Menos es Más: Un enfoque sostenible para la Salud Animal

LA SALUD ANIMAL COMO PRIORIDAD

→ No sólo se trata de prácticas agrícolas éticas, sino de garantizar la viabilidad a largo plazo de nuestros sistemas alimentarios. 

Un ganado saludable es esencial para la producción de alimentos de alta calidad, y su bienestar impacta directamente en la salud pública y en la sostenibilidad ambiental.

Implementar medidas que promuevan la salud animal puede reducir el uso de antibióticos, lo que es vital ante el creciente problema de la resistencia a estos medicamentos. 

La aparición de bacterias multirresistentes es un desafío global que amenaza la eficacia de los tratamientos médicos y veterinarios. 

Al fomentar prácticas que mejoren la salud y el bienestar animal, los productores pueden contribuir a la reducción del uso de antibióticos, lo que beneficia tanto a los animales como a los consumidores.

La mejora en la salud animal puede llevar a una mayor eficiencia en la conversión de alimentos, lo que significa que se necesitan menos recursos para producir la misma cantidad de proteína animal. 

→ Esto no solo reduce la presión sobre los recursos naturales, sino que también disminuye la huella de carbono asociada con la producción animal.

DIETAS DE BAJO CONTENIDO DE PROTEÍNA CRUDA

Uno de los pilares del enfoque «Menos es Más» es la promoción de dietas de bajo contenido de proteína bruta. Esta estrategia es clave para mejorar la salud animal y reducir el impacto ambiental, disminuyendo la huella ecológica de las operaciones agrícolas. 

→ El exceso de proteína en las dietas puede provocar problemas de salud, tales como trastornos metabólicos o enfermedades digestivas, y contribuir a impactos negativos en el medio ambiente, como la contaminación del agua y la emisión de gases de efecto invernadero.

Al optimizar la nutrición, se logra una mejor conversión alimenticia, lo que significa que los animales pueden crecer y producir más con menos alimento. Esto no solo es beneficioso para los productores, que pueden reducir costos, sino que también disminuye la presión sobre los recursos naturales.

De esta manera se limita la cantidad de nutrientes que los microorganismos patógenos pueden utilizar, reduciendo así el riesgo de enfermedades entéricas y la necesidad de intervenciones con antibióticos. 

Un manejo adecuado de la alimentación también contribuye a la calidad del ambiente donde se alojan los animales. 

Un exceso de proteína se asocia con una peor calidad de la cama, lo que se correlaciona con problemas podo-plantares. 

Por lo tanto, unas camas menos ácidas resultan en patas más saludables y mejoran el bienestar general. Asimismo, niveles más bajos de amoníaco en el alojamiento pueden disminuir la incidencia de enfermedades respiratorias, lo que a su vez mejora la productividad y el bienestar animal.

SUPLEMENTACIÓN CON ADITIVOS FUNCIONALES Y PROBIÓTICOS

La industria ganadera está en una transición crítica, actualmente se está limitando el uso de antibióticos incluso con fines terapéuticos como parte de la estrategia Farm to Fork, corazón del European Green Deal. 

El uso de antibióticos, presente durante más de 50 años, ha sido objeto de críticas debido a su contribución a la resistencia bacteriana. Con la prohibición de los APGs en Europa y otros mercados, el sector enfrenta el desafío de encontrar alternativas nutricionales que mantengan el rendimiento y protejan la salud intestinal.

Para reducir la necesidad de antibióticos es esencial centrarse en medidas preventivas. 

Mejorar la salud intestinal y fortalecer el sistema inmunológico de los animales son pasos fundamentales que pueden disminuir la dependencia de estos medicamentos. A través de prácticas de manejo adecuadas y el uso de aditivos funcionales, se puede lograr una mejora significativa en la salud general del ganado.

→ Los aditivos alimentarios funcionales, incluidos los probióticos como Ecobiol® Fizz, desempeñan un papel crucial en la salud intestinal de los animales. 

La inclusión de productos como GuanAMINO® (precursor de creatina) no solo mejora la eficiencia energética de los animales, sino que también reduce la dependencia de fuentes costosas de energía, como el aceite de soja.

Al optimizar el uso de la energía, se logra una alimentación más económica y eficiente, vital para los productores en un mercado competitivo.

Mepron® es una fuente de metionina estable en el rumen que optimiza la utilización de proteínas en vacas lecheras, lo que lleva a un aumento en la producción de leche. Al lograr el equilibrio correcto de aminoácidos en las raciones lácteas, Mepron® mejora la salud y productividad general de las vacas. 

→ A su vez, se ofrece K-PRON® a los ganaderos lecheros para satisfacer eficazmente las necesidades de potasio de las vacas. El potasio es un mineral esencial; su suplementación reduce el impacto adverso de las altas temperaturas al mantener el equilibrio adecuado entre aniones y cationes. K-PRON® también es efectivo en las dietas de aves de corral, contribuyendo al equilibrio correcto entre aniones y cationes.

HERRAMIENTAS Y SERVICIOS DE EVONIK

Para asegurar que los animales reciban el equilibrio preciso de aminoácidos digestibles, es fundamental comprender la calidad de las materias primas. 

Entre ellos se encuentran AMINONIR®, un servicio avanzado de espectroscopía de infrarrojo cercano (NIR) que permite un análisis rápido y preciso de los ingredientes de los alimentos, y las herramientas de formulación AMINO, como AMINOHen®, AMINOChick® y AminoSwine®, que proporcionan recomendaciones precisas de aminoácidos para la nutrición animal.

Estos servicios no solo ayudan a los productores a optimizar sus formulaciones, sino que también les permiten adaptarse a las cambiantes demandas del mercado y a las regulaciones emergentes en torno al uso de aditivos y antibióticos. 

→ Con el respaldo de la ciencia y la tecnología, los productores pueden estar mejor equipados para enfrentar los desafíos de la producción animal en el siglo XXI.

CONCLUSIÓN

Nuestra misión es ofrecer soluciones basadas en la ciencia, que establezcan nuevos estándares de eficiencia y sostenibilidad en la industria, asegurando que la creciente demanda de proteína animal se satisfaga de manera responsable, sin comprometer el futuro de nuestro planeta. 

Al adoptar dietas de bajo contenido de proteína bruta y utilizar aditivos funcionales, podemos contribuir a un futuro más sostenible en la producción animal. 

Menos realmente puede significar más, y este enfoque no solo es beneficioso para los animales, sino también esencial para la salud del medio ambiente y el bienestar de las futuras generaciones. 

La colaboración entre la ciencia, la tecnología y la práctica agrícola es fundamental para lograr un equilibrio que favorezca tanto a los productores como a los consumidores y al planeta en su conjunto.