Los aditivos fitogénicos para piensos (AFP) han sido capaces de añadir valor sustancialmente a las dietas de los rumiantes durante años y su futuro es altamente prometedor.
¿Por qué las sustancias naturales como los aceites esenciales, las saponinas, las sustancias picantes o los taninos condensados han despertado el interés científico y han encontrado un espacio dentro de la nutrición animal, especialmente durante las últimas décadas?
¿De qué manera los AFP son capaces mejorar la eficiencia proteica en vacuno lechero y de carne?
Cuando nos referimos a la producción ganadera, todo el mundo habla de eficiencia. Tanto en vacas lecheras como en vacuno de carne no es sólo hablar de la eficiencia de la producción, sino también de la eficiencia de la alimentación y de la proteína, con especial atención sobre esta última.
CONSIDERACIONES SOBRE EL APORTE PROTEICO EN RUMIANTES
El aporte de proteína en los rumiantes se asegura con un contenido suficiente de proteína bruta en la ración y con una cantidad mínima de proteína disponible en el intestino delgado.
La proteína bruta se convierte en el rumen en amoníaco por la acción de los microorganismos que, después, y siempre que tengan a su disposición energía procedente de carbohidratos fermentables, convertirán ese amoníaco en proteína microbiana de alto valor.
Si hubiera superávit de proteína bruta y/o déficit de energía, se produciría un exceso de amoníaco que tendría que ser detoxificado por el hígado como urea, pudiendo observarse y medirse en sangre, orina y leche. |
El factor decisivo es la cantidad de proteína que llega al intestino delgado, donde está disponible para el animal.
→ Esta cantidad se compone principalmente de proteína microbiana (50-75%) y, en menor medida, de proteína no degradable, que atraviesa el rumen y alcanza el intestino directamente.
LA PROTEÍNA
El aporte adecuado de aminoácidos es crucial para una buena producción de proteína y leche en vacuno lechero y para el desarrollo de músculo en vacuno de carne, por lo que es habitual encontrar raciones que incluyen altas concentraciones de proteína bruta. Aunque sólo una parte de la proteína de la dieta es realmente convertida en producto animal:
→ En vacuno lechero, la eficiencia proteica, expresada en porcentaje, se define como la capacidad para metabolizar y transformar la proteína y el nitrógeno no proteico ingeridos en proteína láctea, y es de un 25%.
Esto significa que, bajo condiciones típicas de alimentación, el vacuno lechero es capaz de convertir el 25% de la proteína total consumida en leche, implicando que el 75% restante termina como productos de desecho que serán excretados.
→ En vacuno de carne, la eficiencia proteica es de alrededor del 10%, es decir, sólo pueden metabolizar un 10% de la proteína y el nitrógeno no proteico ingeridos en proteína muscular.
N DE NITRÓGENO
En los rumiantes, además del aporte adecuado en las raciones de fibra bruta y estructura del alimento, energía y otros nutrientes, el suficiente aporte de nitrógeno es el prerrequisito más importante para una alta síntesis de proteína.
→ Un suministro equilibrado de nitrógeno reduce el riesgo de déficit de energía e influye positivamente sobre la fertilidad de las vacas, mientras que un exceso sobrecargaría el hígado como principal órgano metabólico y se debería evitar.
La excreción de nitrógeno (N) en el estiércol supone también un reto para la agricultura ya que sobrecarga seriamente el medio ambiente en forma de óxido nitroso (NO2 ), amoníaco (NH3 ) y nitrato (NO3 ), y se relaciona directamente con la ingesta de N en la dieta.
Por ello, parece bastante obvio que para reducir la excreción de N simplemente bastaría con alimentar con menos proteína. Sin embargo, esta estrategia sólo se puede llevar a la práctica si no se afecta la producción de carne o leche, ni la fertilidad o la salud del animal.
La buena noticia: hoy en día es posible potenciar la eficiencia proteica con la ayuda de herramientas nutricionales basadas en plantas y sin poner en riesgo la producción u otros aspectos. Desde el punto de vista tanto económico como ambiental, esta ha de ser la forma de actuar. |
¿CÓMO PUEDEN LOS ADITIVOS FITOGÉNICOS MEJORAR LA EFICIENCIA PROTEICA EN VACUNO DE LECHE Y DE CARNE?
Los aditivos fitogénicos han sido capaces de aumentar considerablemente el valor de las raciones durante años.
Formulaciones equilibradas, y ajustadas a las necesidades del animal, pueden incrementar la eficiencia proteica y por tanto mantener bajas las pérdidas de proteína.
Hay evidencias de que estas soluciones naturales y holísticas manifiestan sus efectos a tres niveles y en diferentes secciones del tracto digestivo:
→ Una función ruminal optimizada con Actifor® conduce a una mejor relación entre eficiencia proteica y energética, aumentando la proporción de proteína metabolizable by-pass y de proteína microbiana (esta última muestra un óptimo balance aminoacídico para la síntesis de caseína láctea). En consecuencia, esto implicará menores pérdidas de amoníaco en el rumen que, vía hepática (donde se transforma en urea), iría hacia la orina.
→ Una menor degradación de la proteína en el rumen aumentará el nivel de proteína by-pass y, por tanto, reducirá las pérdidas de proteína.
→ Los ingredientes naturales seleccionados en Actifor® influyen positivamente sobre la digestibilidad de la proteína y su absorción en el intestino delgado. Al incrementar la proporción de proteína metabolizable by-pass y de proteína microbiana se minimiza la cantidad de proteína no digestible. Esto reducirá la proteína en las heces y por tanto las concentraciones de amoníaco.
Actifor® Boost reduce el amoníaco ruminal, lo que indica una reducción de la hidrólisis proteica (reducción de la población protozoaria) y de las desaminaciones (reducción de las bacterias hiperproductoras de amonio) y también una mejora de la proteína microbiana.
Actifor® Boost también aumenta la producción de energía en el rumen gracias a una mayor actividad bacteriana y mejor digestibilidad en el rumen.
→ Esta mejora sobre la energía tiene un impacto positivo sobre la producción, el contenido de la leche y la condición corporal del vacuno lechero.
→ En vacuno de carne, una mayor producción de energía en el rumen conlleva mayor producción de carne y mejor ganancia diaria.
Las sustancias fitogénicas han demostrado que reducen las pérdidas de proteína tanto en la orina como en las heces. Esto significa que la digestibilidad intestinal se puede mejorar y también transformar menos amoníaco en urea. |
En vacuno lechero, optimizar la eficiencia proteica mejora la calidad de la leche porque aumenta la proteína láctea a la vez que se reduce su contenido en urea. Menor cantidad de urea en la leche se traduce en menor riesgo de:
CONCLUSIÓN
Suplementar el vacuno lechero y de carne con aditivos fitogénicos bien seleccionados como los de Actifor® es una estrategia muy prometedora para mejorar la producción y a la vez reducir las pérdidas de proteína.
Los beneficios sobre la eficiencia proteica y energética de Actifor® pueden ser también usados para reducir el coste de alimentación mediante la aplicación Performizer® (matriz nutricional).
→ Podemos reducir los valores de proteína bruta de la dieta o sustituir fuentes de proteína by-pass por subproductos de mayor nivel de proteína soluble manteniendo el mismo rendimiento productivo.
→ Permite depender menos de las materias primas de mayor coste.
Existen evidencias de que optimizar las raciones con ciertos aditivos de origen vegetal supone una manera fiable y rentable de asegurar la eficacia de los piensos a través de la eficiencia proteica.
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