Este año, en el que se espera que Brasil supere por primera vez la marca de los 300 millones de toneladas de grano, se acentuará un cuello de botella logístico que alcanzará un nivel también histórico: 120 millones de toneladas no tendrán espacio de almacenamiento.
Esto es más que toda la cosecha de Argentina, que afronta su tercer año consecutivo de sequía y cosechará sólo 75 millones de toneladas, frente a una estimación inicial de 122 millones. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) recomienda que los países dispongan de estructuras de almacenamiento para albergar al menos 1,2 veces el tamaño de sus cosechas.
La brecha brasileña ha ido creciendo desde 2000, cuando el país aún disponía de silos para almacenar, en caso necesario, toda la cosecha de un año.
«No tener un almacén en el campo cuesta más al agricultor y a la sociedad. Todos pagan esta factura. El 85% de la estructura de almacenamiento está en centros urbanos e industriales, o en puertos, y entonces los camiones se quedan atrapados en colas, sin almacén, secadero o estructura suficiente para recibir esta producción. El producto empieza a perder calidad y el precio del flete acaba explotando, es un círculo vicioso muy grave», señala Paulo Bertolini, presidente de la Cámara Sectorial de Almacenamiento de Granos de la Asociación Brasileña de la Industria de Maquinaria y Equipamiento (Abimaq). |
La Confederación Nacional de Agricultura y Ganadería (CNA) considera que existe un preocupante y creciente vacío en las estructuras de almacenamiento de granos en el país. Pero no hasta el punto de necesitar una capacidad estática de 370 millones de toneladas, como hacen creer las proyecciones de la FAO.
«No enfrentamos el crudo invierno de Estados Unidos, tenemos mas de una cosecha por año, y podemos almacenar dos o tres veces, utilizando la misma estructura. 370 millones de toneladas de capacidad estática es un número que no tiene sentido», afirma Elisângela Pereira Lopes, asesora técnica de la Confederación Nacional de Agricultura y Ganadería (CNA). |
Reconoce, sin embargo, que el déficit es preocupante: «Empieza a asustar cuando se pasa de un déficit de 85 millones de toneladas a un déficit de 122 millones de toneladas de una cosecha a otra. Si seguimos creciendo exponencialmente, tendremos problemas», señala.
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