El destete es uno de los acontecimientos más estresantes en producción porcina, y representa un paso crítico que debe ser bien manejado para minimizar las pérdidas productivas.
El uso de antibióticos ha sido una práctica común durante décadas para promover el crecimiento y reducir los patógenos entéricos.
En el tracto gastrointestinal del cerdo coexiste una población densa y diversa de bacterias comensales, descritas en conjunto como la microbiota, siendo la presencia de una comunidad microbiana estable y bien equilibrada uno de los factores más importantes para reducir el riesgo de enfermedad, cuando el animal está sano.
Existe un marcado cambio en la diversidad y la composición así como una inestabilidad transitoria
de la microbiota intestinal en el posdestete (Figura 1).
Figura 1. Microbiota el día del destete y 4 días posdestete (Elizabeth King, 2012).
Esta inestabilidad de la microbiota, si no se controla, puede conducir a la proliferación y el crecimiento exponencial de bacterias indeseables, resultando en un empeoramiento de la salud y de los rendimientos zootécnicos.
En un estudio reciente, un equipo de la Universidad de Nottingham demostró que un marcado incremento en la abundancia de E. coli fecal estaba asociado con una menor diversidad bacteriana y diarrea posdestete.
Varios estudios se han llevado a cabo para investigar el efecto de Saccharomyces cerevisiae var. boulardii sobre la microbiota intestinal del lechón al destete.
En un primer estudio, se demostró que la suplementación sucesiva con los probióticos S. c. boulardii y Pediococcus acidilactici durante 9 semanas post-destete, mejoró el índice de conversión y redujo significativamente los niveles de E. coli fecal.
La regulación de la microbiota intestinal posdestete por S. c. boulardii ha sido recientemente investigada por la Universidad de Nottingham utilizando análisis metagenómicos y ha revelado marcadas diferencias en los perfiles de las comunidades bacterianas entre cerdos suplementados con S.c. boulardii y cerdos control.
En otra prueba realizada en la Universidad de Milán, los análisis histométricos mostraron que la altura de las vellosidades y la longitud de las criptas eran mayores en los lechones tratados con S.c. boulardii que en el grupo control (Figura 2).
La altura de las vellosidades y la profundidad de las criptas son indicadores indirectos de la madurez y de la capacidad funcional de los enterocitos. Cuanto más largas son las vellosidades y las criptas, mayor es el número de enterocitos presentes.
Figura 2. Morfología intestinal de lechones destetados con 30 días de vida, con o sin probiótico suplementado en el pienso (Di Giancamillo et al., 2003)
El mayor ritmo de proliferación de las células epiteliales intestinales en los lechones tratados podría ser debido a la mayor secreción endoluminal de poliaminas asociada a la presencia de la levadura en el lumen intestinal (Buts et al., 1994; Costelos et al., 2003).
En la actualidad, la utilización de un enfoque transcriptómico ha permitido observar como el destete afecta profundamente la expresión genética a nivel intestinal y como S.c. boulardii puede mitigar las consecuencias del destete promoviendo respuestas inmunitarias reguladoras y manteniendo la integridad de la barrera intestinal.
La importancia de una microbiota estable y bien equilibrada así como los riesgos asociados con el destete y la utilización de antibióticos se han descrito con anterioridad.
En este contexto, es evidente que la estabilización de la microbiota intestinal por un probiótico como Saccharomyces cerevisiae boulardii, es crítica para sobreponerse a algunas de las condiciones negativas del destete, como son la diarrea y la proliferación de organismos negativos.
S.c. boulardii se utiliza ampliamente tanto en humanos como en animales. La suplementación de S.c. boulardii en el alimento es capaz de modificar aspectos morfo-funcionales de la mucosa intestinal de los lechones. Estas modificaciones permiten a los animales sobreponerse rápidamente a algunas de las consecuencias negativas del destete. La administración en la dieta de S. c. boulardii promueve la salud intestinal y mejora el crecimiento de los lechones.
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