El fomento de un buen estado sanitario y del bienestar de los animales se ha convertido en un factor de suma importancia en los sistemas de producción animal de hoy en día.
Es de especial relevancia es una buena salud durante las primeras fases de la vida, salud que constituye una condición indispensable para un óptimo desarrollo de los animales que derivará asimismo en un alto rendimiento productivo de los mismos.
Sin embargo, durante los primeros días o semanas de vida, el sistema inmunitario es todavía inmaduro, lo cual, en combinación con el contacto con microorganismos patógenos, transportes de larga distancia, ayuno, mezcla de individuos de diferentes orígenes, cambios en la dieta y, en ocasiones, condiciones ambientales y de higiene sub-óptimas, puede originar morbilidades y mortalidades altas.
Tracto gastrointestinal, primera puerta de entrada de patógenos
La primera puerta de entrada para los patógenos en el cuerpo de los animales jóvenes son los epitelios del tracto gastrointestinal y del aparato respiratorio, siendo las enfermedades entéricas las que tienen mayor importancia, tanto desde el punto de vista sanitario como productivo y económico, durante los primeros estadios de vida en ganado bovino, porcino y avicultura.
La terapia antibiótica ha sido y es el tratamiento de elección de las enfermedades del tracto gastrointestinal en terneros, lechones y aves.
De la terapia antibiótica al enfoque terapéutico holístico
Las paulatinas restricciones al uso de antibióticos terapéuticos en producción animal por parte de las autoridades europeas, debido a las crecientes resistencias a agentes antimicrobianos que se están detectando a nivel global, están forzando al sector de nutrición y salud animal a buscar nuevas opciones para prevenir y tratar las enfermedades más comunes y con mayor impacto económico.
La diversa etiopatología y sintomatología de este tipo de enfermedades en los animales constituye un desafío y exige un enfoque terapéutico más integral u holístico, enfoque en el que se ajustan los productos fitogénicos, en base a plantas medicinales y/o a sus extractos, que están apareciendo en el mercado, al estar éstos compuestos por multitud de sustancias activas que a su vez ejercen numerosos mecanismos de acción, los cuales pueden generar efectos pleiotrópicos (en distintas localizaciones) así como efectos aditivos o sinérgicos en el organismo animal.
Actualmente, los productos fitogénicos están reclamando su lugar como una opción eficaz en el marco de la prevención y tratamiento de diversas enfermedades –particularmente enfermedades entéricas- en producción animal.
Recientemente, Ayrle y col (2016), de la Facultad de Veterinaria de Berna (Suiza), indicaron que existe un vasto conocimiento científico sobre plantas medicinales, conocimiento avalado por más de 20.000 artículos científicos (peer-reviewed) publicados en los últimos veinte años.
En la tabla 1, se indican las principales especies vegetales que en los estudios publicados han demostrado tener efectos positivos a nivel gastrointestinal y a nivel inmunomodulador y antiinflamatorio.
Tabla 1. Especies vegetales cuyos efectos positivos para la prevención o tratamiento de procesos gastrointestinales y procesos inflamatorios en general han sido publicados en revistas científicas
Según Hasehemi y Davoodi (2011), los principales modos de acción por los que los productos fitogénicos ejercen sus efectos positivos sobe la salud intestinal y los rendimientos productivos de los animales son sus acciones antimicrobianas, antioxidantes, antiestrés, inmunomoduladoras y antiinflamatorias.