Los antioxidantes se utilizan para impedir o retardar las oxidaciones catalíticas y enranciamientos naturales o provocados con la colaboración de la luz, altas temperaturas, aire, residuos metálicos, etc.
Los nutricionistas incluyen sistemáticamente antioxidantes en las formulaciones con destino a la alimentación animal con el fin de prevenir las alteraciones oxidativas de las grasas, vitaminas liposolubles y pigmentos. La adición de estas substancias se hace también directamente en determinadas materias primas como las propias grasas, harinas de pescado, etc.
Con su empleo se intenta evitar o retardar situaciones oxidativas que degradan el alimento, instauran problemas organolépticos, producen grandes pérdidas comerciales y pueden dar lugar a secuelas toxicológicas de enorme importancia.
Encontramos antioxidantes endógenos y exógenos:
– Los endógenos son las enzimas (proteínas) con capacidad antioxidante que no se consumen al reaccionar con los radicales libres y son dependientes de sus cofactores tales como el cobre, el hierro, el zinc, el magnesio y selenio.
– Los exógenos provienen de la dieta, y a diferencia de las enzimas se consumen al reaccionar con los radicales libres, y deben ser remplazados. Estos son los que a nivel nutrición nos importan más en la producción animal.
Y , según su origen, se clasifican en dos grandes grupos de antioxidantes:
→Sintéticos: Se caracterizan por su elevada actividad química, alta eficacia a dosis bajas, coste reducido y alta estabilidad, pero son objeto de preocupación los productos secundarios que pueden generar en el proceso de fabricación del alimento o pienso o una vez ingeridos, por el hombre o por el animal, lo que puede dar lugar, en un futuro, a una legislación más restrictiva.
→Naturales: Inicialmente no sólo no suelen presentar problemas frente a la salud sino que hay evidencia de determinados efectos beneficiosos pero se caracterizan por su menor actividad,necesidad de utilizar dosis más elevadas, coste superior ya que no es fácil extraerlos de los vegetales
Las grasas, aceites, vitaminas (a, b, c, d, e y k), pigmentos y medicamentos, contienen cantidades variables de enlaces insaturados que están sujetos a sufrir oxidación. La oxidación se desarrolla en dos etapas:
Los antioxidantes son formulaciones para uso específico en materias primas utilizadas en la elaboración de piensos, basados en compuestos altamente efectivos.
Estos compuestos, al ser combinados, potenciados y complementados con otros aditivos quelatantes (ácido cítrico, ácido ascórbico y EDTA), ayudan a un mejor funcionamiento de los compuestos base.
Otros componentes son: Los flavonoides (metabolitos secundarios de las plantas), poseen actividad antioxidante y captadora de radicales libres y aumentan la capacidad de los sistemas endógenos de defensa frente a la oxidación, modulando así, el estado redox celular. Los flavonoides son antioxidantes naturales capaces de prevenir la formación de radicales libres a través de las enzimas implicadas en su producción como la xantina-oxidasa, de secuestrar metales de transición que promueven la formación de dichos radicales y regenerar antioxidantes, como el α-tocoferol.