Escherichia coli es una bacteria presente en el intestino de animales y humanos que causa infecciones entéricas y extraintestinales (Solà-Ginés et al., 2012).
En particular, la E. coli patógena aviar (APEC) es la principal causa de colibacilosis, una enfermedad compleja caracterizada por infecciones locales y sistémicas graves (Alber et al., 2020).
Además, la colibacilosis está asociada con varios síndromes como:
Colisepticemia
Celulitis
Aerosaculitis
Peritonitis
Salpingitis
que son los más económicamente importantes para la industria (Newman et al., 2021).
La APEC es un patógeno importante que afecta todas las etapas de la producción avícola y representa una de las principales causas de mortalidad y morbilidad en pollos de engorde, lo que resulta en pérdidas económicas significativas para la avicultura mundial (Barbieri et al., 2015), ya sea como patógeno primario o como secundario (Gabiraba, Schouler, 2015).
El problema se ve agravado por el aumento de la resistencia antimicrobiana y por el reconocimiento de la APEC como un patógeno zoonótico potencial y formador de biopelícula (Maluta et al., 2014; Rocha et al., 2021), lo que subraya la necesidad de controlar esta bacteria para proteger tanto a la salud y producción avícola como a la salud humana
Los Impactos de la APEC
El impacto económico de la APEC se debe a la mortalidad y menor productividad de las aves afectadas, lo que incluye una disminución de las tasas de incubación y producción de huevos, además de un aumento de los decomisos de canales en el matadero (Gabiraba, Schouler, 2015).
Decomisos de canales
Las lesiones asociadas con la colibacilosis se han convertido en una de las principales causas de decomiso de canales de aves durante el sacrificio (Casagrande et al., 2017).
En Brasil, las pérdidas económicas resultantes del decomiso total por colibacilosis totalizaron R$ 2 millones en mataderos ubicados en los cuatro principales Estados productores de pollos de engorde en 2011 (Santa Catarina, Paraná, São Paulo y Rio Grande do Sul) (Ebling, Basurco, 2016).
En un matadero ubicado en la región Sur de Brasil, la colibacilosis causó el decomiso total de 61.335 canales de pollos de engorde y el decomiso parcial de 47.060 canales por año, ascendiendo a pérdidas anuales de R$ 111.448,00 y R$ 27.337,00, respectivamente (Mashio, Raszl, 2012).
La identificación de la colibacilosis como causa de decomiso de canales de aves sigue siendo frecuente. Entre 2013 y 2017, Souza et al. (2019) identificaron las tasas de decomiso total en mataderos ubicados en diversos Estados brasileños, especialmente Bahia (20,42%), Mato Grosso do Sul (16,63%), Santa Catarina (12,86%), Tocantins (12,36%) y São Paulo (8,74%).
Las pérdidas económicas resultantes de los decomisos por aerosaculitis totalizaron aproximadamente R$ 581 mil en mataderos certificados ubicados en los Estados de Santa Catarina, Paraná, São Paulo y Rio Grande do Sul en 2011 (Ebling, Basurco, 2016).
Otros investigadores, como Mashio y Raszl (2012), reportaron 60.238 aves con aerosaculitis decomisadas parcialmente por año, generando una pérdida de R$ 35.683,00 y un porcentaje de desecho del 32,66% en un matadero ubicado en la región Sur de Brasil.
Machado et al. (2014) realizaron un estudio para examinar la positividad de:
como factor de riesgo para aerosaculitis duranteel decomiso de canales de pollos de engorde.
El 30% de las aves analizadas presentaban lesiones en los sacos aéreos; sin embargo, ninguna de las aves con lesiones presentó infección por Mycoplasma spp. y el 33,3% de las aves fueron positivas para el gene de E. coli, lo que sugiere que la mera presencia de E. coli es suficiente para causar problemas respiratorios.
