La etapa de cría y nutrición de terneros, determina la vida productiva de estos animales hasta el final de su ciclo de producción, ya sea en carne para ganado vacuno de carne o en leche para ganado lechero.
Los animales con crecimiento saludable y equilibrio nutricional adecuado desde una edad temprana tienden a tener un mayor aumento de peso que los animales que tuvieron problemas y/o restricciones nutricionales en el período de mayor necesidad. |
El cuidado de los terneros debe comenzar incluso antes del parto, ya que la madre necesita haber sido bien alimentada y cuidada principalmente en el último tercio de la gestación, para que pueda realizar el parto de la manera menos traumática posible y proporcionar calostro de calidad en cantidad suficiente para garantizar una buena ingesta de inmunoglobulinas (anticuerpos).
El calostro es de fundamental importancia, porque los terneros comienzan a producir sus propios anticuerpos solo entre las dos y tres semanas de vida
En el caso del vacuno de carne, la práctica de destete que más comúnmente encontramos se realiza entre seis y ocho meses.
A esta edad el animal ya puede considerarse un rumiante activo y tiene plena condición para utilizar forraje sólido como única fuente de energía y nutrientes que necesita. Además, la participación de la leche en la dieta del ternero es pequeña después del tercer mes de lactancia (EMBRAPA-CNPGC, 1996).
Con la evolución de los sistemas de cría, se han practicado otras alternativas muy interesantes en relación con la fase de destete. Dos de ellos son el destete precoz, realizado alrededor de los 3 meses de edad y el destete con el sistema de creep feeding.
Estas prácticas han ganado fuerza en los últimos años en algunos países de Sudamérica, principalmente en Argentina, Uruguay y algunas regiones de Brasil.
Esto se debe a que estos sistemas tienen varias ventajas tanto para el ternero como para la vaca de cría. En esta fase inicial, el ternero tiene alta necesidad de nutrientes y baja capacidad física del rumen.
El uso de estos manejos es una forma de optimizar el crecimiento y la ganancia de peso en esta fase, en la que el ternero tiene la mejor conversión alimenticia. |
En el caso del destete precoz, respetando unas reglas sencillas, esto puede ser decisivo para anticiparse a un nuevo ciclo de producción y conseguir buenos beneficios.
Esta técnica es muy recomendable en períodos de escasez de forraje y con una alimentación más temprana, para reducir el estrés del destete. |
En el destete precoz, la alimentación recomendada se realiza con pienso específico para terneros (mínimo de 18% de proteína) y agua a voluntad (siempre agua limpia y fresca). Alimentar a los terneros con una fracción fibrosa (forraje), no está indicada en este período de adaptación al destete precoz (10 días indicados de media).
A esta edad el ternero todavía no tiene un rumen funcional y la concentración de nutrientes en los piensos concentrados es mayor que en el forraje (más de 2/3 es agua por término medio).
Por lo tanto, en esta fase, debemos aportar la mayor cantidad posible de nutrientes para evitar problemas de adaptación y nutricionales.
En esta fase también es importante velar por el bienestar de los animales. Debe realizarse en un corral con una separación de 5 a 10 m² por ternero, como puede verse en este ejemplo de la figura 1. Este es un espacio seguro y tranquilo para los terneros. También es importante tener un corral limpio (sin acumulación de lodo) y sombra, proporcionando el confort mínimo necesario.
Figura 1. Terneros en un corral en el periodo de adaptación con espacio, sin barro y a la sombra.
Lo ideal para este sistema es iniciar el destete con los terneros con lo mínimo entre los 70 a 80 días de edad o con un peso superior a 90kg. Esta es una buena referencia para una mayor seguridad en la adaptación.
Un cuidado especial para el éxito del destete desde el principio es organizar los lotes en un tamaño que se pueda gestionar. Con atención a todos los animales (figura 2). También, que los terneros no tengan una diferencia de peso de más de 25-30 kg entre ellos dentro del mismo lote.
Figura 2. Terneros de tamaño uniforme en periodo de adaptación al destete precoz.
Otro beneficio muy importante para los terneros es el desarrollo ruminal en esta fase de crecimiento.
Es durante este período que debemos «invertir» en este rumen. Porque, como adulto, este animal puede tener la máxima utilización y absorción de nutrientes. |
De este modo, ayudamos a activar antes el rumen sin comprometer el crecimiento de los animales. Pero ganando algunos meses en el ciclo de producción.
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