un nuevo experimento, el cual fue publicado recientemente.
En este estudio, se dividieron 432 pollos (Ross 308) en 12 tratamientos diferentes con 3 repeticiones por tratamiento.
Las aves fueron alimentadas durante 14 días con:
En el resto de los tratamientos, las aves alimentadas con la dieta NC fueron suplementadas con L-SeMet o OH-SeMet. Las fuentes de Se fueron suplementadas con 0,3 mg Se/kg, excepto en los tratamientos que recibieron L-SeMet e OH-SeMet, donde se utilizaron dosis cada vez mayores, a saber: 0,15; 0,3; 0,45 y 0,6 mg Se/kg de dieta.
Al final del experimento, se obtuvieron muestras de 9 animales por tratamiento para determinar el contenido de Se en el músculo de la pechuga, mediante la técnica de espectrometría de masas con plasma acoplado inductivamente (Figura 2).
Figura 2. Deposición de selenio (Se total, mg/kg de MS) en la pechuga de pollos suplementados con diferentes fuentes y niveles de selenio a los 14 días de edad.
Letras diferentes indican diferencias estadísticas (P<0,05).
Adaptado de De Marco et al., 2021.
Las fuentes de Se afectaron significativamente su deposición en la pechuga (Figura 2). La evaluación estadística confirmó una mayor eficacia de las formas orgánicas (SY56, SY72, L-SeMet y OH-SeMet) en comparación con el selenito de sodio (SS), gracias a la mayor concentración de SeMet. Los resultados también demostraron una mayor eficacia de L-SeMet y de OH-SeMet en la deposición de Se en el músculo de la pechuga en comparación con las selenolevaduras (SY56 y SY72).
Los resultados de la deposición también evidenciaron que la deposición de Se en la suplementación dietética de L-SeMet o OH-SeMet depende de la dosis, y que estas fuentes de Se de tercera generación mostraron una eficacia biológica equivalente (P> 0,05) en las cuatro dosis probadas (Figura 2).
Un estudio reciente realizado en vacas lecheras (Hachemi et al., 2020) tuvo por objetivo evaluar el selenio en cuanto a su deposición por parte de los microorganismos del rumen y su concentración en el fluido plasmático de animales suplementados durante 23 días con los siguientes tratamientos:
Los investigadores sometieron las muestras de líquido ruminal a la llamada especiación de selenio, capaz de identificar las formas de Se presentes en las muestras analizadas, incluido el Se(0) – selenio elemental.
Figura 3. Efecto de diferentes fuentes de Se sobre su concentración en el líquido ruminal de vacas lecheras.
Adaptado de Hachemi et al., 2020.
Figura 4. Efecto de diferentes fuentes de Se en su concentración plasmática en vacas lecheras.
Adaptado de Hachemi et al., 2020.
La concentración de Se en el líquido ruminal mostró una correlación positiva con el contenido de Se en el plasma (R² = 0,96), ambos mostraron la misma jerarquía entre sus fuentes. Se midió el Se(0) en el líquido ruminal y sólo se detectó en el grupo suplementado con SS. De todo el selenio presente en el líquido ruminal, el 42% estaba en forma de Se(0), lo que podría explicar la menor biodisponibilidad del SS en rumiantes.
Los autores concluyeron que el Se plasmático está influenciado por el contenido de Se en el rumen y la disponibilidad biológica de sus fuentes, siendo el Zn-L-SeMet y la OH-SeMet mayores que el SS.
Esta evaluación también mostró una diferencia estadística en la concentración plasmática de Se entre los grupos de Zn-L-SeMet e OH-SeMet, siendo esta última fuente la de mayor biodisponibilidad (Figuras 3 y 4).
En definitiva, un punto capaz de diferenciar la SeMet de la tercera generación es la estabilidad de las moléculas al almacenamiento en las llamadas condiciones normales o en las condiciones aceleradas de evaluación. Teniendo en cuenta las opiniones científicas emitidas y publicadas por la “Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria” o “European Food Safety Authority” (EFSA) tenemos importantes diferencias entre las tres fuentes mencionadas.
Los datos publicados por la EFSA mostraron que la L-SeMet, cuando se añadió a una premezcla de vitaminas y minerales, mostró una baja recuperación tras el almacenamiento. Los datos mostraron que después de 3, 6 y 9 meses, la recuperación de L-SeMet fue del 55, 54 y 37% respectivamente.
En cuanto al Zn-L-SeMet, los datos de estabilidad del producto puro durante el almacenamiento en condiciones normales y aceleradas se presentaron sólo para el período de 3 meses (EFSA). En condiciones normales de almacenamiento, la recuperación fue del 91,2% y en condiciones aceleradas, del 82%. Lamentablemente, no se pudo disponer de períodos de almacenamiento más largos.
Cuando la EFSA evaluó la estabilidad de la OH-SeMet almacenada durante 3, 12 o 18 meses en condiciones normales y aceleradas; y después de 3 meses, encontró una recuperación del 98% en el caso de condiciones normales y del 97% para condiciones aceleradas.
Conclusión
Se ha publicado mucha información nueva sobre el metabolismo y las acciones del selenio en animales de interés zootécnico. Ahora se sabe que la molécula con mayor valor biológico es la SeMet y que las fuentes que suministran sólo esta molécula (selenio de tercera generación) han demostrado una potencia superior en comparación con las generaciones anteriores (selenio inorgánico y selenolevaduras).
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