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Cuando nos planteamos una estrategia de control de toxinas en la producción intensiva de animales, solemos cometer el error de centrar toda nuestra atención en el control de los hongos presentes en las materias primas y en las toxinas producidas por ellos.
Pero olvidamos que las micotoxinas no son las únicas toxinas que pueden estar presentes en el alimento o en el agua de bebida.
Existe una preocupante falta de estudios sobre si algún secuestrante de micotoxinas es capaz de ayudar en la lucha contra otros tipos de tóxicos presentes en el pienso, como tampoco no existe ningún estudio sobre el posible efecto si hablamos de aguas contaminadas.
Casi todos los químicos tóxicos que entran en el cuerpo son solubles en grasa, lo que significa que se disuelven sólo en grasa o soluciones oleosas, y no en agua.
Dentro de las células hepáticas existen mecanismos sofisticados que han evolucionado a lo largo de millones de años para descomponer sustancias tóxicas.
› Todos los medicamentos, productos químicos artificiales, pesticidas y hormonas, son procesados (metabolizados) por vías enzimáticas dentro de las células del hígado.
La detoxificación funciona en dos fases:
Fase I:
La Fase I de desintoxicación consiste en una serie de reacciones de oxidación, reducción e hidrólisis.
La primera fase de desintoxicación es catalizada por enzimas conocidas como el grupo de enzimas citocromo P450 o enzimas Oxidasa de Función Mixta (MFO).
» Estas enzimas residen en el sistema de membrana de las células hepáticas.
» La síntesis de enzimas del citocromo P-450 puede inducirse por sustancias específicas como algunos flavonoides, proporcionando un mecanismo de protección contra una amplia variedad de productos químicos tóxicos.
Esta vía convierte una sustancia química tóxica en una sustancia menos dañina, y durante este proceso se producen radicales libres que, en exceso, podrían dañar las células del hígado.
Þ La forma de evitar este efecto secundario es la utilización de antioxidantes (como la vitamina C y E y los citados flavonoides naturales).
Fase II:
Esto se conoce como la Vía de la Conjugación, por el que las células del hígado añaden otra sustancia a un producto químico tóxico, para que sea menos dañino. Esto transforma la toxina o fármaco en soluble en agua, por lo que a continuación puede ser excretado del cuerpo a través de los fluidos acuosos, tales como la bilis o la orina.
1/ Algunos extractos de plantas amargas son capaces de estimular la capacidad detoxificante del hígado. Para ello, es imprescindible que sean ricos en determinados flavonoides.
» Estos flavonoides incrementan las reacciones de óxido-reducción mediadas por la nicotinamida adenina dinucleótido (NAD+ y NADH); (Maros T. et al., 1966; Mortier F. et al., 1976) que inactivan las toxinas. Así mismo activan, por medio del Regulador Genético NRF2, la fase de conjugación mediante las dos principales enzimas implicadas UGT y GST (Ho H.K. et al, 2005; Paonessa JD. et al. 2011)
2/ Paralelamente, los extractos de plantas amargas, generan una serie de respuestas fisiológicas parasimpáticas por la estimulación de los receptores amargos de la lengua.
» La estimulación de la circulación de los jugos digestivos de las glándulas exocrinas de la boca, el estómago, el páncreas, el duodeno y el hígado, ayuda en la digestión, absorción y asimilación de alimentos y nutrientes. También hay una estimulación muy suave de las actividades endocrinas, especialmente la insulina y la secreción de glucagón por los islotes de Langerhans en el páncreas (Harking, C., 2008).
Determinados extractos de alcachofa aumentan la capacidad del hígado para luchar contra esos tóxicos cuya absorción no es bloqueada por los toxin-binders.
Recientemente, hemos podido comprobar su eficacia para la reducción de la toxicidad por sales de cobre en pequeños rumiantes.
* Las cabras de producción láctea son propensas a sufrir toxemias de gestación. En el último tercio de la gestación, la alta demanda de nutrientes por parte de los fetos, combinada con el balance energético negativo, produce cetosis (V. Jimeno, P. Gª Rebollar, T. Castro, 2003). Una vez que comienza esta patología, los daños son irreversibles y no hay tratamiento posible, lo que ocasiona bajas en los rebaños. (Rubén Claro, 2004).
* Otro tipo de toxemia frecuente en ganado caprino, en zonas donde se aprovechan subproductos del olivar como complemento alimenticio, es la toxemia por cobre.
La ingestión de ramón de olivo tratado con fungicidas, basados en sulfato de cobre, ocasiona intoxicación por cobre en rumiantes que, si se agrava, se observa además incremento de las tasas respiratoria y cardiaca, diarrea, ictericia, deshidratación y muerte.
Material & Métodos
La mortalidad de las cabras gestantes disminuye 8 puntos con la inclusión del aditivo(*) en la ración diaria, lo que supone una mejora del 65,5%.
Los animales tratados con el aditivo(*) presentan un mejor aspecto general durante y después de la administración del tratamiento.
La fracción grasa aumenta un 3,23% más con la inclusión del aditivo(*) en la ración diaria.
La inclusión del aditivo basado en un extracto de alcachofa específico(*) en la ración diaria de cabras gestantes ha conseguido:
El producto aditivo(*) utilizado en la prueba fue ENADETOX (ENA)
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