Recientemente, la FAO publicó el documento “El estado actual de la pesca y la acuicultura en el mundo”, lanzó una acción estratégica denominada “Transformación azul: una visión para transformar los sistemas alimentarios acuáticos”.
Artículo de Altemir Gregolin
En un año electoral en Brasil – año que elegiremos el Presidente de la República, Gobernadores, Diputados y Senadores es, sin duda, un momento privilegiado para debatir sobre estrategias, políticas y acciones para el desarrollo de la Acuicultura y la Pesca, con el objetivo de consolidar Brasil como un gran productor mundial de pescado, que es nuestra vocación. El propósito de este artículo es contribuir a este debate.
La acuicultura y la pesca son estratégicos para el país
Recientemente, la FAO publicó el documento “El estado actual de la pesca y la acuicultura en el mundo”, lanzó una acción estratégica denominada “Transformación azul: una visión para transformar los sistemas alimentarios acuáticos”.
Esta acción se basa en la opinión de que el desafío de alimentar a una población mundial en crecimiento sin agotar los recursos naturales es cada vez mayor y que los sistemas de alimentación acuáticos son cada vez más importantes por su potencial para proporcionar alimentos que satisfagan mejor las necesidades alimentarias nutritivas de la humanidad. Y establece como meta para 2050, proporcionar un aumento del 25% en el consumo de alimentos acuáticos a nivel mundial. Es decir, un aumento de 5 kg/habitante/año, lo que supone unas perspectivas de mercado reales a largo plazo.
El pescado es hoy la proteína animal más consumida y comercializada en el mundo. Según datos de la FAO (SOFIA 2022), el consumo actual es de 20,2 kg/habitante/año y el valor en exportaciones es de US$ 150 mil millones, el 49% del valor total de todas las proteínas animales exportadas. La proyección de la FAO para las próximas décadas es que el consumo seguirá creciendo por el aumento de la población, los ingresos, la búsqueda de proteínas más saludables y una mayor diversificación en los hábitos alimentarios.
Para 2030, la FAO proyecta un consumo de 21,5 kg/habitante/año y la necesidad adicional de 28 millones de toneladas adicionales por año para satisfacer la creciente demanda.
Desde un punto de vista estratégico, además de las perspectivas reales de mercado y el gran potencial a desarrollar en Brasil, invertir en la producción de pescado no solo es importante desde el punto de vista económico, sino desde varios otros aspectos.
La acuicultura se ha convertido en el polo dinámico de la cadena pesquera y ha crecido a niveles superiores al promedio mundial. Se destaca la piscicultura que, según el Anuario PeixeBr, ha crecido un 45,3% en producción en los últimos 8 años, pasando de 578.800 toneladas en 2014 a 841.000 toneladas en 2021, siendo la tilapia la cadena que efectivamente se consolidó, aumentando el promedio niveles del 10% por año y siendo responsable por el 63,5% de la producción pesquera en Brasil.
Actualmente, Brasil es el cuarto mayor productor de tilapia en el mundo, solo detrás de China, Indonesia y Egipto.
La industria, a pesar de las dificultades, viene en un proceso creciente de inversiones, modernizando procesos, aumentando la eficiencia y colocando productos con mejor calidad en el mercado nacional e internacional y haciéndose cada vez más competitiva.
Desafíos, estrategias y políticas para el sector
Son bien conocidos los retos a superar en pesca y acuicultura, en el caso de la pesca, la gestión de los recursos pesqueros, la investigación y seguimiento de stocks, las estadísticas, el crédito, la mejora de la legislación, la inversión en infraestructuras, la renovación de la flota, la regulación, la mejora de ingresos de los pescadores artesanales, etc. En acuicultura, tales problemas son regulatorios, tributarios, de acceso al crédito, asistencia técnica, inversiones en ciencia y tecnología, modernización de la industria y en temas de salud y bioseguridad, etc.
Estos son problemas que requieren ser enfrentados con políticas estructurantes, con visión de largo plazo y con la construcción de un modelo de desarrollo sustentable desde el punto de vista social, económico y ambiental, incluyente y competitivo en el mercado interno y a nivel global, con miras a transformar a Brasil en un gran productor mundial de pescado y generador de trabajo, empleo e ingresos y una vida digna para millones de brasileños.
Para ello, es estratégico crear un entorno de negocios seguro con un conjunto de políticas capaces de estimular las inversiones y acelerar el proceso de desarrollo del sector. En esta perspectiva, propongo un conjunto de estrategias y acciones que pueden orientar las políticas a implementar en Brasil:
Artículo de Altemir Gregolin, Médico Veterinario, Máster en Desarrollo Rural, Profesor de la FGV, Consultor, Presidente de IFC Brasil y Ex Ministro de Pesca.
Suscribete ahora a la revista técnica de nutrición animal
AUTORES
Salud hepática y metabolismo en el rendimiento de lechones en la fase de cría
María Alejandra Pérez AlvaradoElija correctamente su fuente de potasio
Jorge Castro¿Por qué son importantes las micotoxinas en la producción de pollos de engorde?
BRONCHOVEST®: la solución para soportar los desafíos respiratorios y térmicos
Los secretos detrás de una fitasa
Juan Gabriel EspinoCELMANAX en reproductoras y pollos reduce la prevalencia de Salmonella
ANAVRIN®: Una solución innovadora para la optimización en ganadería
Taninos en la nutrición de rumiantes: de obstáculo a oportunidad
José Luis RepettoFicha de materia prima: guisantes y subproductos derivados
Alba CerisueloEstrés crónico e inflamación intestinal en la salud de las aves de corral
Tellez Jr. GUso de grasas oxidadas en porcinos: riesgos y consideraciones (Parte 1/3)
María Alejandra Pérez Alvarado