Principales ingredientes incluídos en sus dietas
Maíz
Sorgo
Trigo
Pasta de soya
Canola
Girasol
Gluten de maíz
Granos secos de destilería con solubles (DDGS)
Aceites y grasas
Macro y microminerales
Vitaminas
Los ingredientes utilizados en sus dietas deben ser de alta calidad, tanto en términos de digestibilidad de nutrientes e inocuos.
Y diferentes aditivos tecnológicos no nutricionales que mejoran diversos procesos de la producción animal, derivado de que los alimentos seguros son un imperativo en la producción mundial.
En lo que respecta a seguridad alimentaria, se presta especial atención a la contaminación de los ingredientes y alimentos con hongos y el riesgo por la presencia de micotoxinas. Estos compuestos son un grupo de metabolitos secundarios producidos por los hongos.
Se conocen más de 300 micotoxinas, químicamente diferentes, formadas por más de 350 especies de hongos, causantes de diversas enfermedades (Camean y Repetto, 2006).
Hasta la fecha, hay unos 18,000 metabolitos secundarios fúngicos descritos en la Antibase 2014, pero sólo un número restringido han recibido interés científico a partir de la década de 1960 (Gallo y col., 2015). Representando pérdidas económicas por penalizaciones en billones de dólares anuales en granos en Estados Unidos, por los castigos de precio cuando las contienen, estos granos no se destruyen, solamente se segregan y mezclan su contenido.
Principales géneros de hongos y las micotoxinas que producen
Las micotoxinas en los últimos años han tenido un comportamiento de incidencia que se han visto relacionados por factores ambientales como el cambio climático, lo que ha provocado que se clasifiquen en “campo” y “almacenaje” donde se incluyen variables como se muestra a continuación:
Cuando las condiciones de almacenamiento no son adecuadas puede haber producción de algunas micotoxinas o un aumento de aquellas que ya estaban presentes antes de la cosecha.
En los últimos años los granos han tenido un comportamiento por la presencia de micotoxinas del género Fusarium, denominadas fusariotoxinas, cuya aparición y toxicidad varían considerablemente, como el deoxinivalenol, zearalenona y la fumonisina B1, que han incrementado su incidencia principalmente en maíz de importación como se puede apreciar en el gráfico que representa las muestras analizadas durante los años 2017 al 2021 utilizadas en la producción de alimentos balanceados en México (Sanfer Salud Animal).
Además del maíz, las materias primas utilizadas en las dietas pueden variar por:
Disposición
Selección
Costo
Especie
Origen
Que son complementarias en la formulación para diversos aportes nutricionales, desde la proteína, fibra, grasa, energía metabolizable, cenizas y humedad, además de otras que considere el nutriólogo, las cuales destacan las pastas, salvados, granos secos de destilería con solubles (DDGS), entre otras.
Que además de aportar nutrientes pueden hacerlo desde el punto de vista toxicológico, ya que suman la presencia de micotoxinas tanto de almacenaje como de campo y crean un ambiente de contaminación múltiple en el alimento terminado, al adicionar aquellas que no estaban presentes en los granos de base, el gráfico representado como subproductos muestran la incidencia en éstos, que fueron analizadas en el mismo período y país mencionado anteriormente (Sanfer Salud Animal).
Los efectos en los animales tras la ingesta de estos compuestos fúngicos pueden llegar a variar, desde una enfermedad aguda que se manifiesta con alta morbilidad y mortalidad hasta una resistencia crónica a los patógenos dando como resultado una reducción en la productividad.
Durante el año 2021 los niveles de toxinas que causan trastornos digestivos como el deoxinivalenol y fumonisina B1 fueron recurrentes en alimentos para aves y cerdos producidos en México, ambas especies se ven afectadas en diferentes concentraciones, etapas productivas y sexo.
Las células intestinales son las primeras expuestas a las micotoxinas y a menudo, en concentraciones más altas que otros tejidos. Además, se dirigen específicamente a las células activadas y con alto recambio de proteínas, que son predominantes en el epitelio intestinal (Grenier y Apleggate, 2013).
Aves
La ingesta de alimento contaminado con deoxinivalenol y/o fumonisinas es un factor predisponente para el desarrollo de enteritis necrótica (EN) en aves, debido a su infl uencia negativa sobre la barrera del epitelio intestinal.
Como resultado se da un aumento de la permeabilidad de toxinas y patógenos (Grenier y col., 2016).
En un estudio realizado en 2021 reportado por la Unión Europea (EFSA) se expuso a diferentes concentraciones de fumonisinas a un grupo de aves, la cuales dañaron la integridad epitelial del duodeno y el yeyuno en todos los grupos tratados, según lo evaluado por una serie de parámetros histomorfométricos (altura y anchura de las vellosidades y las criptas y sus proporciones) y la alteración del epitelio de las vellosidades en las preparaciones histológicas (EFSA, 2022).
Cerdos
Fumonisina B1 y deoxinivalenol alteran la barrera intestinal, la respuesta inmune, reduce la ingesta de alimento y la ganancia de peso. La toxicidad varía según varios parámetros, como:
Dosis
Duración de la exposición
Edad
Sexo del animal
Factores nutricionales
La EFSA concluyó en estudios recientes que el síndrome de edema pulmonar porcino es el efecto específico producido por FB1 en cerdos y que los efectos cardiovasculares podrían desempeñar un papel en el desarrollo de esta anomalía.
Aumento de la relación esfinganina/esfingosina (Sa/So) en suero y tejidos
Toxicidad hepática y renal
Retraso en la madurez sexual y alteraciones reproductivas de la funcionalidad
Deterioro de la respuesta inmune innata y adquirida
Lesiones histológicas en órganos internos
Alteraciones de la fisiología cerebral
Han sido reportadas en muchos estudios independientemente de la concentración de fumonisina (EFSA, 2022).
Conclusión
Derivado de esto las investigaciones intestinales han ganado un interés significativo durante la última década, y algunas publicaciones han demostrado que las micotoxinas pueden comprometer varias funciones clave del tracto gastrointestinal, incluidas:
La disminución de la superficie disponible para la absorción de nutrientes
La modulación de los transportadores de nutrientes
La pérdida de la función de barrera
Por lo que es más que necesario la inclusión en la fórmula de un agente anti-micotoxinas capaz de adsorber la mayoría de estos metabolitos y reducir la exposición a los animales.
Hoy en día las tecnologías enzimáticas actúan como moduladores intestinales e inmunológicos que coadyuvan en el desempeño intestinal, sin embargo, los organoaluminosilicatos siguen siendo la mejor opción debido a que las estructuras químicas y la polaridad de las micotoxinas no cambian, estos productos interactúan directamente tras el fenómeno de fisisorción que se ha demostrado en modelos in vitro como in vivo.
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