La prevención es la estrategia clave para evitar las pérdidas relacionadas con micotoxinas.
Los factores que conducen al crecimiento de mohos y sus metabolitos tóxicos, las micotoxinas, son numerosos y complejos.
Aflatoxina y Ocratoxina ↣ En las materias primas para la producción de alimentos puede existir riesgo de micotoxinas debido a condiciones de almacenamiento deficientes.
Contenidos elevados de humedad en las materias primas, en combinación con elevadas temperaturas, apoyan su aparición.
Deoxinivalenol o Fumonisina ↣ Estas micotoxinas pueden aparecer directamente en el campo, durante el crecimiento de las plantas o antes de la cosecha.
La prevención es la estrategia clave para evitar las pérdidas relacionadas con micotoxinas.
Existen varios enfoques para reducir los niveles promedio de contaminación en los productos:
Es importante tener en cuenta que los mohos son organismos muy ubicuos, y es imposible, especialmente en condiciones de campo, eliminarlos por completo.
Debido al comercio mundial de productos agrícolas, no se puede estimar la calidad de las materias primas en términos de posible contaminación por micotoxinas y los niveles máximos difieren ampliamente según el país.
Además, es importante tener en cuenta que cada cultivo puede verse afectado por más de un hongo y, además, cada hongo puede producir más de una micotoxina.
Como resultado, existe una alta probabilidad de que muchas micotoxinas estén presentes en una determinada materia prima. Esto aumenta el riesgo de efectos sinérgicos, lo que significa una mayor toxicidad para el animal, ya que los efectos combinados de muchas micotoxinas, incluso en niveles bajos, son mayores que cada micotoxina por separado.
En el alimento balanceado se mezclan muchas materias primas, con una gran variedad de posibilidades de contaminación por distintas micotoxinas. Con ello, el riesgo de una contaminación compleja es aún mayor. |
Esto abre la puerta para que las fábricas de alimento balanceado y los granjeros que usan sus propias materias primas reaccionen con la mayor flexibilidad posible en casos de productos contaminados con micotoxinas antes de que estos materiales lleguen a la cadena alimentaria.
Primer paso y más importante en el control de micotoxinas
El primer paso, y el más importante para recibir un resultado de análisis preciso, es seguir procedimiento de muestreo correcto.
Las micotoxinas se distribuyen heterogéneamente en los llamados «puntos calientes«.
Por lo tanto, cada zona en el lote debe tener la misma posibilidad de ser elegida, como se ilustra en la imagen.
A = Baja contaminación de micotoxinas
B = Alta contaminación de micotoxinas
Al final, la muestra que va a ser analizada debe reflejar la contaminación de todo el lote lo mejor posible.
Si la muestra se extrae sólo de una ubicación única y de fácil acceso, las partículas contaminadas pueden perderse o se pueden recoger demasiadas partículas contaminadas y el resultado del análisis final sería incorrecto.
Además, debemos tener en cuenta el hecho de que, aunque utilicemos el método de muestreo correcto, aún quedan desafíos importantes en el análisis de los productos.
Ya se mencionó que las materias primas pueden contaminarse con una amplia gama de micotoxinas. Los sistemas de análisis comerciales utilizados pueden detectar las principales micotoxinas (Aflatoxina, Deoxinivalenol, Fumonisina y Zearalenona).
Los estudios muestran que existen más de 300 metabolitos tóxicos diferentes, que no se pueden detectar a través de estos sistemas de análisis utilizados de manera rápida, rápida y comercial.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta al examinar e interpretar un resultado del análisis de micotoxinas, que nos sirve de ayuda para obtener una visión general promedio de la contaminación principal por micotoxinas. Pero con respecto a la variedad de micotoxinas existentes, el resultado nunca corresponderá al 100% de la contaminación real del lote.
En general, se puede decir que la gestión de riesgos de micotoxinas incluye acciones preventivas en el campo y en el almacenamiento, así como la realización de analíticas regulares de micotoxinas. La evaluación y manejo de riesgos de micotoxinas requiere tiempo y esfuerzo y, sin embargo, no es posible prevenir y detectar completamente las micotoxinas en los alimentos únicamente a través de este proceso. Para controlar los efectos en los animales de la diversidad de las micotoxinas y garantizar una producción eficiente, se recomienda el uso preventivo de un desactivador de micotoxinas aprobado por la UE como estándar en la alimentación. MiaBond 360 contiene componentes complejos para desactivar también las micotoxinas no adsorbibles, como DON y FUM, y una variedad de estudios de biomarcadores han documentado su acción eficiente en animales. Al invertir en este aditivo, es posible amortiguar las fluctuaciones en la contaminación por micotoxinas en los alimentos, para garantizar la absorción total de nutrientes y para reducir o prevenir los efectos adversos para la salud. |
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