La celulitis es también una de las infecciones extraintestinales más prevalentes causadas por la APEC y se caracteriza por la presencia de placas fibrinonecróticas subcutáneas e inflamación, produciendo decomisos de canal parciales o totales durante el procesamiento (Brito et al., 2003).
Los informes del Centro Federal de Salud Animal de Rusia (FGBI) han revelado problemas graves causados por colibacilosis en granjas avícolas comerciales durante el período 2009 – 2014, donde se observó una alta tasa de morbilidad (Spiridonov et al., 2015).
Ciento cincuenta y cinco brotes de colibacilosis se produjeron en Nepal entre enero y junio de 2016, resultando en 77.202 aves afectadas y 3.183 aves muertas (tasa de mortalidad del 4,12%) (VEC, 2016).
En Indonesia, Wibisono et al. (2018) realizaron un estudio para calcular las pérdidas económicas en la producción de pollos de engorde y gallinas ponedoras infectadas con APEC.
En gallinas ponedoras, la APEC se considera un patógeno común asociado a enfermedades del tracto reproductivo y se refiere sobre todo a la salpingitis y peritonitis (Landman, van Eck, 2015).
La infección del oviducto por E. coli es una causa común de reducción de la producción de huevos y aumento de la mortalidad, tanto en gallinas ponedoras como en reproductoras de pollos de engorde (Nolan et al., 2019).
La salpingitis crónica es un posible factor de riesgo de transmisión vertical de E. coli a la progenie a través de la parte interna o externa del huevo (Giovanardi et al., 2005).
Olsen et al. (2016) observaron una frecuencia de infección por E. coli del 68% en gallinas ponedoras procedentes de granjas con altas tasas de mortalidad, y las aves presentaban lesiones similares a las de sepsis, salpingitis y peritonitis crónica.
Durante la primera semana después de la eclosión la infección del saco vitelino es una de las causas de mortalidad en pollos de engorde, y la E. coli es uno de los agentes etiológicos (Amare et al., 2013).
Formación de Biofilm
Además de su impacto económico, la persistencia y supervivencia de la APEC en el ambiente pueden deberse a su capacidad de formar biofilms (Rodrigues et al., 2019).
Las biofilms se forman en distintos ambientes y pueden afectar negativamente a los productores y la industria de procesamiento de alimentos debido a la presencia de una estructura protectora compleja y tridimensional que se adhiere a la superficie formando una comunidad de células (Donlan, Costerton, 2002).
En las biofilms, los genes y plásmidos pueden ser absorbidos para aumentar la supervivencia y la diversidad genética, así como promover la esistencia a los antibióticos u otros agentes sanitizantes (Beloin et al., 2008).
El impacto económico total, incluidos los costos del tratamiento con antibióticos, se ha estimado en €0,4 millones para el sector de gallinas ponedoras, €3,3 millones para el sector de reproductoras de pollos de engorde y €3,7 millones para el sector avícola del país en general.
Los biofilms revisten un particular interés para la industria avícola y la salud pública, dado que pueden contener microorganismos patógenos (Donlan, 2001), incluida la E. coli.
Los biofilms representan una fuente potencial de contaminación microbiana crónica de las materias primas (Giaouris et al., 2014) y un desafío para la producción animal, ya que pueden formarse sobre las superficies de plástico y metal de los sistemas de suministro de agua y alimento (Amaral, 2004).
Medidas de bioseguridad, estrategias de vacunación y el uso de antibióticos han sido implementados para el control y tratamiento de la APEC en aves (Christensen et al., 2021; Kathayat et al., 2021).
Conclusión
La APEC es una bacteria patógena comúnmente encontrada en aves que causa pérdidas económicas significativas para la industria avícola en todo el mundo. Es necesario tener un control efectivo de la APEC para proteger tanto a la salud y producción animal como a la salud humana.
– Por lo tanto, herramientas personalizadas como Correlink™ pueden utilizarse para controlar y reducir las infecciones por E. coli, generando así beneficios para la industria avícola mundial.
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