Neutralización de micotoxinas por sustancias adsorbentes
De acuerdo con los datos aportados por la FAO, más del 25% de la producción agrícola se contamina por micotoxinas. Solo en EE.UU. esto supone pérdidas económicas de alrededor de mil millones de euros al año.
Asimismo, grandes cantidades de productos alimentarios básicos se echan a perder a causa de las micotoxinas:
Debido a ello muchos países han adoptado severas regulaciones para limitar la exposición a las micotoxinas, influenciando por tanto en gran medida el mercado de los cultivos de alimentos y animales. Leer también “Micotoxinas en carne y productos cárnicos”
Las micotoxinas son compuestos tóxicos, de la familia de los alcaloides, producidos por hongos de los grupos Aspergillus, Fusarium, Penicillium, Claviceps y Alternaria (Jaynes et al., 2007; Huwig et al., 2001).
Las micotoxinas pueden contaminar los cultivos de dos maneras:
Entre las micotoxinas, la aflatoxina B1 y la M1, secretada en la leche, han demostrado ser las de mayor poder tóxico, con efectos carcinogénicos en animales y humanos.
Sin embargo, hoy por hoy no existen soluciones prácticas a gran escala para combatir la contaminación con subproductos fúngicos en los alimentos, utilizando metodologías de bajo costo.
Una de las aproximaciones más prometedoras para resolver el problema de las micotoxinas es la adición de materiales adsorbentes no nutritivos a los lotes alimentarios, para controlar la absorción gastrointestinal de estos metabolitos fúngicos.
Esto se consigue con la adición en la dieta animal de agentes secuestrantes como zeolitas, bentonitas, caolines o aluminosilicatos hidratados de sodio y calcio.
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