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Variabilidad nutricional no controlada del maíz en dietas para porcino.
El maíz es uno de los cereales energéticos más utilizados a nivel mundial en las dietas para animales. Con particular interés en el continente americano, sur de Europa y países asiáticos (Figura 1).
Desde su domesticación, el maíz ha mostrado ser un cereal con una gran capacidad de adaptación a diferentes condiciones ambientales. Como resultado, tenemos hasta 300 diferentes biotipos capaces de ser cultivados desde regiones tropicales hasta zonas templadas de 3600 m.s.n.m.
No obstante, esto también ha dado paso a diferencias en su contenido nutricional.
En general, el cereal se caracteriza por su alto contenido de nutrientes, aportando así hasta un 65% de energía metabolizable y un 20% de proteína . Por ello, se utiliza ampliamente el maíz en dietas de porcino y de aves.
La inclusión de maíz en dietas para porcino, o sea, en la formulación puede variar entre el 50% al 70% del total de la dieta.
Sin embargo, su valor nutricional puede verse afectado por ciertas características como:
En este sentido, la variación genética ha mostrado ser un factor de variación considerable dentro de la composición nutricional, particularmente en su valor energético.
Múltiples ensayos han mostrado que factores de variación como la referencia geográfica, condiciones de cultivo y técnicas de secado pueden aportar una diferencia en los valores de energía metabolizable del maíz. Por ejemplo, de hasta 304 kcal/kg en aves (Melo y col., 2021).
En condiciones comerciales, estos factores que incrementan variación nutricional se conjugan dentro de los silos de almacenamiento. Esto se debe a que en los silos hay una mezcla de granos procedentes de diferentes lotes y orígenes para cereales como:
Por lo tanto, esta práctica comercial incrementaría aún más la dificultad de controlar la variación nutricional del maíz a la hora de formular dietas y raciones. |
De hecho, la concentración de energía metabolizable corregida por nitrógeno puede variar en más de 400 kcal/kg entre lotes de maíz en dietas avícolas (Cowieson, 2005).
Una herramienta que puede ayudar en el propósito de controlar la variabilidad nutricional, y por ende ajustar los nutrientes en las dietas, es la utilización del NIRs para predecir la composición proximal de las materias primas.
No obstante, las muestras que se analicen por esta vía pueden llegar a no ser lo suficientemente representativas de todos los factores de variabilidad, lo que termina en una dieta desequilibrada en su composición nutricional y, por lo tanto, con repercusiones en los parámetros productivos en granja.
Otros componentes del maíz como los polisacáridos no amiláceos (PNAs), lectinas y almidones resistentes también pueden verse modificados por los factores anteriormente mencionados. |
En efecto, la concentración de componentes como los arabinoxilanos (parte de los PNAs) pueden modificar la digestibilidad de nutrientes como la proteína y el almidón, repercutiendo en el desempeño productivo de los animales (Melo y col., 2021).
Aunque, tradicionalmente, el maíz ha sido considerado como un cereal no viscoso, debido a:
La variabilidad en la concentración de arabinoxilanos solubles (entre 2,2 a 5,3 g/kg) puede ocasionar que ciertas variedades genéticas puedan comportarse como trigo y dar lugar a problemas de viscosidad intestinal y complicando así el manejo sanitario de la explotación.
Así, el ensayo realizado por Melo y col., (2021) mostró que los antecedentes genéticos del maíz influyeron en el crecimiento de pollos broiler, alimentados con 8 dietas isoproteicas pero formuladas con 8 diferentes variedades genéticas de maíz, resultó afectado.
Los autores concluyeron que el contenido y la naturaleza de la PNAs se muestran como dos de los principales factores que afectan la solubilidad y disponibilidad de nutrientes en el maíz, con posibles efectos negativos en el desempeño de los pollos de engorde.
De este modo, en el presente artículo se ha evaluado las potenciales diferencias atribuidas a las variedades genéticas del maíz. para la energía metabolizable (EM) y concentración de PNAs para dietas porcinas.
En dicho propósito, se analizaron 16 variedades genéticas de maíz cultivadas bajo las mismas condiciones agronómicas, incluyendo procesos de fertilización, pre y post cosecha. |
El total, una muestra de 10 mazorcas, por cada variedad, fueron obtenidas para ser procesadas y posteriormente analizadas en su composición nutricional vía NIRs. En la figura 2 se puede observar las diferencias nutricionales atribuidas a la variedad genética.
En general, la concentración de EM para cerdos puede diferir en 344 kcal/kg, mientras que la concentración de PNAs en 27 g/kg. |
Adicionalmente, se observó una correlación negativa entre la EM y parte de los PNAs (arabinoxilanos solubles), lo que indicaría que la disponibilidad de energía esta en función del contenido de ciertos factores antinutricionales.
Un objetivo transcendental en la producción porcina es conseguir la máxima tasa de crecimiento junto con la eficiencia en la utilización de nutrientes.
Sin embargo, las variaciones que puede aportar la variedad genética, así como otros factores no controlados, podrían estar influenciando la digestibilidad de nutrientes como:
Que sumado a los bajos valores de lisina y triptófano del maíz podrían exacerbar significativamente el decremento del rendimiento productivo.
En la alimentación animal la proporción de algunos nutrientes es clave, como el caso de la concentración de lisina y energía. Por su parte la lisina es el primer aminoácido limitante en tanto que la energía influye en el consumo voluntario del alimento.
Por lo tanto, es necesario mantener una proporción óptima de lisina a energía cuando aumenta el contenido de aminoácidos o energía de la dieta.
Así, la valoración imprecisa de energía en la dieta, como resultado de la variación en la composición del maíz, alterará el consumo del resto de nutrientes y en consecuencia el rendimiento productivo del animal. |
Vastas investigaciones en porcino han demostrado que la ganancia de peso y la eficiencia alimentaria mejora a medida que la relación lisina digestible ileal estandarizada:EM aumenta.