Nutrición de terneros de corte: prácticas de destete (parte III)

También para el mercado de los que venden los terneros a otros ganaderos que hacen la fase de engorde, y aquí interesa a ambas partes. Para los que venden, acelera y anticipa los próximos lotes. Para los que compran, ya compran animales con potencial de ganancia, puesto que ya consumen pienso y la adaptación al comedero será mucho más rápida.

¿Y LA VACA?

Una gran ventaja con cualquier uno de estos manejos es para la vaca. Según el NRC (1996), la vaca utiliza parte de su energía siempre que está con el ternero amamantándolo. Hasta los 180 días de edad del ternero, esto ocurre y va disminuyendo (gráfico 1).

Gráfico 1. Demanda de energía de la vaca durante el periodo de lactancia (NRC, 1996)

Pero, se puede ayudar a las vacas con las técnicas de destete, pues esta demanda de energía que requieren los terneros se puede redirigir a la propia vaca (gráfico 2).

Gráfico 2. Fracción de energía redirigida a la vaca con la práctica del destete precoz (NRC, 1996).

Evaluando trabajos de destete en ganado vacuno en diferentes períodos, pero en la misma época del año, Gomes et al. (1986), Molleta & Perotto (1997), Restle & Vaz (2001) encontraron medias de peso de las vacas con diferencias muy significativas.

El gráfico 3 muestra el peso medio de las vacas en los distintos periodos de destete, siempre cuando los terneros alcanzaron 180 días de edad.

Las vacas cuyos terneros fueron destetados a los 70 días de edad, cuando alcanzaron los 180 días postparto, tenían de media 67 kg más de peso vivo que las vacas del grupo de control.

Esta recuperación más rápida de la condición corporal se traduce en un mejor aprovechamiento de los nutrientes ingeridos por la vaca.

Gráfico 3. Promedio de los trabajos que evalúan la diferencia de pesos de vacas con diferentes periodos de lactación con el ternero al pie. Gomes et al. (1986), Molleta & Perotto (1997), Restle & Vaz (2001)

LA ATENCIÓN SANITARIA

Hablamos de prácticas de manejo y nutrición, pero no podemos olvidar la salud del rebaño para el éxito de cualquier proyecto de este tipo. También es fundamental tener en cuenta que se cumplirá el calendario de vacunación.

Sean precoces o no, los terneros sufrirán cierto estrés. Por lo tanto, aplicar vacunas o medicamentos en estos días de destete y adaptación, no dará la mejor respuesta deseada.

Una forma de desafiar menos a estos terneros es organizar la vacunación unos días antes del destete, para que el refuerzo sea más tardío. Así no exigimos respuestas inmunitarias precisamente en estos días de mayor estrés.

Se trata incluso de una práctica que tiene en cuenta el bienestar animal, fundamental y responsable del éxito de cualquier sistema. En esta asistencia sanitaria debemos tener en cuenta las Clostridiosis y la queratoconjuntivitis, que son las principales enfermedades en esta fase.

No sólo hay que tener cuidado con la vacunación, sino que también es esencial llevar a cabo la desparasitación de los animales en este periodo. Con esta práctica intensiva se tiende a aumentar el riesgo de enfermedades del tracto digestivo y con ello posibles problemas de desarrollo.

En estas opciones de destete, hay que tener en cuenta que inicialmente tendremos animales un poco más susceptibles y, por tanto, requerirán más atención.

Si tenemos pérdidas de rendimiento o incluso bajas en el rebaño, el objetivo final se pierde y el ciclo de producción se ve comprometido.

Estas prácticas, si se planifican bien y se utilizan con estrategia, son rentables. En la parte técnica y de manejo nutricional ya está demostrado que se puede hacer. Sin embargo, todo pasa por una situación de precios favorables de los suplementos.

CONCLUSIONES

Trabajos como estos nos ayudan a repensar alternativas para buscar la mejora continua en nuestro sistema de producción ganadera.

Esta búsqueda de eficacia y mejor rendimiento es lo que da sostenibilidad al sistema de producción. Como en todo método de cría y manejo, debemos cuidar el bienestar de los animales y estos puntos que pueden influir en el resultado final.

Si se cumplen estas premisas, la tendencia es que las respuestas sean rentables y satisfactorias.

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