Nutrición de terneros de corte: prácticas de destete (parte II)

Poco después del nacimiento, el rumen es aún pequeño y está poco desarrollado. De forma convencional, con el ternero mamando y con acceso al forraje, alrededor de las cuatro semanas de edad el rumen aún estará poco desarrollado.
En esta fase, al recibir leche o sucedáneo de leche, el abomaso es el órgano que más se desarrolla.

El ternero que recibe grano (pienso) en estos primeros meses de vida estimulará el desarrollo del rumen, como muestra la comparación de la figura 1.

 

 

Figura 1. Diferencias en el desarrollo ruminal de terneros de cuatro semanas de edad. A la izquierda la alimentación era leche y heno y a la derecha leche, heno y grano (Penn State, actualizado en 2016).

 

Posteriormente, a las seis semanas de edad, la diferencia en el tamaño del rumen de los terneros alimentados con las distintas dietas es más notable (figura 2). El ternero que recibió granos en la dieta, además de leche, a las seis semanas de edad ya tiene un rumen significativamente más desarrollado que el otro ternero.

Figura 2. Diferencias en el desarrollo ruminal de terneros de seis semanas de edad. A la izquierda la alimentación era sólo leche y a la derecha leche y grano (Penn State, actualizado en 2016).

 

Las papilas ruminales

Además del crecimiento en tamaño, el desarrollo funcional de este rumen es otro beneficio de esta suplementación. Internamente se observa una gran diferencia en la formación de papilas ruminales y, por tanto, una mayor pared ruminal y superficie para la absorción de nutrientes. En la figura 3 podemos comparar el desarrollo de la pared ruminal en tres dietas diferentes, sólo leche, leche y grano y leche y heno.

También se observa no sólo un mayor desarrollo de papilas, sino una pared más vascularizada y gruesa en comparación con los otros rúmenes. En los otros dos tratamientos, sin grano en la dieta, la pared del rumen es más fina y prácticamente no hay desarrollo de papilas.

 

Figura 3. Diferencia en el desarrollo de las papilas ruminales en los animales de los tres tratamientos a las seis semanas de edad. De izquierda a derecha: sólo leche, leche y cereales y leche y heno (Penn State, actualizado en 2016).

 

Podemos ver que la estimulación del desarrollo de este rumen lo ha hecho más precoz que los otros que no recibieron grano. En otras palabras, este rumen será funcional antes, teniendo una mayor capacidad para digerir y absorber nutrientes. Con ello, el resultado final es una mayor velocidad de crecimiento de estos animales.

 

CREEP FEEDING

Como ya dicho, la otra alternativa es con el sistema de creep feeding. Además de los beneficios ya mencionados, también tiene como objetivo acostumbrar al ternero a comer en el comedero desde una edad temprana.

Otras ventajas son la mejora del peso al destete de estos terneros en torno a los seis a ocho meses y evitar que la vaca pase por una lactancia intensiva con el ternero.

Este método consiste en alimentar al ternero al pie de la vaca, dentro de un espacio cercado con acceso exclusivo sólo para terneros (figuras 4 y 5).

Esta suplementación se realiza comúnmente con pienso balanceado para terneros o con sal proteico- mineral específico para el destete.

Figuras 4 y 5. Ejemplos de modelo de creep feeding utilizado en el campo. Sólo los terneros tienen acceso al pienso.

 

Todavía existe una alternativa a este tipo de manejo que consiste en complementar con algunos pastos/forrajes diferenciados, formados con forrajes de alto valor nutricional.

Tal sistema tiene los mismos objetivos que el sistema anterior y se llama creep grazing.

Es otra alternativa, en la que la ganancia de peso del
ternero suele ser un poco menor, pero también disminuye la dependencia de la leche materna. Este es también otro de los objetivos de este manejo.

 

Prueba práctica

Como prueba de eficiencia del sistema de creep feeding, recientemente se desarrolló un trabajo en una explotación de ganado vacuno de carne de Brasil.

Los trabajos se llevaron a cabo durante la segunda mitad del verano y los meses de otoño, periodo de escasez de forraje. En total fueron 120 días de supervisión y pruebas.

El trabajo se realizó con 700 terneros Angus divididos en dos lotes de 350 cada uno, uno recibiendo suplementación y el otro sin suplementación.
Los dos lotes se separaron homogéneamente y comenzaron la prueba con un peso vivo medio de 80 kg.

Los animales suplementados tuvieron libre acceso al pienso, y al final del periodo se registró un consumo medio de 1,0 kg de pienso/día. Se suministró un pienso comercial para terneros con un 18% de proteína bruta (PB) y un 72% de nutrientes digestibles totales (NDT).

Los resultados de la ganancia diaria de peso y los pesos de entrada y salida de los tratamientos pueden verse en la tabla 1. Además de que los terneros dependen menos de la leche materna, en este periodo se produce una respuesta rápida a la suplementación.

 

Tabla 1. Diferencia de ganancia de peso vivo a los 120 días entre terneros suplementados y no suplementados.

 

Estos resultados pueden valorarse positivamente desde varios aspectos.

Un primer punto, está relacionado con el desarrollo del rumen y el crecimiento de los terneros, como ya se ha mencionado.

Otros dos factores importantes generados a partir de esto los abordaremos en la próxima parte de este contenido. Uno de ellos es dar a la vaca una rápida recuperación para el siguiente ciclo reproductivo. Y el otro entra en el aspecto económico y de mercado.

 

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