05 Jun 2020
Brassica carinata, un nuevo recurso para la alimentación animal
La Brassica carinata, también conocida como «mostaza etíope», es un cultivo de semillas con alto contenido de aceite generado principalmente para la producción sostenible de biocombustibles apto para aviones, y que deja como co-producto harinas de alto contenido proteico para la alimentación animal. A su vez, al ser un cultivo de invierno, encaja perfectamente en las rotaciones anuales de siembra en Sudamérica, donde se adapta muy bien a las condiciones climáticas y edafológicas.
Extraido de UPM
La Brassica carinata es una oleaginosa del mismo género que la «Colza» (Brassica napus), la «Mostaza india» (Brassica juncea), el «Nabo» (Brassica rapa) y el grupo de las coles en general (Brassica oleracea).
A diferencia de otras de su especie, el aceite no puede ser utilizado para la alimentación humana (ver más adelante), pero tiene otros usos que la hacen particularmente interesante.
⇒ En España, por ejemplo, se utiliza con dos fines: como biomasa de planta entera para la alimentación de centrales de generación eléctrica, y como productora de aceite para la transformación en biodiesel. Como biomasa los rendimientos obtenidos oscilan entre 6 y 8 toneladas por hectárea.
⇒ En Uruguay, en los dos últimos años, se ha incrementado la superficie sembrada con este cultivo con el fin de producir biocombustibles, siendo impulsado por la empresa forestal UPM y aceptado entre los productores, debido a que encuadra muy bien dentro del sistema agrícola, en la rotación de cultivos. Además, en contraste con otros cultivos de invierno como trigo y cebada, libera la superficie antes por tener la cosecha por los primeros días de noviembre.
Características morfológicas
La morfología de esta planta hace que, por lo general, sea resistente a condiciones marginales de cultivo. Sin embargo, para obtener buenos rendimientos se recomienda mantener en el suelo niveles adecuados de nitrógeno, fósforo, potasio y azufre. La Brassica Carinata desarrolla de manera más óptima en suelos con un buen drenaje y con un pH que oscila entre 5,5 a 6,5.
Por poseer un sistema radicular pivotante, tiene una gran capacidad de profundizarse, logrando atravesar los obstáculos y alcanzar las napas de agua más profundas. Esta es una de las razones por las cuales su tolerancia a la sequía es alta.
Durante el estado de roseta, el desarrollo de materia verde es asombrosamente rápido. Una vez alcanzada la madurez, puede alcanzar unos 1,20 a 1,50 m de altura.
Las flores amarillas están formadas por cuatro pétalos en forma de cruz. El fruto tiene una alta resistencia a la dehisencia, minimizando las pérdidas de semilla durante la cosecha.
Si bien la Brassica carinata posee un alto contenido de aceite en su semilla, el mismo no es apto para consumo humano. Esto se debe a que posee un gran nivel de ácido erúcico, tóxico que produce lipidosis miocárdica, entre otras afecciones.
Sin embargo, por la características de sus ácidos grasos, con más del 90% de ellos como insaturados, es una materia prima ideal para la producción de biocombustibles.
Estos biocombustibles, en contraste con los combustibles fósiles, reducen más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por otro lado, el producto que queda como residuo de la extracción del aceite, es una harina altamente proteica y baja en fibras, apta para el consumo de los animales de producción.
Uso de Brassica carinata en alimentación animal
Como dijimos anteriormente, la harina obtenida luego de la extracción del aceite aporta proteínas, su valor oscila entre 40 y 42%, de muy buena calidad y puede incluirse en la ración de todas las especies de producción. Sin embargo, es recomendable utilizarla junto a otros ingredientes debido al contenido de glucosinolatos.
En la siguiente tabla, se detallan los porcentajes de inclusión según la especie y la categoría.
Tabla 1. Porcentajes de inclusión de harina de Carinata de acuerdo a la especie y a la categoría (*).
(*)Estos valores son relativos, debido a que los niveles de glucosilanatos varía según la región geográfica, el clima y el suelo.
Los glucosilonatos, son metabolitos presentes en todas las especies del orden Brassicales. Se pueden encontrar en todas las partes de la planta y actúan como un sistema de defensas contra insectos, hongos y bacterias. Desafortunadamente, su mayor concentración se encuentra en las semillas.
La toxicidad de los glucosilanatos, tanto en animales de granja como en humanos, está asociado a la formación de tiocinatos, los cuales interfieren en la captación de iodo y la posterior formación de las hormonas tiroideas T3 y T4. Como consecuencia de estos cambios en la función tiroidea, comienzan a observarse anomalías en todos los tejidos, incluyendo los órganos reproductivos.
Entre los síntomas más comunes por la intoxicación con glucocilanatos se encuentran:
- disminución en la fertilidad de machos y hembras
- retraso en el crecimiento
- menor desempeño productivo
Por ser de la misma familia, estos cuadros pueden asemejarse a los observados en la alimentación con altas inclusiones de harina de canola.
Sin embargo, si se incluyen en la dieta de acuerdo a las recomendaciones de cada especie, la utilización de la harina de Brassica carinta puede ser una gran alternativa al uso de otras oleaginosas, como por ejemplo la soja y el girasol, que por ser un cultivo de verano, pueden escasear en determinados momentos del año.
Esta oleaginosa, es un cultivo de invierno que se presenta como una alternativa interesante por diversos motivos. Entre los más importantes, destacamos:
- la alta producción de aceite para la generación de biocombustibles
- la extracción de harinas como fuente de proteína de calidad para aves, cerdos y rumiantes
- el adecuamiento para la rotación de cultivos
- la alta adaptación de la planta
- promover el uso de combustibles no fósiles reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
[/registrados]